Un espacio con robots controlados por un software simula todo tipo de situaciones vinculadas al parto y las primeras horas de vida de un bebé.
Por Griselda Acuña
En la última década cuatro hospitales de la Argentina incorporaron los Centros de Simulación Obstétrica, un espacio que con robots controlados por un software simula todo tipo de situaciones vinculadas al parto y las primeras horas de vida de un bebé y constituye una herramienta formativa que, en el ámbito educativo, ya está presente en al menos 41 universidades de distintos puntos del país.
A nivel nacional, el programa de fortalecimiento de bio simulación involucra a 41 universidades. A la innovación de los espacios académicos, se agrega otro ámbito: los hospitales.
“La importancia de los simuladores en los hospitales es potenciar al recurso humano, dándole una instancia de capacitación, de formación constante”, indicó a Télam-Confiar Norma Raúl, coordinadora del programa de Bio Simulación del Hospital El Cruce y vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Simulación, una asociación que nació en 2017 para darle una impronta más científica a la actividad.
Y continuó: “Soy terapista y pediatra y la primera vez que puse un acceso venoso, una vía, fue un paciente, es decir, mi práctica fue con el paciente; la primera vez, que hice una punción lumbar a un bebé, la hice sobre un bebé, no sobre un simulador. Hoy uno se imagina que practicar con un humano es impensado así que vamos hacia eso, a que ningún estudiante de carreras de salud en los próximos años salga de la universidad sin haber hecho las prácticas en simulación”.
Raúl precisó que además del centro de simulación en El Cruce, “hay en otros hospitales distribuidos a lo largo del país como el Garrahan, el Hospital de Niños de La Plata y ahora el Hospital Materno Neonatal de Misiones”.
El Hospital Materno Neonatal (HMN) de la provincia de Misiones es el único centro de salud de la región NEA que tiene un Centro de Simulación. Corrientes, en tanto, tiene un simulador pero no en contexto hospitalario sino en la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), donde se dicta la carrera de medicina.
“Nuestro centro de simulación cumplió un año el 1° de abril del 2023. Arrancamos con una gran expectativa, buscando fortalecer lo que es la formación de los profesionales de la salud apuntando a la seguridad del paciente, que es el concepto central. Eso nos permite trabajar todo lo que implica el entrenamiento del recurso humano pero con la seguridad de hacerlo sobre simuladores y no sobre el paciente”, explicó en diálogo con Télam-Confiar Nadia Lunge, licenciada en Enfermería, especialista en investigación científica y miembro del equipo docente que se desempeña en los diferentes programas del HMN.
El Centro de Simulación del HMN cuenta con tres espacios: una sala de observación donde hay un paciente sobre la camilla y un simulador sectorial para partos; una sala de operación técnica y una sala de parto, donde se desarrollan los distintos escenarios pensados por el equipo docente.
Los profesionales pueden practicar en el simulador, desde la colocación de la sonda nasogástrica, una intubación, el control de ruidos intestinales, canalizaciones y sondajes, hasta el cambio de aparato reproductor femenino a masculino. Otro simulador permite también entrenar a los residentes en los diferentes tipos de partos y sus posibles complicaciones.
“El centro de simulación ha tenido una gran convocatoria en 2022, pasaron casi 400 profesionales de la salud tanto Hospital Materno y como de toda la provincia a través de un programa del manejo de las emergencias obstétricas”, comentó Lunge.
Y agregó: “El personal de la Red de Traslado también participó de una situación de un escenario de simulación. Se buscaba entrenarlos, por ejemplo, en la derivación, y cómo trasladar un paciente prematuro al hospital teniendo en cuenta que somos el centro de referencia de la provincia, y se dan muchos partos domiciliarios”.
Consultada sobre qué situaciones o escenarios se simulan, respondió: “Estuvimos trabajando todo lo que implica escenarios de simulación para el área perinatal. Esto quiere decir atención oportuna del parto. Entonces trabajamos con los profesionales la técnica de cómo se desencadena un parto y cómo se debe atender correctamente. Después le vamos agregando un poco más de complejidad, por ejemplo, un parto distópico, uno que se complica, etc.”.
“Se programa todo un escenario clínico con el simulador. También simulamos las emergencias, como una hemorragia obstétrica. En ese caso, el equipo tiene que desenvolverse, o bien planteamos casos clínicos de hipertensión de preeclampsia graves, trabajamos colocaciones de vía, armado y desarmado de respiradores de bombas volumétricas, se trabajan maniobras de RCP avanzado. Por ejemplo, hacemos talleres de oxigenoterapia para la gestante y el bebé o talleres de manejo del neonato, dentro de la incubadora”, detalló la especialista y docente.
Para llevar adelante la práctica se programan los diferentes escenarios en el software y lo que se desarrolla en la sala de partos es visualizado desde una Cámara Gesell que además graba cada episodio para después evaluar las acciones y ponderar las decisiones acertadas y corregir las maniobras indebidas.
“Son simuladores, es decir, robots. Es todo muy realista, hasta la piel. Programamos un parto y se va desencadenando. Se produce realmente ese parto, nace el bebé y llora. El programa hace que llore el simulador mientras la mujer emite diferentes sonidos”, comentó Lunge.
“En la cámara Gesell está el equipo técnico con todo un sistema de equipamiento. Cada simulador trae sus software en donde todo se programa, combinado previamente con el instructor docente. Le damos todas las pautas, el caso clínico, y el técnico va cargando en el software y en determinados momentos, se le va diciendo pasa esto o aquello. Incluso, si el profesional tiene que detener la convulsión el simulador convulsiona y nosotros desde la sala técnica vemos todo lo que pasa”, relató la licenciada en Enfermería
Respecto al impacto de las simulaciones en los indicadores de salud o en situaciones de emergencia, destacó una situación que resume los logros.
“Tuvimos una experiencia que creo que sirve de ejemplo para mostrar el cambio. Profesionales del hospital de Eldorado – ubicado a unos 300 kilómetros de Posadas, donde funciona el Hospital Materno Neonatal- se capacitaron con nosotros en el manejo oportuno de una de una paciente con hemorragia postparto y el uso de una herramienta que se llama balón de Bakri. El protocolo sugiere utilizar la técnica para compensar a la paciente y derivarla a un centro de mayor complejidad. Al poco tiempo del taller, los colegas de Eldorado recibieron una paciente con este cuadro clínico, hacen la colocación y la derivan oportunamente. La paciente llega en condiciones realmente óptimas como para poder darle un abordaje integral con resultados positivos”, relató.
Finalmente, Lunge anticipó una medida para consolidar esta herramienta: “Este año estamos trabajando en el proyecto de la modificación de la currícula de los programas de Residencias Médicas incorporando la simulación como horas prácticas dentro de los programas de residencia; entendiendo que los programas de residencia de salud son lineamientos generales desde Nación”.
(*): Red Argentina de Periodismo Científico. Esta nota es una producción de Télam-Confiar, una plataforma con información especializada en ciencia, salud, ambiente y tecnología.