La cifra corresponde a la comparación con el mismo período del año anterior. Del veranito en el 2016 y el 2017 en el mercado inmobiliario al bajón actual. Cambio de tendencia y perspectivas de mejoras, atadas a la estabilidad del dólar.
Durante el último trimestre del año pasado, las firmas de escrituras cayeron tanto en la provincia de Buenos Aires como en Mar del Plata en el orden del 40 por ciento, a comparación del mismo período de 2017, mientras que el descenso interanual no fue tan pronunciado y alcanzó el 2 por ciento, de acuerdo a las cifras oficiales de la delegación local del Colegio de Escribanos.
En el partido de General Pueyrredon la cifra de compra venta descendió de 1856 escrituras, en diciembre de 2017, a 1186 para el mismo periodo del año pasado. “Además, pasamos de 506 escrituras de hipoteca en diciembre de 2017 contra 54 para el último mes del año pasado”, especificó el presidente de la delegación Mar del Plata del Colegio de Escribanos de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel Area.
Las cifras indicaron una curva descendente, en contraposición a lo ocurrido durante 2016 y 2017, cuando se registraron “cifras históricas” en materia de escrituras. El comportamiento también se reflejó en el sector inmobiliario, ya que algunos martilleros coincidieron en que “se está viviendo un parate” y estimaron el descenso en la venta de propiedades en el orden “del 50 por ciento” durante la segunda mitad del año pasado.
Si bien todas las escrituras se ralentizaron, el mayor descenso se registró entre las realizadas para hipotecas. “El gran impacto de la devaluación se percibe en este último rubro, ya que desapareció la oferta de créditos hipotecarios e imposibilitó a los tomadores comprar los dólares necesarios para el precio pactado”, detalló Area.
Otro daño colateral fue el sufrido por los acreedores de créditos hipotecarios UVA, debido a que la actualización de las cuotas la determina el Indice de Precio al Consumidor (IPC) siguiendo la inflación que calcula el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
El “bajón” fue pronunciado en los últimos tres meses de 2018, pero el interanual alcanzó el 2 por ciento. “En el primer cuatrimestre, hasta la primera devaluación trabajamos bien pero después se empezaron a frenar las solicitudes de los crédito y eso repercutió. De todas formas, el descenso no fue tan pronunciado justamente porque se compensó con lo hecho durante la primera parte del año”, explicó Area.
Parálisis
El panorama en el mercado inmobiliario local no difiere mucho, ya que desde mitad del año pasado “se paralizaron las operaciones de compra y venta”, describió Natalia Wax, de la inmobiliaria del mismo nombre. El análisis fue compartido por personal de Velati Propiedades.
Si bien todas las escrituras se ralentizaron, el mayor descenso
se registró entre las realizadas para hipotecas.
Es que el sector vivió “su veranito” durante 2016 y 2017, especialmente de la mano de los créditos hipotecarios.
En ese sentido, la martillera explicó: “además de la tracción de los créditos ayudó mucho la estabilidad del dólar, hasta el primer cuatrimestre del año pasado”. Y agregó: “Después del primer salto en la cotización del dólar empezaron a bajar las consultas por ventas y casi desaparecieron los créditos”.
De ahí en adelante hubo que recalcular para no llegar a la debacle. “Con la gran devaluación de agosto, cuando el dólar pasó de 20 a 40 pesos, desaparecieron por completo los créditos UVA debido a que están atados a la inflación y, por ende, al dolar”, detalló Wax.
En Velati Propiedades, que durante ese período de “gracia” comprendido entre 2016 y 2017 realizaron varias operaciones con créditos hipotecarios para “casitas y departamentos de dos ambientes”, la situación es similar.
“Con la suba del dolar de mitad de año -señalaron- las cuotas de los créditos hipotecarios resultaron muy altas, pero poco a poco se van reacomodando los valores”.
Y coincidieron con el índice de disminución de operaciones durante la segunda mitad de 2018: “Alrededor del 40 por ciento”, estimaron.
Panorama
En el país, por la histórica inestabilidad de la moneda nacional, el mercado inmobiliario se rige por la moneda norteamericana. Es un uso y costumbre. Así las cosas, apenas el dólar mueve su cotización, el mercado reacciona.
Tanto los martilleros como el escribano coincidieron en que la curva descendente tardará en revertirse.
“Hasta que el dólar no se estabilice, los bancos no volverán a otorgar créditos hipotecarios, por ende va a seguir parado el mercado, que es como el financiero: buscan confianza”.
Asimismo, advirtió que “nadie quiere invertir a no ser que se trate de una oportunidad. La necesidad queda estancada frente a la realidad del mercado”, estimó Area.
La martillera Wax opinó de manera similar, ya que a su entender “hasta que el dólar no quede estable, no van a volver los créditos por parte de los bancos. Hoy rige la incertidumbre y se va a revertir en tanto y en cuanto se estabilice la cotización del dólar”.
Desde Velati Propiedades fueron un poco más optimistas, aunque reconocieron que el mercado deberá recalcular. “Poco a poco se irá normalizando -estimaron-, como los precios de los combustibles o los alimentos que se fueron acomodando. Va a costar un poco, pero la gente tiene fe. Hay que seguir trabajando con empuje y estar al lado del cliente”.
Asimismo, consideró: “creo que, de a poco se puede revertir la situación. Primero hay que controlar el dólar y el tipo de cambio, pero si no se genera confianza no va a cambiar”.