El juez de garantías, Gabriel Bombini, aceptó la excusación del funcionario, quien había considerado que ya no podía trabajar con la familia del arquitecto desaparecido luego de que el abogado Julio Razona pidiera su recusación. En los próximas días la Fiscalía General deberá designar una nueva persona a cargo de la investigación.
El fiscal Fernando Castro dejó la causa que investiga la desaparición del arquitecto Fernando Lario, quien fue visto por última vez en julio de 2012.
La excusación fue aceptado por el juez de garantías, Gabriel Bombini, luego de que Castro considerara que había una “pérdida de confianza” en su persona por parte de la familia de Lario, que hace unos meses había presentado, a través de su abogado Julio Razona un pedido de recusación.
En su oportunidad, Razona había solicitado la recusación de Castro por considerar que hubo “largas demoras en la instrucción, perdida de material probatorio, imputación a un testigo colaborador y otras falencias”.
Sin embargo, la Justicia de Garantías había desestimado ese pedido de recusación presentado por Razona, por considerar que no había elementos objetivos para considerar que Castro había perjudicado de alguna manera la investigación con su trabajo.
Tras esto, fue el propio fiscal quien pidió dejar la causa que investiga la desaparición del arquitecto, lo que finalmente ocurrió en las últimas horas.
Cabe destacar, que el procurador general de la Suprema Corte de la Provincia, Julio Conté Grand, ya había designado a dos inspectores para colaborar con las investigaciones propuesta por la familia de Lario.
El fiscal general de Mar del Plata, Fabián Fernández Garello, deberá designar un nuevo fiscal para continuar con la investigación del hecho.
Fernando Lario desapareció a mediados de 2012 y en la investigación de ese hecho participaron los fiscales María Isabel Sánchez, Fernando Berlingeri y Fernando Castro, pero ninguno logró esclarecer lo que ocurrió.
La única certeza es que el 7 de julio de 2012 Lario dejó la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Mar del Plata tras un acto eleccionario y tras algunos mensajes de tono suicida a su entonces novia nada más se supo. Recién al cabo de un par de días se estableció que su morral y un abrigo habían sido abandonados junto a un acantilado del sur.
Sin embargo, lo que en apariencia se alzaba como un escenario en el que el arquitecto se podía haber quitado la vida, nunca pudo ser comprobado. Su cuerpo jamás apareció y algunas circunstancias de su vida personal abrieron la posibilidad de una venganza o una desaparición voluntaria.