La exhibición de saltos atléticos resultó un éxito en el marco de un sábado a puro deporte en Varese.
Fue un nuevo sábado extraordinario. De esos que sólo pueden encontrarse en el epicentro del deporte de este verano: la Playa Olímpica en Varese. Una cosa es contarlo y otra muy distinta, vivirlo.
Mirando hacia el mar, hacia el sector derecho de esta iniciativa conjunta entre el COA y el Emder, la penúltima jornada del Cuatro Naciones de beach handball, con su estadio principal y las canchas de calentamiento. Hacia el otro lado, el beach tennis y el beach volley con actividad a pleno en todas las canchas. Y en el medio, la clínica y exhibición de saltos atléticos, con el representante olímpico Germán Chiaraviglio con atracción principal.
La actividad tuvo un desarrollo muy atractivo y la gente -en muy buen número, a pesar de la tarde gris y ventosa del sábado- se sumó a la iniciativa. En eso mucho tuvieron que ver la simpatía del propio Chiaraviglio y la habilidad del animador, Martín De Rose, para atraer la atención.
La clínica fue presenciada por el presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), Mario Moccia, y coordinada por los profesores Daniel Díaz, Federico Acha y Daniel López.
Se montaron tres estaciones: salto en largo, salto en alto y salto con garrocha. Como corresponde a una actividad bien realizada, primero se ordenaron ejercicios para entrar en calor, especialmente el tren inferior, y luego los y las atletas voluntarios de la ciudad, comenzaron a intensificar hasta realizar pequeños saltos de prueba.
En el caso del salto en largo y salto en alto, se mostraron diferentes técnicas, y en el salto con garrocha, ante la atenta supervisión e indicaciones de Chiaraviglio, se fueron variando las alturas de la varilla hasta que el joven Agustín Carril casi que sostuvo un “mano a mano” con el santafesino. Ambos exhibieron su impecable destreza y se ganaron la aprobación y la admiración de los presentes.
De por sí, el salto con garrocha es una de las pruebas más difíciles y riesgosas. En la playa, resultó todavía más complicado. Pero todos pudieron superar los obstáculos y con un margen de seguridad más que suficiente.
Lo que sorprendió más gratamente aún fue la cantidad de gente que se animó a probar los diferentes tipos de saltos y, especialmente, la dificultad que impone el salto con garrocha. Hombres y mujeres de distintas edades se acercaron para imaginarse atletas de alto rendimiento al menos por un instante. Y, de paso, todos los que se animaron, participaron en un sorteo por la remera con la cual Chiaraviglio comandó la clínica.
La exhibición representó así los más fieles valores del olimpismo, reflejados en la motivación y los beneficios que suponen realizar un deporte, disfrutar de hacerlo, generar vínculos y mucho más, todo en el espectacular entorno de playa Varese.
“Poder estar en la Playa Olímpica es un placer para mí. Es hermoso porque es un poco traer a la ciudad y a la playa el deporte que nosotros hacemos. Salimos de la pista, nuestro reciento habitual, y lo adaptamos a un entorno espectacular, lleno de gente, en plena temporada y en Mar del Plata, un ícono del verano en Argentina. La idea es que el público descubra un deporte distinto al que los argentinos en general estamos acostumbrados. Que lo sientan, lo vivan muy de cerca y puedan disfrutar y divertirse”, confesó Chiaraviglio, quien tuvo que retirarse como deportista activo el año pasado, tras detectársele una enfermedad autoinmune que le produjo una seria insuficiencia renal.
La actividad con los saltos atléticos resultó muy propicia, además, para promocionar el Campeonato Sudamericano de Atletismo de Mayores, que se realizará en Mar del Plata, del 25 al 27 de abril próximo.