Ambos heridos ingresaron al HIGA y se negaron a realizar la denuncia contra sus atacantes. Se cree que los dos fueron atacados por viejas enemistades.
Dos hombres que cuentan con antecedentes penales fueron baleados en la noche del viernes en distintos puntos de la ciudad pero no quisieron denunciar los ataques, lo que permite conjeturar que podría haberse tratado de dos episodios de venganzas.
En ambos casos los heridos acabaron en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), donde recibieron asistencia médica que confirmó que las lesiones no revestían gravedad.
De acuerdo a información extraoficial a la que tuvo acceso este medio, el primero de los hechos se registró pasadas las 22 cuando un individuo identificado como Esteban Cellini (22) fue interceptado por al menos dos jóvenes en la zona de Polonia y avenida Fortunato de la Plaza. En esas circunstancias, cuyos detalles quedaron ocultos en el pacto de silencio, la víctima recibió un tiro de escopeta en el brazo derecho. Varios perdigones se inscustaron en esa miembro superior y los atacantes se dieron a la fuga.
Al ser trasladado al HIGA en un automóvil particular, Cellini fue ingresado a la guardia sin que su vida corriera riesgo. Los familiares del herido dieron una versión que, aunque fue tomada en cuenta por los policías, no parece reflejar lo que realmente sucedió: aseguraron que Cellini fue víctima del intento de robo de su teléfono celular.
Vale recordar que hace exactamente un año, a metros de donde Cellini fue baleado, se produjo el homicidio de Luis Patrone (30), quien había ido hasta el complejo de monoblocks para entrar en contacto con un vendedor de drogas. Fue entonces cuando recibió un disparo y poco despúés falleció. Por el crimen fue detenido Jesús Decundo (45) y el caso avanza hacia su juicio a cargo del fiscal Fernando Berlingeri.
El otro episodio de sangre ocurrido en las últimas horas tuvo lugar en Lanzilota y Guanahani donde Nahuel Lisma (29) recibió un disparo de arma de fuego en el pie izquierdo. El horario de la agresión (cerca de las 3 de la mañana) y el estado de ebriedad que presentaba Lisma al llegar a la guardia del HIGA hacen descartar a los investigadores de la comisaría tercera un evento de inseguridad. “La víctima tiene algún registro de antecedentes penal”, confirmó una fuente policial.