Un conductor de 22 años fue condenado este lunes en Alemania a cadena perpetua tras considerarse como asesinato el accidente mortal que causó durante una picada ilegal de coches.
La Audiencia Provincial de Kleve (oeste de Alemania), siguiendo la petición de la fiscalía, condenó al joven de origen kosovar por la muerte de una mujer de 43 años que conducía otro vehículo ajeno a la competición.
Los hechos se produjeron en abril del año pasado, según la reconstrucción judicial, cuando el condenado y otro acusado de origen alemán (que fue sentenciado a tres años y nueve meses de cárcel), participaron en una carrera ilegal en una zona de viviendas de la localidad de Moers (oeste).
Entonces el vehículo del principal condenado -de 600 caballos- chocó a 167 kilómetros por hora -según el informe pericial- con el pequeño vehículo de la fallecida, cuando éste se incorporaba a la calle principal donde se disputaba la carrera. La mujer murió tres días después a consecuencia de las heridas.
El fiscal argumentó en su alegato final que el condenado era consciente de que a esa velocidad “vertiginosa” podía provocar un accidente mortal y asumió el riesgo.
“Lo siento increíblemente. Me gustaría volver atrás, pero no puedo”, dijo por su parte el conductor antes de conocer la sentencia.
En los últimos años, los fiscales alemanes empezaron a acusar de asesinato a los conductores que provocan atropellos mortales durante carreras ilegales, con el objetivo ejemplarizante de atajar esta práctica. Algunos casos, sin embargo, fueron recurridos con éxito.
EFE.