Este particular balneario bonaerense cuenta con un ambiente especial para estar en pleno contacto con la naturaleza. No obstante, los lugareños buscan que, con la declaración de Reserva Natural, cesen las tomas de terrenos e instalación de construcciones de forma ilegal.
MIRAMAR (Corresponsal). – En la lejanía del distrito del Partido de General Alvarado, junto al límite con Lobería, emerge Centinela del Mar, una villa balnearia que conserva el encanto de esos destinos de playas prácticamente vírgenes, pero que cada vez más se transforma en un lugar visitado por aquellos turistas que buscan paz y escapar del ruido de las grandes ciudades.
La mejor forma de llegar a este particular destino costero, es por ruta 88 y luego tomar un desvío de unos 15 kilómetros, o bien se puede tomas un camino de tierra interno desde Mar del Sud.
Allí esperan, entre otras cosas, un conjunto de casas de verano, una capilla, un edificio escolar hace poco transformado en estación científica y un viejo vagón que cumple función de vivienda que vaya a saber uno cómo llegó hasta allí.
Pero también, Centinela es el lugar de residencia de Carlos Canelo un profesor de Educación Física jubilado que hace años decidió plantar raíces allí durante algunos meses del año, intercalando otros tantos con Miramar.
Su conexión con este lugar comenzó hace mucho tiempo, ya que trabajó por varias temporadas de guardavidas en el sector de playas, rodeadas de grandes acantilados y médanos.
Actualmente, junto a su mujer regentean el parador “La lagartija”, donde se les brinda alojamiento a visitantes, además de comida con el objetivo también de cuidar el medioambiente y valorizar a los pueblos originarios que habitaron la región, mediante un centro de interpretación y exposición de cuadros permanente de la artista plástica, Patricia Velardo.
Cabe señalar, que una porción de ese territorio fue declarada el año pasado como Reserva Natural tras un proyecto presentado ante la legislatura bonaerense por el diputado, German Di Cesare.
“Recibimos muchas visitas de gente que estaba interesada por el proyecto de reserva y Pueblos Originarios. Venían comentando las entrevistas que se hicieron, gente de la cultura que, al conocer el lugar, aportan para el proyecto ideas y movidas que nos van fortaleciendo”, contó Canelo a LA CAPITAL.
Este verano el clima acompañó, y el agua de mar después del 20 de febrero, que es cuando entra la corriente cálida, permitió a la gente disfrutar de la playa, pese a que reclamaron como punto preocupante la falta de guardavidas, algo que ocurre desde hace varios veranos por decisión del municipio.
“El gran tema es la basura, nos dejan las bolsas colgadas en los alambrados llenas de todo tipo de desperdicios. Hace más de 15 años con la escuela de Guardavidas en diciembre realizamos limpieza de playas y barranca. La última vez recogimos 8 bolsas grandes de plásticos, es para meditar el tema”, manifestó con preocupación Canelo.
“Esperamos con ganas el seguimiento de la Reserva Natural, en donde marcarán los limites, se organizará el lugar y llegarán guardaparques, gente especializada para cuidar y orientar a los visitantes. Este año tuvimos el aporte de una escultura de una mujer originaria hecha con hierros de descartes y cerámica a cargo de Marcos Monticelli, emplazada en la entrada del predio”, agregó.
También, como atractivo, existe una colección de 20 esculturas donadas de pájaros que habitan la costa realizados en hierro y chapas. Por otra parte, se llegaron científicos, arqueólogos y biólogos a la estación inaugurada en 2022, para seguir con sus relevamientos del lugar.
“Nos dimos cuenta que al ser reserva Natural por ley aprobada hace unos meses nos benefició bastante, el efecto agresivo con el ambiente de quienes manejan motos y cuatriciclos disminuyó”, el propietario del parador.
Usurpaciones
Uno de los dilemas que azota estas tierras es la usurpación de terrenos, contra lo cual siguen luchando lugareños y quienes se establecieron allí hace unos años.
“Tuvimos algunos desubicados alambrando calles en la costanera, la misma gente que colocó unos conteiner allí hace unos años, ese lugar ya es reserva, y esperamos que se actúe con la ley porque hay varios usurpadores de guantes blancos que deberán volar”, aseguró Canelo.
“Los nombres se repiten en esta Argentina y en especial en la provincia de Buenos Aires que quedó en manos de 500 familias, las cuáles bajo un genocidio a los pueblos preexistentes se quedaron con sus territorios”, se extendió.
Por último, Carlos Canelo, destacó la labor de Marcos Cenizo, biólogo- paleontólogo por la continuidad en el trabajo científico en Centinela del Mar hace más de 20 años aportando conocimiento al lugar y quien además fue creador del proyecto Reserva Natural Mixta Centinela del Mar.