El ginecólogo José Gigena explicó que un embarazo en una niña tan pequeña tiene alto riesgo de vida y llamó a reflexionar al país. Además reveló que tanto él como su esposa, la ginecóloga Cecilia Ousset, reciben amenazas por grupos pro vida.
El médico ginecólogo José Gigena, que intervino en la cesárea practicada a la nena de 11 años, afirmó hoy que la intervención se realizó “tarde, pero se hizo. Esperemos que esto sea un espejo en el que mirarse todo el país porque este tipo de casos pueden seguir ocurriendo”.
Gigena y su esposa, Cecilia Ousset, fueron los médicos ginecólogos de San Miguel de Tucumán que intervinieron en la cesárea practicada en la niña que cursaba su semana 23 de embarazo provocado por una violación.
“La cicatriz del alma de esta niña va a demorar mucho tiempo en metabolizar todo, y ojalá pueda tener una vida normal y feliz como todos quisiéramos en una nena de once años”, agregó Gigena, quien afirmó estar recibiendo amenazas de los grupos provida.
El ginecólogo agregó que “un embarazo de esta característica tiene cuatro veces mayor riesgo de vida que una niña de quince años. Tarde, pero llegó la interrupción legal del embarazo. Se hizo y esperamos que evolucione en forma favorable”.
Y concluyó: “que esto sea un espejo en el que mirarse todo el país porque este tipo de casos pueden seguir ocurriendo”.
La niña de 11 años estaba embarazada de 23 semanas producto de un abuso sexual de la pareja de su abuela materna, y fue sometida a una cesárea. Este caso generó un cruce entre el gobierno provincial, que anunció que acató una orden judicial en “procura de salvar las dos vidas”, y la Corte Suprema de Justicia, que negó haber dispuesto esa medida.