7,8 millones de alemanes son ya vegetarianos y de estos, cerca de 900.000 se declaran veganos. El "Veggieboom" berlinés acapara varios rubros.
por Paula Gómez de Tejada Espinosa
BERLIN, Alemania.- Con decenas de restaurantes sin carne, zapaterías que prescinden del cuero, hoteles verdes y hasta tatuadores que garantizan tintes exclusivamente vegetales, Berlín da pasos para convertirse en la capital vegetariana y vegana de Europa.
Según la Unión Vegetariana Alemana (VEBU), 7,8 millones de alemanes son ya vegetarianos y de estos, cerca de 900.000 se declaran veganos, es decir, rechazan cualquier producto de origen animal.
Junto a ellos crecen también los “vegetarianos a tiempo parcial”: 42 millones de alemanes, según datos del instituto demoscópico Forsa, no comen carne tres o más días por semana.
“La tendencia es creciente”, asegura a EFE el director general de VEBU, Sebastián Joy, quien recuerda que en los últimos 30 años el número de vegetarianos se multiplicó por más de 10.
Un paso más allá se sitúan los veganos, cuya ideología reina en la berlinesa Schivelbeiner Strasse.
Se presenta como la primera avenida vegana del mundo, con negocios que ofrecen zapatos, cosméticos, revistas, bebidas, prendas de ropa, helados, accesorios, comestibles e incluso comida para perros y gatos libres de producción animal.
Un ejemplo es Avesu, una zapatería que desde hace cinco años vende en la capital alemana calzados, bolsos y complementos producidos a base de algodón, corcho, cáñamo y materiales reciclables.
“Ofrecemos productos libres de sufrimiento animal, de fabricación ecológica y elaborados bajo unas condiciones de trabajo justas y sin explotación infantil”, explica a EFE una de sus empleadas.
Sus productos rondan los 100 euros de media, “un poco más caros que una zapatería al uso”, reconoce antes de recordar que la producción es pequeña y los materiales más costosos.
Cerca se encuentran otros comercios exclusivamente veganos como DearGoods, de prendas y accesorios, un establecimiento Veganz, la primera cadena de supermercados veganos de Europa, o Goodies Café, conocido por sus batidos de soja y sus postres de arroz.
Para facilitar la búsqueda de locales veganos, surgieron aplicaciones móviles como Berlin Vegan Guide, una guía de los restaurantes aptos para los seguidores de esta filosofía de vida en la capital alemana.
El Veggieboom berlinés se extiende a coctelerías, peluquerías e incluso hoteles, reunidos en una asociación con el eslogan “Vacaciones vegetarianas: Sano, sostenible y ético”.
Veggie Hotels nació en Berlín y ofrece a sus clientes, además de hospedaje y de un servicio de cocina sin carne ni pescado, la posibilidad de realizar cursos de cocina vegetariana, seminarios, clases de yoga o senderismo.
La plataforma ofrece ya más de 500 hoteles en todo el mundo, 344 de los cuales se encuentran en Europa; la mayoría en Alemania (94 alojamientos), seguida, de lejos, por Italia (59), Reino Unido (53), Francia (29) y España (24).
Ante esta tendencia en auge, se suceden los debates, con visiones críticas como la del director del departamento de Endocrinología, Diabetes y Alimentación de la Clínica Universitaria de la Charité, Andreas Pfeiffer.
Considerar sanos los cereales, la verdura y la fruta y no la carne y el pescado es algo “indudablemente falso”, sostuvo en el último coloquio organizado por Die Lebensmittelwirtschaft, federación que agrupa a la industria alimentaria alemana.
Junto a él se encontraba Paul Pollinger, emprendedor que planea abrir en breve en Berlín la primera carnicería vegana -filetes, salchichas y embutidos a base exclusivamente de tofu- y que defendió el derecho de muchas personas a disfrutar del “sabor” de la carne sin matar un animal.
EFE.