La Ciudad

Buscan un abordaje “integral” para combatir las fiestas clandestinas

Será una de las prioridades del municipio en los operativos de prevención, en coordinación con la Provincia. “Debemos hacer una inteligencia previa para desarticular estas actividades”, sostuvo el secretario de Seguridad, Rodrigo Goncalvez.

“Tenemos un Boca-River todas las noches”. La frase que suele repetir el intendente Guillermo Montenegro resume lo que se espera en la ciudad en la próxima temporada de verano a partir de la llegada masiva de turistas, lo que renueva el desafío de un abordaje integral en materia de seguridad.

Ante la cercanía del verano, la Secretaría de Seguridad, a cargo de Rodrigo Goncalvez, avanza en los preparativos para combatir el delito. Una misión para la cual, como todos los años, se ampliará el recurso humano y logístico, en coordinación con el Gobierno provincial.

“Siempre la época estival para Mar del Plata es un nuevo desafío todos los años. Buscamos un abordaje integral desde el Estado en función del cuidado de las personas, para lo cual necesitamos ampliar los recursos humanos, en articulación con todas las áreas”, apuntó Goncalvez, en diálogo con LA CAPITAL.

Las cuestiones a atender son múltiples: el tránsito y acciones siniestrales; el control de los incendios; la prevención del delito en la vía pública y en la propiedad privada; las fiestas clandestinas y la nocturnidad. Este último, un punto indispensable a partir del perfil de público joven que viene recibiendo la ciudad.

“La operatividad en el verano no duerme, son 24 horas todos los días. Mar del Plata se impone como el destino turístico más elegido para veranear, con el agregado de la cantidad de eventos masivos durante la nocturnidad”, resaltó el funcionario.

Frente a este escenario que se avecina, el establecimiento de las zonas que requieren de mayor saturación policial es clave, aunque pueden variar según los días y el horario.

Una operaria del COM mira imágenes de las cámaras de seguridad en el Centro de Monitoreo.

La atención estará puesta principalmente en los espacios de mayor aglomeración comercial, como los corredores de 12 de Octubre, San Juan, el microcentro, Güemes y Alem. A esto se suman los barrios periféricos.

Y, sobre todo, el sector costero y sus polos de diversión (en particular, Playa Grande y la zona sur, donde se organizan los famosos “after”).

En relación a la clandestinidad, cabe recordar que, semanas atrás, la Subsecretaría de Inspección General prohibió la realización de eventos cuya ubicación sea ocultada al público. El objetivo es “garantizar” las condiciones de seguridad de los asistentes y “evitar que se ponga en riesgo a la comunidad”.

“La clandestinidad llega de la mano de acciones inescrupulosas, sin la mirada del Estado. Por eso, en estos casos debemos salir a ‘cazar’ algo que se esconde. Estas reuniones se dan por razones económicas, hay consumos indebidos y falta de medidas de seguridad para el público. Por ejemplo, salidas de emergencia y abordaje sanitario”, acotó Goncalvez.


Coordinación

Como todos los años, la implementación del Operativo de Sol a Sol, a cargo del Gobierno provincial y el cual tiene como finalidad garantizar la seguridad en los principales destinos de la costa atlántica bonaerense, será indispensable para la prevención en Mar del Plata.

En las últimas semanas, los equipos de la Secretaría de Seguridad y del Ministerio que conduce Javier Alonso afinan detalles para la organización del clásico operativo. Si bien aún no está confirmado cuándo será su lanzamiento, la fecha sería entre el 15 y el 20 de diciembre, según supo LA CAPITAL.

 

El año pasado, el Operativo de Sol a Sol contó con un despliegue de 22.361 efectivos policiales que dispusieron tareas de prevención y cuidado.

A su vez, se agregaron 185 autos/camionetas, 76 motocicletas, 10 camiones, 8 cuatriciclos, 6 helicópteros, 4 motos de agua y 2 lanchas.

“La Provincia nos ha comunicado que el operativo va a ser importante desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo, con la incorporación de nuevas tecnologías”, anticipó Goncalvez.

En el caso específico de Mar del Plata, se espera una implementación “multiagencial”, a partir de la constante comunicación con el Ministerio bonaerense.

“El mayor despliegue de efectivos permite reforzar la presencia policial en materia preventiva y tener una mejor celeridad en la demanda. Es natural y lógico que a mayor cantidad de gente y de propuestas comerciales haya más acciones delictivas y contravencionales”, sostuvo Goncalvez.

Y profundizó: “El ministro (Javier Alonso) marcó como objetivo claro la detección de las fiestas clandestinas. En buscar a partir del REBA (Registro Provincial para la Comercialización de Bebidas Alcohólicas de la Provincia de Buenos Aires) y del control de admisión. Hacer una inteligencia previa para poder desarticular estas actividades y ser lo más efectivos posibles. Si es antes de la realización, mejor, porque clausurar en el momento genera contratiempos”.


Armas no letales

El verano en la ciudad tendrá otra novedad saliente en las fuerzas locales: la utilización de armas no letales.

Tal como informó este medio, a mediados de enero se prevé la distribución de 40 dispositivos (30 armas cortas y 10 rifles de asalto) entre el personal municipal, con una inversión de $50 millones. En las próximas semanas se terminará de diseñar un protocolo para definir en qué situaciones usar las armas.

Las pistolas cuentan con una distancia operativa de hasta 20 metros y permiten neutralizar la amenaza sin exponerse. Disparan productos químicos que incapacitan al sospechoso durante un tiempo máximo de 30 minutos.

“El protocolo que implementaremos apunta a algo genérico, es difícil describir una acción puntual. Lo importante es entender cómo, dónde y cuándo quien tenga este elemento disuasorio podrá usarlo ante una situación de riesgo en escalada, con el objetivo de neutralizar a la persona implicada”, explicó Goncalvez.

El funcionario indicó que se busca contar con una herramienta más para “los actores que están en la prevención”, tal como ocurre con el gas pimienta en la policía, y en coordinación con otros dispositivos, como las cámaras de seguridad. Estas armas serán usadas, en principio, por empleados de la patrulla municipal, que están siendo capacitados estas semanas.

“Vamos a evaluar luego si se van a comprar más armas de este tipo. Es un número saludable para un inicio. Hay una escalada de la violencia que llegó para quedarse y necesitamos herramientas para prevenirla. Más aún ante el inicio de la temporada”, concluyó el secretario.

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