El mandatario francés insistió en que “nunca” presionará a Kiev para que apruebe “un compromiso que sea inaceptable” para Ucrania porque no permitiría construir "una paz duradera", y advirtió que "abandonar" al gobierno de Volodimir Zelenski pondría en peligro "la estabilidad global".
Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y Francia, Emmanuel Macron, cruzaron elogios, se comprometieron a mantener la estrategia común en torno de la invasión rusa a Ucrania y hasta suavizaron algunas diferencias acerca de algunas políticas encaradas por Washington, durante un encuentro que ambos mantuvieron en la Casa Blanca.
La visita –la primera de Estado desde que Biden llegó al poder- estuvo marcada por gestos y palabras de elogios: “Nuestro destino común es responder juntos”, dijo Macron; “Estados Unidos no podría pedir un mejor socio con el que trabajar que Francia”, remarcó el anfitrión.
Buena parte de la conferencia final ante la prensa se la llevó la cuestión Ucrania-Rusia porque Biden se declaró por primera vez desde la invasión a Ucrania “preparado para hablar” con Vladimir Putin, siempre que su homólogo ruso “demuestre un interés en terminar la guerra”.
“Estoy preparado para hablar con Putin si demuestra un interés en buscar una forma de terminar la guerra, algo que todavía no ha hecho”, afirmó Biden, pese a que hace apenas semanas la Casa Blanca anticipó que “no había intenciones” de organizar una reunión.
Macron, en cambio, mantuvo varios diálogos con el líder del Kremlin en estos meses, lo que le valió críticas por parte de Ucrania y otros países europeos, y defendió esa postura, al punto que adelantó que tendrá una conversación “en los próximos días” con esperanza de avanzar en las negociaciones para poner fin a la guerra en Ucrania “aún sean posibles”.
“Mi convicción y enfoque pragmático es decir: tengo que contactarme con los actuales líderes y con quien está a cargo del país”, defendió.
Por las dudas, Biden manifestó: “Seguiremos unidos para oponernos a la brutalidad de Rusia”.
El mandatario francés insistió en que “nunca” presionará a Kiev para que apruebe “un compromiso que sea inaceptable” para Ucrania porque no permitiría construir “una paz duradera”, y advirtió que “abandonar” al gobierno de Volodimir Zelenski pondría en peligro “la estabilidad global”.
Y en el comunicado conjunto, prometieron brindar a Ucrania “ayuda política, de seguridad, humanitaria y económica el tiempo que sea necesario”, además de mostrar coincidencias sobre los riesgos que representan China e Irán.
Por otro lado, Macron remarcó que Estados Unidos y Francia se proponen “triunfar juntos, no uno contra el otro”, pese a las discrepancias sobre el plan de recuperación industrial de Washington, calificado de “agresivo” por París.
“Nuestro destino común es responder juntos” a los desafíos del mundo, dado que “nuestras dos naciones son hermanas en la defensa de la libertad”, expresó.
Igual que Biden, Macron señaló que los dos países combatieron juntos en muchas guerras y destacó la alianza occidental que ayuda a Ucrania a luchar contra la invasión rusa, ante la cual dijo que hay que “volver a ser hermanos de armas”.
Macron y su esposa Brigitte fueron recibidos con salvas de cañonazos, himnos nacionales y una fanfarria en la Casa Blanca, en la primera visita de Estado de un presidente extranjero desde que asumió Biden, en enero de 2021, debido a la pandemia.
Ambos mandatarios y sus esposas mantuvieron anoche una cena íntima antes de los actos de hoy.
Estados Unidos espera que esta visita permita dar por saldada la grave crisis diplomática del año pasado.
En septiembre de 2021, Estados Unidos anunció una nueva alianza, AUKUS, con Australia y Reino Unido, lo que enfureció a Francia, mantenida al margen en una región clave del mundo y que, además, perdía un enorme contrato para vender submarinos a Canberra.
Biden no retrocedió sobre el fondo de la decisión, pero reconoció una “torpeza” en ese paso, y desde entonces hizo todo lo posible para apaciguar a Macron, un proceso que, según los analistas, culmina con esta solemne bienvenida a Washington.
En el primer día de su visita, el presidente francés lamentó ayer las medidas económicas “súper agresivas” adoptadas por Biden para impulsar la industria estadounidense.
Los subsidios masivos incluidos por Biden en la llamada “Ley de Reducción de la Inflación” (IRA) son “súper agresivos para nuestras empresas”, advirtió el francés durante una reunión con congresistas estadounidenses, recogió la agencia de noticias AFP.
“Pónganse en mi lugar”, les dijo durante un almuerzo que debía centrarse en el cambio climático.
Estados Unidos y la Unión Europea “no están en pie de igualdad” por las subvenciones estadounidenses previstas en el gran plan climático del presidente demócrata, que favorecen los productos “fabricados en Estados Unidos”, volvió a lamentar hoy, entrevistado por la cadena de televisión ABC.
Macron juzgó ayer que el riesgo es que “Estados Unidos mire primero a Estados Unidos, y que Europa y Francia se conviertan en una especie de variable de ajuste”.
Estas opciones “fragmentarán a Occidente”, recalcó más tarde ante la comunidad francesa. “Solo pueden funcionar si hay coordinación entre nosotros, si decidimos juntos, si nos volvemos a sincronizar”, agregó.
En tono contemporizador, Biden afirmó que no se disculpaba por esa ley, pero que podía embargo arreglar los “defectos” del faraónico plan de inversión en energía verde, especialmente en coches eléctricos.
Si acaso faltaban gestos y palabras, camino al Salón Oval se le preguntó a Biden porqué había elegido a Macron para la primera visita de Estado: “Porque es mi amigo”, contestó, mientras el francés le pasaba el brazo por encima del hombro.
A la hora del intercambio de presentes, Macron llegó con un disco en vinilo de la banda sonora de la película “Un hombre y una mujer”, de Claude Lelouch, según versiones, filme que Biden y su esposa Jill fueron a ver en su primera cita.
Después, el jefe de la casa Blanca se animó a lanzar en francés el lema “Libertad, igualdad, fraternidad”. La jornada se cerrará con una cena exigente para los locales: habrá 200 langostas y únicamente vinos y quesos estadounidenses.