La Ciudad

Carlos Bianco: “Hoy la gente no nos ve como una alternativa y eso hay que construir”

El ministro de Gobierno bonaerense aseguró que no hay una decisión sobre el desdoblamiento electoral pero planteó su interés "por discutir los temas provinciales". Además, criticó al gobierno de Milei y habló de la interna con La Cámpora. "Perder con un estandapero de la televisión fue un golpe histórico para el peronismo", sostuvo.

Por Hernán Kloosterman

Carlos Bianco asegura con énfasis que está convencido y orgulloso de la gestión del gobierno provincial que lidera Axel Kicillof y deja en claro su interés “por discutir los temas provinciales” en las próximas elecciones. Lo dice en un contexto en el que se espera una definición del gobernador sobre el desdoblamiento de los comicios como sucede en muchas provincias.

“Estamos orgullosos y convencidos de lo que estamos haciendo en la provincia. No le tengo miedo a ese debate”, afirma el ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires en una entrevista con LA CAPITAL. Toda una señal, aunque adelanta que la definición se tomará después de las sesiones extraordinarias que clarificarán el escenario electoral.

Sentado en un sillón del Gran Hotel Provincial, Bianco recorre los primeros indicios de la temporada de verano, los desafíos de la gestión y se mete de lleno en el terreno político. Cuestiona duro al gobierno de Milei –”es una ‘remake’ en clave de farsa”– pero también lanza críticas a su espacio: “Hoy la gente no nos ve como una alternativa y eso es lo que hay que construir”, titula el hombre más cercano al gobernador. Además, habla de la interna con La Cámpora y del liderazgo de Kicillof.

-¿Cuáles son los principales desafíos para el año en la gestión?

-Veníamos, después de la pandemia, con un plan de expansión muy fuerte en políticas públicas, teníamos muchos ejes ofensivos de la gestión. Después de que vino Milei, con los recortes que hubo para la provincia, estamos en un enfoque mucho más defensivo. Básicamente, para tratar de que no golpee tanto la crisis macroeconómica que tiene el país, más allá del veranito financiero. Eso implica determinadas prioridades como fortalecer la educación y la salud pública. Seguimos manteniendo la obra pública, obviamente en menor volumen que años anteriores porque tenemos menos recursos. Pero ese menos es infinitamente mayor que lo de Nación que directamente no hace nada. Está todo parado. Abandonaron los arreglos de las rutas nacionales y eso sirve como excusa para privatizarlas. Esto ya pasó en los 90. Es una ‘remake’ en clave de farsa.

-En ese contexto, ¿cómo cree que se explica el consenso que tiene el gobierno en muchos sectores de la sociedad?

-Yo no creo que haya un consenso. Hay muchas encuestas que muestran cierta imagen positiva y expectativa pero eso no implica intención de voto. Lo que creo es que ha sido un año muy difícil, que la gente se ha acomodado, y degradado sus condiciones de vida; y habiendo caído tanto la situación, esperan una mejora que no llega. Pero esa esperanza existe porque al ver el escenario político, del otro lado tampoco es que ven mucho. Lo digo críticamente hacia mi fuerza política. Hoy nadie nos ve, salvo los más ideologizados, como una alternativa y eso es lo que hay que construir. Este modelo termina mal. Pero la gente no nos ve como una alternativa. Tenemos que construir ese discurso de futuro y de esperanza. Es es el desafío de nuestra fuerza, con todos los debates internos.

-¿Y cómo se logra?

-Nosotros tenemos una gestión que contrasta muy fuerte con el gobierno nacional para mostrar que somos exactamente lo contrario. Mostramos que hay otra forma de gobernar y generar expectativa. Esa es la prédica del gobernador que se basa en la gestión. Insisto, de modo más defensivo ahora que en los últimos años.

-¿Las elecciones de este año qué representan a futuro?

-Acá se discuten dos cosas. A nivel nacional, la discusión del proyecto político que siempre está en debate y, a nivel provincial, se discute una forma de gestionar la provincia. Son discusiones desdobladas. Muchos gobernadores están desdoblando porque sienten que quieren discutir los temas provinciales y a nosotros también nos interesa esa discusión. Algunos dicen que no conviene desdoblar porque se van a poner los ojos en los problemas de la provincia. ¿Y cuál es el problema si nosotros estamos orgullosos y convencidos de lo que estamos haciendo en la provincia? No le tengo miedo a ese debate, es más: quiero poner en valor esa discusión provincial, independientemente de la definición que se tome después.

-¿La postura del gobernador se inclina más hacia el desdoblamiento?

-No tomó una decisión porque dependerá mucho de lo que suceda en las sesiones extraordinarias cuando se discuta, entre otras cosas, el régimen de las PASO. Una vez que esté claro el panorama, el gobernador va a tomar la mejor decisión para los bonaerenses.

-¿Cuál es su posición respecto a las PASO?

-Si se eliminan las PASO a nivel nacional, dejan de tener sentido a nivel provincial. Aparte va a haber una presión política muy fuerte. Creo que hoy las PASO han perdido parte del sentido. La virtud de las PASO es que permitían fortalecer el sistema de partidos políticos al generar una interna abierta. Ya no existe más eso por la boleta única de papel que favorece más individualidades que proyectos políticos.

-¿Axel Kicillof es el principal candidato que asoma para disputar el poder al gobierno nacional?

-Por lo pronto, es quien detenta el principal cargo institucional hoy en el peronismo. Objetivamente, hoy es una figura política, sobre todo habiendo gobernado, habiendo sido reelegido de la forma en que lo hizo, siendo quien se esté expresando más abiertamente en contra de las políticas de Milei. Y es algo que te lo dicen en la calle. Habrá que canalizar ese sentimiento popular a la construcción de una alternativa.

-¿Cómo cree que se va resolver la interna que se desató con La Cámpora?

-El peronismo perdió unas elecciones muy duras, perder con un ‘outsider’, un estandapero de la televisión, lo digo con respeto porque es a lo que se dedicaba, fue un golpe histórico para el peronismo. Y eso genera tensiones internas, caracterizaciones distintas de lo que pasó y tácticas distintas para lo que viene. La analogía que uso es que perdiste una final, fuiste al vestuario y no te abrazás con tus compañeros: hay reclamos, recriminaciones. Estamos en ese proceso. Habrá que ir a la ducha, bajar un tono y después discutir cómo se juega el próximo campeonato. Hay que formar el equipo.

-¿Y cree que van a estar todos en el plantel?

-Nosotros nunca cortamos el diálogo con nadie. Nunca hemos contestado públicamente una agresión de las que ha recibido el gobernador. Somos respetuosos de nuestra fuerza política y de nuestros compañeros, no hemos atacado a nadie ni generado canciones para faltarle el respeto a nadie. Nosotros vamos a seguir dialogando porque, además, son los compañeros más cercanos generacionalmente e ideológicamente y muchos son amigos. No nos podemos pelear con ellos. Está bien que tengamos diferencias, estamos abiertos a dar ese debate.

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