El escritor colombiano Óscar Pantoja, junto al dibujante Nicolás Castell, llevaron al cómic la vida del escritor más importante de la literatura argentina.
Por Pilar Martín
MADRID – El escritor colombiano Óscar Pantoja ha asumido el “reto tremendo” de enfrentarse a Borges y ha llevado la vida del creador de “El Aleph” al lenguaje del cómic, de la mano del dibujante Nicolás Castell, en la novela gráfica “Borges. El laberinto infinito“, un viaje por el “amor cifrado y oculto”.
El autor de otras biografías gráficas sobre Gabriel García Márquez (“Gabo”) y Juan Rulfo (“Rulfo. Una vida gráfica”), se ha metido de lleno en la del argentino dividiéndola en diez relatos cortos.
“Cuando me enfrenté a Borges tuve un problema porque es una contradicción escribir una novela gráfica sobre alguien que no escribió novelas. Borges es un gran poeta, un excelente cuentista, ensayista, pero no es un novelista, nunca escribió una novela”, reconoce el autor en una entrevista a Efe.
Así, “acumulando cuentos”, este cómic publicado por Rey Naranjo, mete de lleno al lector en la vida del bonaerense a través de diálogos y silencios, las únicas técnicas narrativas usadas por Pantoja.
“Para mi la biografía no es un género cronológico, sino muy ágil y utilizo todas las técnicas literarias posibles para contar esa vida. Con Borges por primera vez omití las acotaciones y solo está narrado en diálogo, porque me permitía más profundidad psicológica”, cuenta Pantoja.
Y lo ha hecho así porque -confiesa- a través de diálogos, silencios y las imágenes de Castell, ha podido crear un guión “muy ceñido a la idea de darle al lector un mundo que todavía no se había contado”.
“La experiencia del cómic -añade- siento que es muy enriquecedora para el género biográfico y para el lector porque se enfrenta a imágenes que no conoce y se va a ver transportado un lugar que aún no ha sido transportado. Siento que el cómic a la narración biográfica le aporta mucho”.
A través de las viñetas coloristas de Castell, la narración lleva relato a relato por pasajes de la vida del cuentista, pero con un trasfondo común basado en la que Pantoja considera “una narrativa autobiográfica”, “El Aleph”, cuento publicado en la revista Sur en 1945 y cuyo original se encuentra en la actualidad en la Biblioteca Nacional de España.
Pantoja, según dice, admira a ese Borges, al que le lleva a ese “lugar” que aborda en este cuento, “ese punto del universo donde todo confluye a la vez, que no es sucesivo, sino continuo”.
“Como si fuera un visionario, nos plantea esta situación actual en la que vivimos llena de tanta confusión, pero que él la vio de una manera estética y bella”, destaca.
Pese a que se trata de su tercer trabajo como biógrafo gráfico, el colombiano afirma que es una labor que alberga una dificultad: “Siento que lo más complicado es lo que se deja de contar porque cuando te sientas a buscar la información de una vida tan compleja como la de Borges la cantidad de información que tiene puede ahogarte y no saber por dónde moverte”, relata.
“Con la biografía de Rulfo sufrí, con la de Gabo me divertí, pero con Borges tuve temor. No sabía como abordarlo, tenía muchas inseguridades, pero lentamente fui encontrando el camino para contar una parte de su vida, un momento, y fundamentalmente como crea ‘El Aleph’, que es la cumbre en narrativa breve, una historia de amor frustrada y cifrada, oculta, como todo lo de Borges”, concluye.