Ayer por la tarde Emil Villagrán murió de un facazo en el pabellón 14 de la Unidad Penal Nº15 de Batán. No hay ningún imputado pero investigan si fueron varios los agresores.
La fiscal Andrea Gómez aguarda nuevos resultados periciales para reconstruir de manera precisa el ataque sufrido en la cárcel de Batán por un interno que ayer a la tarde murió de un facazo.
Aunque estos casos son de difícil resolución, la fiscal intentará establecer si a Emil Villagrán lo agredió uno o más reclusos mientras estaban las celdas abiertas del pabellón 14 de la UPº15. La falta de cámara de seguridad y el silencio de los testigos -algo normal en los homicidios que ocurren dentro de una prisión- alejan la posibilidad de obtener algún tipo de orientación en la pesquisa que no provenga de la ciencia forense.
Tal como lo publicara LA CAPITAL, Villagrán fue herido a facazos y los gritos alertaron a los carceleros, que cuando acudieron a comprobar lo que sucedía lo encontraron agonizante. Otros presos lo envolvieron en una manta que usaron luego a modo de camilla para trasladarlo hasta el sector de Sanidad. Apenas vio las heridas, el médico supo que el cuadro era grave y que debía hacer algo de inmediato antes de trasladarlo al Hospital Interzonal. Sin embargo, la lesión era tan severa que Villagrán murió minutos después.
Profesionales de la Policía Científica ingresaron anoche al penal para realizar algunos peritajes de rutina y llevarse el cuerpo a la morgue.
Villagrán se encontraba detenido cumpliendo una condena por robo agravado según confirmaron fuentes del Servicio Penitenciario.