Carmen Barbieri viajará a Nueva York para diseñar el vestuario de su próxima revista, que estrenará en el Atlas el 1 de diciembre. "No estoy ni estresada ni cansada, estoy muy feliz", dijo a LA CAPITAL.
Dueña de una energía envidiable, Carmen Barbieri tuvo una temporada en la que se movió entre Mar del Plata y Carlos Paz. Al frente de dos espectáculos revisteriles, la popular directora y vedette se despedirá esta noche del teatro Corrientes junto al elenco de “La Revista de Mar del Plata”, un espectáculo que la unió laboralmente a Santiago Bal (su ex pareja) y a un grupo de artistas que encabezó Paola Miranda.
“Fue una temporada fabulosa”, dijo a LA CAPITAL, a modo de balance y tras los ecos de haber tenido sala llena durante las funciones de Semana Santa en Mar del Plata.
“No hay un artista que haya hecho dos temporadas al mismo tiempo en dos ciudades. No tuve un día de descanso: fueron cuatro meses dirigiendo las dos obras, dos compañías distintas, cuarenta artistas en escena bajo mi dirección y la verdad es que fue una experiencia genial”, agregó Carmen.
En la ciudad cordobesa había instalado su casa de manera permanente, con la idea de sostener los lunes los espectáculos del teatro Corrientes local, pero la dinámica de un temporada atípica la obligó a estar presente también “los martes y después los martes y miércoles”, contó. “Así que me dividí entre los dos espectáculos y nos fue muy bien en Carlos Paz y muy bien acá. Estamos muy felices”, agregó.
– Estarás también algo agotada…
– No estoy ni estresada ni cansada, estoy muy feliz, tengo muchas ganas de tomarme veinte días de descanso. De hecho me irá a una isla a descansar y después a Nueva York a trabajar. En Estados Unidos tomo clases y compro algunas piedras y las mando a soldar a galpones, voy de galpón en galpón. La cuarta parte de la ropa de la revista del año que viene, que se verá en el Atlas, la traigo de allá. Paso la mitad del tiempo trabajando y la otra mitad del tiempo viendo espectáculos que me abren la cabeza y estoy con amigos que viven allá. Voy una vez por año en Nueva York.
– ¿Volvés al Atlas?
– Vuelvo a la casa de mis viejos, como Carlos Rottemberg. El 1 de diciembre de este año debutamos en el Atlas, con producción de Juan Alzúa. Y antes, preparo un music hall para Termas de Río Hondo (Santiago del Estero) que debuta el 1 de julio. Serán tres meses y medio, hasta mediados de octubre.
– ¿Regresar a un teatro como el Atlas supone pensar que pasó la crisis de la revista como género?
– Nunca hubo crisis en la revista. Hay crisis en el país, pero en la revista no. Si vamos a hablar de teatro hay crisis en el bolsillo de la familia argentina, entonces el teatro tuvo que rever las entradas y las formas de venta y todo porque hubo que acomodarse al bolsillo argentino, pero la revista no estuvo en crisis. Lo que pasa es que la gente del ambiente, algunos, no todos, hablan muy mal de la revista, la tratan de un género menor y es un género muy difícil de hacer. La revista nunca estuvo en crisis, puede ser que esté congelada, que no se haga, pero cuando se la reflota la gente responde muy bien porque gusta. Ayer (por el viernes) la gente aplaudió de pie a Mariquena del Prado.
– ¿Qué podés adelantar de tu próximo espectáculo en Mar del Plata?
– Será una revista como la de Vedettisima, con mucha gente. Con mujeres hermosas y talentosas, artistas como Martín Abascal, un cantante y actor que se ganó el premio Revelación en el último Estrella de Mar, haré audiciones para actores y habrá gente de Mar del Plata que formará el ballet. Y un vestuario increíble.