El gigante farmacéutico alemán adquirió en 2018 la empresa agroquímica estadounidense Monsanto, inventora y productora del Roundup.
La multinacional Bayer deberá pagar 2.250 millones de dólares después de que un jurado popular le diera la razón a un estadounidense que demandó a la subsidiaria Monsanto, la fabricante del herbicida Roundup, por haber contraído un cáncer que atribuye al uso de este agrotóxico.
La demanda la interpuso esta vez John McKivison, de 49 años, quien se presentó a los tribunales de Filadelfia para reclamar que el linfoma no Hodgkin que le habían diagnosticado era consecuencia de haber usado durante dos décadas el herbicida en su campo, según publicó el diario estadounidense The Washington Post.
El juicio iniciado contra Bayer concluyó el pasado viernes cuando, en un veredicto unánime, el jurado encontró culpable a su subsidiaria Monsanto de negligencia y de no haber advertido a sus usuarios de los peligros del herbicida, dijeron los abogados de McKivison, Tom Kline y Jason Itkin, en un comunicado conjunto.
“La indemnización por daños punitivos del jurado envía un mensaje claro de que esta corporación multinacional necesita un cambio de arriba a abajo”, señalaron, calificando el veredicto como “una condena de 50 años de mala conducta por parte de Monsanto”.
En respuesta, Bayer emitió un comunicado donde aseguró que apelará el fallo y calificó “inconstitucionalmente excesivos”.
Dijo que el veredicto del jurado “entra en conflicto con el peso abrumador de la evidencia científica y las evaluaciones científicas y regulatorias mundiales” sobre Roundup.
Las afirmaciones se basan en el ingrediente glifosato, introducido como herbicida por Monsanto en 1974, que inhibe cierta enzima en la mayoría de las plantas, impidiendo que crezcan.
Monsanto también introdujo cultivos genéticamente modificados que son resistentes al glifosato.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos encontró en 2020 que “no hay riesgos preocupantes para la salud humana cuando el glifosato se usa de acuerdo con su etiqueta actual” y que “es poco probable que el glifosato sea un carcinógeno humano”.
La Comisión Europea dijo el año pasado que “sobre la base de una evaluación de toda la información disponible, actualmente no hay evidencia para clasificar el glifosato como cancerígeno”.
La Agencia Reguladora del Manejo de Plagas de Health Canada aprobó su uso, pero la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud descubrió en 2015 que el glifosato es “probablemente cancerígeno para los humanos”.
Bayer acordó en 2020 pagar alrededor de 10.000 millones de dólares en un acuerdo a decenas de miles de demandantes por la acusación de que Roundup causa linfoma no Hodgkin, sin admitir haber actuado mal.
Pero desde entonces han continuado las nuevas demandas en su contra con resultados diversos: ganó un caso el 22 de diciembre en California, pero perdió un caso el 5 de diciembre en Pensilvania y otro caso el 17 de noviembre en Missouri, según la compañía.
El gigante farmacéutico alemán Bayer adquirió en 2018 la empresa agroquímica estadounidense Monsanto, inventora y productora del Roundup.