Tiene como objetivo "capacitar a las mujeres, especialmente las que trabajan en comunicación" para que "puedan llegar a su máximo potencial".
por Cynthia de Benito
Nació para impulsar a las periodistas ante la revolución tecnológica y ahora, tras expandirse por toda Latinoamérica, Chicas poderosas llega a España para seguir reduciendo “brechas”, expone en entrevista con EFE la fundadora del proyecto, Mariana Santos.
El movimiento, nacido en 2013 y adaptable a las necesidades de cada país, tiene como meta básica “capacitar a las mujeres, especialmente las que trabajan en comunicación” para que “puedan llegar a su máximo potencial”, explica Santos, que presentará en Madrid el próximo día 29 la versión española de Chicas poderosas.
Será un trabajo con una agenda diferente a la implementada en América Latina, apunta, porque “las necesidades de España son distintas”, y que conjuga un “periodismo en crisis y mujeres que se están juntando para hacer un cambio”, en alusión a la masiva movilización de las españolas el pasado 8 de marzo.
“Es un momento indicado para que ‘Chicas poderosas’ llegue a analizar la situación”, comenta, además de avanzar que el proyecto pondrá especial énfasis en “trabajar sobre liderazgo de la mujer, ya sea en un equipo o manejando su propia vida”.
Además, se estudiarán “nuevas formas de periodismo con nuevas tecnologías y cómo financiar tus proyectos de comunicación” en el mercado español.
Iniciativas, en suma, para que las mujeres que se dedican a la comunicación no sientan la misma soledad que Santos vivió en el diario británico The Guardian, donde era a principios de la década una de las tres mujeres que trabajaba en un equipo de desarrolladores compuesto por 200 empleados en total.
La situación, junto con su propia inseguridad al recibir el ofrecimiento de unirse al prestigioso periódico, le provocó “un clic” que le hizo darse cuenta de que era preciso un movimiento que impulsara a las comunicadoras para que se den el crédito que merecen y ofrecerles las herramientas de las que pudieran carecer.
Por ejemplo, los conocimientos necesarios para que estén “lo más actualizadas posible” en el ámbito tecnológico y emprendedor y “saquen lo mejor de sí mismas”.
“En ‘Chicas poderosas’ buscamos que cada chica consiga su excelencia”, resume Santos, que ofrece como ejemplos concretos los talleres que se imparten sobre nuevas fórmulas para conseguir datos vitales para el periodismo de investigación, o enseñar a “manejar equipos multidisciplinarios” y financiar proyectos.
El equipo, pese a su nombre, no se compone exclusivamente de mujeres, de acuerdo con la lógica de que para luchar contra la brecha de género hay que “tener una conversación en ambos lados”.
“Intentamos promover un espacio donde cualquiera que sea tu nivel de tecnología eres bienvenida y bienvenido”, subraya la fundadora, que explica que la denominación del movimiento se eligió como contrapeso al ambiente “masculinizado” que, sostiene, se da normalmente en eventos de tecnología.
Santos trae su proyecto a Europa tras cinco años en América Latina, donde las diferencias de género “son mucho más graves” aunque, reconoce, “ha habido una completa evolución desde el punto de vista del papel que la mujer ocupa en la sociedad”.
“Hoy en día hay mucha más noción de que tenemos un lugar en la sociedad”, afirma, aunque cree que hay que seguir trabajando para “desarrollar los derechos” de las mujeres.
Mientras, aterriza en España dispuesta a escuchar y aprender, sobre todo de “movimientos” como el exhibido en las calles de las principales ciudades del país el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, cuando se produjo una concentración feminista de dimensiones inéditas.
EFE.