El joven que atropelló y mató al policía al intentar evitar un control de alcoholemia en 2015 fue hallado culpable del delito de homicidio simple.
Lucas Carnero fue condenado este viernes a 10 años de prisión por atropellar y matar al policía Fabián Mendiola (33) tras evadir un control de alcoholemia en Colón e Hipólito Yrigoyen en julio de 2015. Para el tribunal el joven fue responsable del delito de homicidio simple.
El tribunal, compuesto por los jueces Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso y Aldo Carnevale, hizo lugar al planteo del fiscal Pablo Cistoldi y los abogados particulares damnificados y entendió que el accionar de Carnero constituyó el delito de homicidio simple, y no homicidio culposo, es decir sin intención, como planteó la defensora oficial María Laura Solari.
La fiscalía había pedido una condena por 12 años de prisión, mientras que los abogados de la familia había pedido 12 años y medio y 16 años de cárcel para el joven de 23 años.
Carnero estaba acusado de “homicidio simple con dolo eventual”, debido a que se estableció que al momento del accidente conducía alcoholizado y a una velocidad superior a la máxima permitida. Además, poseía un registro tramitado de manera irregular, que incluso es investigado en el marco de la causa denominada popularmente como “licencias truchas”.
Carnero fue detenido en Arenales y Almirante Brown, luego de ser perseguido por varias cuadras por atropellar y matar a Mendiola, que había intentado interceptarlo en un control de alcoholemia montado en avenida Colón e Hipólito Yrigoyen.
La aprehensión se registró en horas de la madrugada del martes 21 de julio, y el joven conducía con 1,44 miligramos de alcohol en sangre, razón por la cual intentó fugarse y evitar la multa que iba a recibir, además del secuestro de su automóvil marca Volkswagen Up.
Según establecieron los investigadores, Carnero había salido a bailar para festejar el Día del Amigo, y al momento de atropellar y matar al policía iba acompañado de otros tres jóvenes.