El elenco rosarino, que el domingo recibirá a Aldosivi, se impuso a un rival de Primera C y se metió en los 16avos de final de la Copa Argentina.
Rosario Central venció a Deportivo Cañuelas 1 a 0 con un golazo del volante Mauricio Martínez desde fuera del área, en el primer partido de los 32 avos de final de la Copa Argentina, jugado en el Estadio 15 de Abril, de Unión, en la ciudad de Santa Fe.
Apenas habían jugado 11 minutos cuando “Caramelo” Martínez, que jugó casi toda su carrera en esa cancha, la recibió afuera del área de Leonel Rivas desde la izquierda, pasó a su marcador, le pegó de derecha y la clavó abajo, junto al poste derecho, en el golazo que definió el partido.
Central, que jugó con sólo tres titulares habituales -Vìctor Salazar, José Leguizamón y “Teo” Gutiérrez y el resto todos pibes de la reserva y suplentes- fue superior durante casi todo el partido, pero careció de velocidad y contundencia en sus ataques y no plasmó en la red esa diferencia técnica, física y de presupuesto que le dan las tres categorías que lo separan del humilde Deportivo Cañuelas.
El volante ofensivo formoseño Maximiliano Lovera se cansó de gambetear por los costados, pero a menudo frenó a su equipo por no tirar rápido el centro, patear o tocar, como en el final, cuando sufrió una falta y recibió el reto de “Teo” Gutiérrez, por no devolvérsela.
Cañuelas fue la antítesis porque jugó por momentos bien con el balón aunque cortó casi todas las jugadas con faltas toleradas por el arbitraje permisivo de Ramiro López, pero no generó una sola llegada clara en todo el partido.
Central mejoró en el complemento con los ingresos del uruguayo Washington Camacho y el “Loncho” Ferrari por la izquierda, pero por momentos dio la impresión de que eligió esperar que terminara el partido en lugar de ir a definirlo, más allá de que atacó como la mejor forma de defenderse.
Central, con muy poco juego, mereció aumentar la diferencia, al punto de erigir en figura al arquero Cristian Moyano, quien le sacó un zurdazo a Matías Mansilla en el primer tiempo y dos mano a mano a Bordagaray y dos a Martínez, en el complemento.
El equipo rosarino, que fue acompañado a Santa Fe por una gran cantidad de hinchas, vuelve a desandar el camino de la esquiva Copa Argentina, en la que perdió las últimas tres finales -una por penales contra Huracán, otra por el pésimo arbitraje de Diego Ceballos contra Boca y la última por yerros propios contra River- jugará ahora en los 16 avos de final con el ganador del partido entre Almirante Brown y Deportivo Riestra.