Un grupo de 28 maleteros que reclaman ser contratados mantienen cortado el ingreso. Hoy se espera el arribo de 290 unidades: todos paran en las calles adyacentes. La zona se convirtió en un caos.
Caos de tránsito. Bronca de los pasajeros. Vecinos acobardados. Confusión. Reuniones informales. Y un conflicto de difícil resolución, que no avanza hacia ninguna salida. Mientras la temporada de verano se acerca a su pico máximo, el bloqueo de la terminal continúa y cumple hoy su octavo día.
El conflicto, que ya lleva varios capítulos, involucra a un grupo de 28 maleteros que desde hace años hacen su tarea sólo a cambio de la propina y les reclaman a las empresas de colectivos y al concesionario de la terminal, ser encuadrados como trabajadores. O que los contraten bajo la cooperativa que conformaron.
Sin embargo, las negociaciones están totalmente estancadas. Intentó mediar el municipio, participó el Ministerio de Trabajo, pero todo sigue igual.
“Hasta que no se encuentre una solución, vamos a seguir acá”, advirtió ayer el dirigente que lidera el reclamo, Carlos Amodey. Según explicó, sólo hubo en las últimas horas un par de reuniones informales pero “no hay nada en concreto”.
“Nos reunimos con representantes del Ministerio de Trabajo, pero no llegamos a ningún acuerdo”, agregó.
Mientras tanto, la llegada de colectivos a se incrementa y en la misma medida crece el caso en el acceso a la terminal de la ómnibus.
En un fin de semana con una ocupación hotelera del 90%, para hoy se espera el arribo de 290 servicios y la salida de 360. Un total de 650 servicios circularán por la zona de la terminal sin poder ingresar.
El secretario de Gobierno, Santiago Bonifatti, remarcó que el municipio hizo “varias gestiones para que las partes lleguen a un acuerdo”.
“Hablamos todos los días para intentar encontrar un camino para solucionar el conflicto pero evidentemente los involucrados se pasan la pelota y no se sientan a resolverlo”, sostuvo y consideró que “claramente, Mar del Plata, y sus vecinos y los turistas están de rehenes”.
“Se tiene que encontrar una solución”, pidió.
El conflicto
El conflicto de los maleteros viene de arrastre y durante el 2019 tuvo varios episodios. Este año, la protesta comenzó el viernes 3 de enero cuando los maleteros bloquearon el acceso a la terminal.
La intervención del municipio generó un acercamiento y se propuso una reunión entre las partes en busca de una solución. Bajo la promesa de ese encuentro, en la noche del viernes, se levantó la protesta.
Sin embargo, la reunión que finalmente se concretó el martes 7, no llegó a buen puerto.
“Nos sentamos con el representante de la cámara que nuclea a las empresas de larga distancia. No llegamos a un ningún acuerdo porque dijo que no estaba informado de la situación”, relató Amodey.
El sábado 11 los maleteros volvieron a bloquear el acceso a la estación terminal. A partir de ese momento, hubo algunos contactos entre las partes.
El intendente Guillermo Montenegro consideró que “se llevó el conflicto a un lugar donde el único que está sufriendo es el que viene a visitarnos”. Y pidió que “se resuelva antes del fin de semana” .
La entrada y salida de pasajeros, un caos
El bloqueo del acceso genera un caos en la zona de la terminal. Los colectivos deben estacionar en las calles adyacentes para el descenso y ascenso de los pasajeros.
Los pasajeros deben trasladarse con sus valijas y bolsos unos 100, 200 y hasta 300 metros. Los vecinos de la zona se quejan por el caos del tránsito y tienen dificultades para entrar y salir a sus propias viviendas.
Al servicio de carga y descarga de equipaje se realiza por los propios choferes de las empresas.