La dinámica de la movilidad urbana va variando de forma, desde las dos ruedas a la electricidad como combustible. Salud, economía y comodidad son parte del combo de los nuevos medios de transporte ciudadanos.
Monopatines, bicicletas y motos eléctricas, motonetas y bicicletas convencionales y hasta skates se suman al paisaje urbano a la hora de los desplazamientos callejeros. Combate al sedentarismo, economía y hasta quejas por la falta de educación vial forman parte de la nueva postal que propone la movilidad sustentable en la ciudad.
Estos medios de transporte alternativo ganaron relevancia en los últimos años. Incluso el uso de la bicicleta convencional “explotó” durante la pandemia del Covid-19, que si bien abarca a todas las franjas etarias, los más jóvenes se posicionan como los más innovadores a la hora de los desplazamientos.
Las bicicletas eléctricas tienen una autonomía variable, con 20 kilómetros como base dependiendo del peso transportado. El sistema para cargar la batería funciona de manera similar a la de los teléfonos celulares.
Si bien en la actualidad se dificulta hablar de precios -ya que varían casi diariamente y dependen del modelo y marca elegida-, las más baratas parten de los 490 mil pesos.
Muchos modelos, además, aportan portabilidad, dado que algunos son plegables y resulta fácil subirlos en un ascensor o trasladarlos en el baúl de un vehículo.
Enchufe
Por otra parte, las motos eléctricas también ofrecen seguridad vial y sustentabilidad. Al ser de baja cilindrada, la velocidad máxima ronda los 50 kilómetros por hora. La autonomía depende de cada marca y modelo, pero parten de los 40 kilómetros. La misma variabilidad afecta a los precios, con una base que parte de los 600 mil pesos
“Te da tiempo para frenar o realizar cualquier maniobra necesaria. Además, la gran ventaja es que no contamina, ni siquiera sonoramente, ya que no depende de ningún tipo de fluido”, aseguró Christian Fiego, representante de una marca china en la ciudad.
Las clásicas motonetas también ganan las calles marplatenses y cada vez son más, especialmente de baja cilindrada, y, por ende, menor precio.
Los nuevos usos y costumbres se reflejan en las estadísticas. Por segundo año consecutivo, en 2022 se vendieron más motos nuevas que autos cero kilómetro: se patentaron 410.955 motocicletas (un 7,1 por ciento más que en 2021) contra 407.532 autos (un 6,8 por ciento más que en 2021), según los datos proporcionados por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara).
Una de las causas de este crecimiento es la pérdida de nivel adquisitivo de la mayoría de los argentinos. Esto se debe a que el modelo más barato de una moto puede costar diez veces menos que un auto de la gama más económica, unos 450 mil pesos contra 4 millones de pesos.
Otra, según la opinión de un vendedor de motos con años en el negocio, es que las dos ruedas se volvieron un refugio contra la inflación: “Algunos compran electrodomésticos, otros motos”, apuntó. Y una tercera variable pasa por la financiación, apuntalada especialmente por los planes lanzados por bancos oficiales como el Nación.
Multiuso
A pesar de las quejas frecuentes por la falta de infraestructura en la ciudad para la circulación de bicicletas, los más jóvenes las utilizan para cumplir con sus obligaciones diarias.
Tal es el caso de Nicolás, quien empezó a usarla cotidianamente como medio de transporte hace “unos cinco años, cuando volví de estudiar en La Plata. Hoy voy y vengo a mi trabajo en bici, que me queda a unos 8 kilómetros de casa ida y vuelta”.
Los motivos de la elección de ese medio de locomoción son: “gusto, una cuestión económica, y para no ser tan sedentario”, enumeró. Además, se quejó porque “las calles están hechas un desastre y no hay ciclovía. Es cierto que falta infraestructura para el ciclista”. El único enemigo es la lluvia.
Muchos peatones también se quejaron por la falta de educación vial de los ciclistas, que no respetan los semáforos o circulan por la vereda, especialmente en el sector costero.
Los monopatines eléctricos son otros de los vehículos sustentables que ganan presencia en las calles, con inmensa variedad de marcas y modelos, variabilidad de prestaciones y autonomía, lo que se ve reflejado en sus precios. Hoy, los más económicos parten de los 180 mil pesos.
Así como se va reconfigurando el parque de vehículos que circulan por la ciudad, también se debería ir modificando el espacio público para la mejor convivencia entre todos.