Tras una reunión mantenida en el predio de Casa Amarilla el día después de la dura derrota con San Lorenzo en la final de la Supercopa Argentina, Daniel Angelici, presidente de Boca, le dio una nueva oportunidad al “Vasco” Arruabarrena para dirigir al plantel.
De esta manera, el actual técnico de Boca dirigirá al equipo en ‘La Bombonera’ el domingo próximo ante Atlético Tucumán, por la segunda fecha de la Zona 2 del Torneo de Transición, luego de argumentar “fuerzas para seguir” en su entrevista con el máximo directivo del club.
El presidente llegó a la reunión con el claro mandato de la Comisión Directiva de exigirle al técnico un paso al costado. “Nosotros creemos que el ciclo está cumplido”, confirmó Angelici luego de que el miércoles, en la previa del partido, asegurara públicamente que la continuidad no estaba vinculada al resultado.
Pero Arruabarrena, tras la goleada, le pidió un voto de confianza con la convicción de que se considera apto para revertir el mal momento deportivo de Boca.
Esa postura del técnico y la consulta previa que Angelici había hecho con los referentes de plantel terminaron de torcer la voluntad inicial del dirigente.
La continuidad de Arruabarrena, de plazo incierto, se confirmó en medio de una ola de rumores con nombres de eventuales reemplazantes. Algunos de ellos lógicos, como Martín Palermo y Guillermo Barros Schelotto; otros quiméricos como Marcelo Bielsa y otros sorpresivos como Diego Cocca.
Por lo pronto, el ‘Vasco’ se sentará en el banco de suplentes el domingo con la certeza de que sólo extenderá su permanencia en el cargo con una victoria ante los tucumanos; caso contrario, su situación será prácticamente insostenible.
La imagen del entrenador de Boca se deterioró este año con malos resultados en la pretemporada, el inicio del torneo local y la Supercopa Argentina. El equipo lleva seis partidos sin ganar (un empate y cinco derrotas) y cinco encuentros sin convertir.
Las dos derrotas con River Plate en el verano, una de ellas con tres expulsados, pusieron al técnico en el centro de los custionamientos y el 4-0 frente a San Lorenzo lo dejó al borde del precipicio.