El equipo de Guillermo se imponía con tanto de Darío Benedetto pero Huracán logró la igualdad sobre la hora con tanto de penal de Romero Gamarra.
BUENOS AIRES (DyN, por Raúl Armando Pérez).- Boca produjo una mala actuación y sobre el final debió resignarse a un empate insuficiente en un gol ante Huracán, resultado que compromete su futuro en la lucha por el título ya en la recta final del Campeonato de Primera División del fútbol argentino.
Con un gol de Darío Benedetto ya avanzado el segundo tiempo, el líder estuvo a punto de concretar una victoria que hubiese sido demasiado afortunada de acuerdo con lo poco que generó, pero en el quinto minuto de descuento Alejandro Romero Gamarra, de penal, estableció la igualdad definitiva.
A lo largo de casi todo el encuentro, Huracán fue el que impuso condiciones ante un adversario que perdía la pelota con facilidad y no encontraba fórmulas para hacerse dueño de la situación, pero el local pagó muy cara su falta de ideas en ofensiva, aunque sobre el final rescató un punto que era lo mínimo que le correspondía.
Durante la mayor parte del primer tiempo, Huracán impuso agresividad en la mitad de la cancha, jugó por muchos minutos en campo rival, aunque en proporción no fueron tantas sus llegadas.
Boca, con escasa posesión buscó salir rápido, pero Benedetto quedó muy aislado de sus compañeros, por lo que en el área de Huracán fue poco lo que pasó.
Boca llegó en el minuto nueve con una maniobra individual de Cristian Pavón desde la izquierda hacia adentro, con remate bajo al poste derecho que se desvió y terminó en tiro de esquina.
Dos minutos más tarde, una mala salida de Fernando Tobio derivó en una de las mejores oportunidades para Huracán: Ignacio Pussetto, de lo más peligroso en el anfitrión, avanzó por la izquierda y sacó un remate bajo y cruzado que con esfuerzo alcanzó a desviar al córner Agustín Rossi.
A continuación, hubo un largo período de más de 20 minutos en que Huracán fue dueño del balón, pero recién en el minuto 34 volvió a llegar con peligro y fue con una nueva participación de Ignacio Pussetto, esta vez por derecha, por donde Jonathan Silva dejaba mucho espacio. El centro hacia atrás lo conecto Norberto Briasco, muy forzado y muy alto.
A los 37, Leonardo Jara encontró un rebote fuera del área y sacó un derechazo que se perdió cerca del ángulo superior izquierdo de Marcos Díaz, de lo más peligroso por el lado de Boca.
La jugada mejor elaborada de toda la etapa ocurrió en el minuto 39: González cambió muy bien de izquierda a derecha para Romero Gamarra, quien de nuevo se encontró con mucho espacio por ese sector, sacó un centro corto y Lucio Compagnucci cabeceó de manera imperfecta, por lo que la pelota se perdió cerca del verticla derecho.
Las características no variaron en la etapa final, pero Huracán fue todavía menos profundo que en la inicial. La tenencia de pelota de poco le sirvió.
Boca, obligado a retroceder muchos metros en el terreno, contó en el minuto 12 con una pelota bien puesta por Fernando Gago para la llegada de Jara, pero el volante ahora improvisado como extremo, al que se lo nota muy incomodo, resolvió mal y perdió la pelota en el área.
El partido transcurría monótono, sin ningún atractivo, cuando en el minuto 29, luego de que Boca se complicara en una salida y tuviera que volver la pelota hacia Rossi, el arquero mandó un pelotazo largo, Compagnucci peinó por el camino y le sirvió la pelota a Benedetto, quien arrancó con mucho espacio desde la izquierda y hacia el medio, y tras un enganche en la puerta del área batió a Díaz con un derechazo fuerte y alto.
Desde entonces ya no se había jugado porque Huracán sintió el impacto, no le quedaban energías y el único interés de Boca era dejar que transcurrieran los minutos.
Cuando ya iban cuatro de tiempo agregado, en el que parecía el último tiro libre de la noche, Lucas Villalba ejecutó un centro, hubo un cabezazo que tomó a Boca saliendo, picó Daniel Montenegro y Rossi en su salida lo derribó.
Romero Gamarra ejecutó el penal con precisión, abajo y a la derecha de Rossi, que eligió el sector opuesto, y así se consumó el empate que dejó a Boca complicado y sumido en sus dudas.