En marzo se realizará un nuevo encuentro entre dirigentes de ambos partidos.
El legislador tucumano y referente de Fuerza Republicana (FR) Ricardo Bussi, hijo del represor Antonio Bussi, se reunió en Buenos Aires con el diputado de La Libertad Avanza y anunció que acordaron “proyectos que permitirán que Tucumán se recupere de tantos años de postración”.
“Concurrimos a la cordial invitación cursada por el líder libertario en la sede central de su partido en la Ciudad de Buenos Aires, a la que asistieron, además, referentes de distintos sectores de la juventud libertaria y representantes de sectores productivos”, publicó Bussi sobre el encuentro en su cuenta de Twitter.
El referente de FR sostuvo que Milei “está al tanto de la problemática provincial” y manifestó que “con el fin de colaborar y empezar un trabajo conjunto, ambos partidos hemos acordado la elaboración de proyectos que permitirán que Tucumán se recupere de tantos años de postración”.
Bussi contó que en marzo de este año se realizará un nuevo encuentro entre dirigentes de ambos partidos para “diagramar un plan de trabajo en la búsqueda de soluciones concretas para la provincia”.
Además, adelantó que Milei visitará la provincia el próximo 8 de mayo.
Por otro lado, el partido nacional que expresó su respaldo a la candidatura presidencial de Milei es Unión Celeste y Blanco, que tuvo al exdiputado Francisco de Narváez como referente entre los años 2007 y 2015.
El sello está legalmente constituido en cinco provincias, por lo que cuenta personería nacional, y su actual secretario general es Rafael de Francesco, informó La Libertad Avanza en un comunicado.
El 30 de septiembre pasado Milei había llegado a Tucumán, donde fue recibido por Bussi, quien luego anunció que competirá como candidato a gobernador en las elecciones provinciales del próximo 14 de mayo.
El partido tucumano fue fundado por el represor Antonio Bussi, quien fuera interventor militar de Tucumán durante la dictadura y luego, ya en democracia, lograra ser gobernador de la provincia por el voto popular entre 1995 y 1999.
Beneficiado por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, fue condenado a perpetua en 2008 cuando se reabrieron los juicios por delitos de Lesa Humanidad.