Lo detuvo personal de la DDI local en la vía pública horas después de que la justicia de garantías emitiera tres órdenes de detención. Se lo acusa de matar a Juan Andrés Olea (20) el 11 de junio en el barrio Libertad.
El crimen de un joven adicto a las drogas ocurrido en junio último y que, por sus propias características, parecía destinado a quedar sin resolución arrojó una novedad crucial este jueves al ser detenido su presunto autor material.
Juan Andrés Olea (20) fue asesinado el 11 de junio y el primer detenido es Marcos González, quien fue atrapado por personal de la DDI luego de que en la tarde del miércoles se librará una orden de detención por pedido del fiscal Fernando Castro.
Según trascendió, hay otras dos personas prófugas ya que la Justicia de Garantías también avaló la solicitud de la fiscalía para que fueran detenidas. Se trata de dos hombres que habrían participado en el hecho de manera lateral.
El homicidio de Olea tiene el trasfondo de la venta de drogas en la periferia de Mar del Plata donde los conflictos y diferencias suelen zanjarse en los extremos más violentos. El escenario resultó ser en aquella madrugada otoñal el barrio Libertad, donde Olea vivía. Su cadáver apareció en un descampado con el cráneo desecho y su rostro desfigurado. A poca distancia de allí había una viga de acero con manchas de sangre y cabello.
Lo que los peritos pudieron reconstruir fue que Olea había sido víctima de un brutal ataque y que luego el asesino había arrastrado su cadáver varios metros.
La investigación en un primer momento fue complicada porque el contexto no contribuía para obtener testigos: de madrugada, en un lugar algo deshabitado y con la droga en el medio.
Sin embargo, semana a semana se fueron sumando elementos hasta que se logró identificar a González como el presunto asesino, el que destrozó el cráneo de Olea. Esas pruebas señalaron a González como la persona que proveía de estupefacientes a la víctima. También se logró saber la identidad de dos hombres que habrían participado con algún grado de encubrimiento.
Olea había tenido problemas con la Justicia de menor en julio de 2013 por infringir la ley de drogas; ese mismo año además fue detenido por un robo a mano armada cometido con otros delincuentes. A fin de 2013, Olea volvió a caer por droga, por tener en su poder 139 gramos de marihuana y 5 gramos de cocaína.
En marzo de 2014, Olea fue detenido por un robo a mano armada en la vía pública y en junio y agosto también fue detenido por asaltos en la vía pública.
En octubre de 2016, Olea tenía una orden de captura en su contra por un asalto agravado y en septiembre del año pasado volvió a ser aprehendido por un robo agravado, pero esta vez dentro de un domicilio.
El hecho, que se produjo en Canadá (216), entre Libertad y Balcarce, parece comenzar a definir sus bordes y poco a poco la verdad asoma para lograr lo que parecía una imposible.