Las audiencias se retomarán este viernes con el pedido de pena del fiscal Daniel Vicente. En la última ronda de testigos, dos mujeres especializadas en la problemática de la violencia de género explicaron por qué el caso debería ser considerado un femicidio más allá de las pruebas científicas.
El juicio en el que se busca determinar las responsabilidades en torno a la muerte de la menor Lucía Pérez (16) llegó a su final la incorporación de prueba y recién retomará su actividad el viernes con el alegato de la fiscalía.
Con la declaración de dos mujeres representantes de organismos especializados en violencia de género, la pareja de Juan Pablo Offidani, la hija y la psiquiatra de Alejandro Maciel se completó la séptima audiencia desarrollada en la sala del Tribunal N°1 de esta ciudad.
Los jueces Aldo Carnevale, Pablo Viñas y Facundo Gómez Urso dieron por cerrada así la etapa de prueba del juicio sin que Offidani, Maciel y el otro imputado, Matías Farías, solicitaran declarar.
En la jornada de este miércoles el fiscal Daniel Vicente y el abogado de la familia Pérez, Gustavo Marceillac, intentaron mostrar a los magistrados que la violencia de género puede producirse desde más allá de la materialidad científica. Si un cuerpo no tiene huellas de un abuso, o de golpes, o de maltrato, igual puede pertenecer a una mujer sometida y subordinada por una relación asimétrica.
Para ello llevaron al estrado a Luz Torres, del Instituto Nacional de las Mujeres, y a Laurana Malacalza del Observatorio de Violencia de Género de la Defensoría del Pueblo.
Más allá de algún contrapunto con el tribunal (en particular por razones vinculadas a sortear la confusión o complejidad de ciertos enunciados), tanto Torres como Malacalza aportaron datos generales y conceptuales sobre la temática de violencia de género que puede devenir en un femicidio.
Para el fiscal Vicente es primordial que los jueces acepten esa mirada, la cual, en este caso, está reñida con la carga probatoria. Precisamente, los elementos incriminatorios contra Farías y Offidani en relación a un abuso sexual seguido de muerte son, desde las conclusiones de la ciencia forense, casi nulos. El cuerpo de Lucía Pérez no tenía lesiones genitales ni en otra parte del cuerpo que fueran indubitablemente originadas por un ataque sexual.
Por eso es que, frente a ese panorama -ya conocido antes de iniciarse el juicio-, la estrategia de la acusación pasa porque la muerte de la menor se entienda como un episodio gestado en un escenario de violencia de género, dada la vulnerabilidad de una joven con problemas de drogas y por su condición de menor.
Para el abogado Marceillac está en juego lo mismo y por eso intentó profundizar algunos conceptos de las dos testigos. “Esperemos encontrar alguna respuesta por ese lado”, dijo en diálogo con este medio.
A su turno, la pareja de Offidani ofreció un testimonio de concepto con la natural subjetividad que surge de su relación, mientras que la hija de Maciel llegó a emocionarse durante su comparecencia.
A propósito de Maciel trascendió que el fiscal Daniel Vicente podría retirar la imputación por encubrimiento agravado durante su alegato. Esto sería el resultado de la imposibilidad de revertir en el juicio lo que aparecía en la causa: que era muy difícil probar que el cuerpo haya sido lavado.
En la jornada del viernes se producirá la presentación de Vicente en la que seguramente pedirá prisión perpetua para Farías por considerarlo autor del delito de abuso sexual seguido de muerte bajo la figura de femicidio, mientras que para Offidani solicitaría una pena menor por entender su rol propio de un partícipe secundario.
También solicitará que a ambos se los condene por la tenencia de estupefacientes con fines de comercialización doblemente agravada.