El fiscal Leandro Arévalo dejará de ser el titular de la Fiscalía N° 7 y pasará a la Fiscalía de Flagrancia. Su lugar, como subrogante, lo ocupará el fiscal de menores Carlos Russo. Hay nueve cargos de fiscales vacantes.
El fiscal Leandro Arévalo dejará su cargo en la Fiscalía N° 7 y pasará a ocupar funciones en la Fiscalía de Flagrancia, luego de que su colega de esa dependencia, Gastón De Marco, jurara recientemente como juez de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal.
Ante esta situación, por orden del fiscal general de Mar del Plata, Fabián Fernández Garello, el fiscal de menores Carlos Russo pasará a ser fiscal subrogante de la Fiscalía N° 7 mientras mantiene sus funciones en el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil N° 4.
Este “enroque” entre los fiscales, responde a que para Fernández Garello, tras la partida de De Marco, no es conveniente agregar otro fiscal subrogante a la Fiscalía de Flagrancia por la multiplicidad de audiencias que posee y la brevedad de los plazos procesales que rigen el propio procedimiento de flagrancia. Es por esto que, para Fernández Garello, se requiere contar con un número mínimo de fiscales permanentes, para asegurar la mejor funcionalidad de esa fiscalía.
“Ante esta nueva vacante, interpreto que sería mas adecuado que continúe prestando servicios en la Unidad Funcional de Flagrancia, de manera permanente, el agente fiscal Leandro Arévalo”, remarcó en la resolución.
Si bien Arévalo pasará a la Fiscalía de Flagrancia desde el 9 de agosto, estará al frente de lo debates fijados de la Fiscalía N° 7 durante este mes, como el que se realizará la semana que viene por el crimen de Nicolás Vieytes durante un robo en el barrio La Herradura.
El fiscal general destaca que en el Departamento Judicial de Mar del Plata hay nueve cargos de fiscales vacantes, lo que hace prácticamente imposible reemplazar en el ejercicio de la acción pública a fiscales por otros. Es decir, hacen falta más nombramientos.
Estos nuevos cargos de fiscales vacantes podrían incrementarse drásticamente en el corto tiempo, ya que hay tres fiscales que podrían jubilarse a la brevedad y hay otros dos, que tal como hizo Gastón De Marco, concursan para ser nombrados jueces de Cámara.
Si bien este cambio en las fiscalías es un ordenamiento de recursos dentro del Departamento Judicial de Mar del Plata, no puede perderse de vista que entre el fiscal Leandro Arévalo y la Fiscalía General se generó cierto malestar tras sus criticas en su alegato en el juicio de Lucía Pérez.
En ese alegato, en uno de los juicios más mediáticos que tuvo Mar del Plata en los últimos años, Arévalo pidió “disculpas en nombre de Ministerio Público Fiscal” por las “falencias” de la instrucción inicial del caso, a cargo de la fiscal María Isabel Sánchez, que “derivaron en un perjuicio para las pretensiones de la familia de la víctima”. “La Procuración y la Fiscalía General tampoco dijeron nada. Ni siquiera le hicieron alguna observación a Sánchez”, había dicho en su alegato, mientras era seguido por medios de todo el país.
Por estos comentarios, Fernández Garello salió al cruce de Arévalo y emitió un comunicado para informarle a la Procuración General y pedirle que evalúe “una posible transgresión por parte del fiscal Leandro Arévalo de las normas que rigen el decoro y comportamiento de los miembros de este organismo requirente en el ejercicio de sus funciones”.
Cabe recordar que la fiscal María Isabel Sánchez, quien realizó la investigación por la muerte de Lucía Pérez, fue también trasladada de su fiscalía hacia la Fiscalía de Flagrancia, donde cumple funciones desde entonces.
Finalmente, en el segundo juicio por la muerte de Lucía Pérez, en el que estuvo al frente el fiscal Leandro Arévalo, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 condenó a la pena de prisión perpetua a Matías Farías por el abuso sexual y el femicidio de Lucía Pérez, mientras que a Juan Pablo Offidani a 8 años de prisión como partícipe secundario del primer delito.