por Gerardo Gómez Muñoz
Ahora renunció Cano. Como ya se dijo en las redes en la tarde de ayer, se trata de la crónica de un fracaso anunciado. No resolvió ningún problema y generó muchos. Su estrechez de miras y su falta de formación para los desafíos actuales del Estado se llevan de patadas con su carácter irascible y despótico, lo cual, a su vez, lo hace llevarse de patadas a él con todo el mundo. No estaba en la gestión abrazando un sueño ni embarcado en épicas que nunca tuvo.
Lo alimentaba un rencor sordo contra sus ex compañeros de ruta de la gestión anterior que le habían enrostrado sus incapacidades en más de una oportunidad: “Tiene ignorancia en segundo grado”, había dicho Pérez Rojas de él, “no sabe que no sabe”. Le salió cara la diatriba al ex secretario de Hacienda y de la Producción de Pulti, Cano lo incluyó en su paquete de denuncias penales que, si bien en ningún caso hacen referencia a hechos de corrupción, incomodan y sirven para obstruir, al menos por ahora, la acción política de ese sector de la oposición.
Cano deja problemas bastante más grande que los que recibió y, en lo que va de su corta gestión, pagó más intereses por descubiertos que sus antecesores en todo un año. Posiblemente no vuelva a ser parte de ningún gobierno (sería extraño que alguien vuelva a confiar en un hacedor nato de conflictos). No tiene mucho de su paso por la política para contar a los nietos: no hay nada en la ciudad, ni obras, ni programas, ni proyectos en curso que mañana puedan llevar su nombre. Nunca sumo dos ladrillos, ni hizo calles, ni plazas, sólo agrio ruido como el que todavía hará desde los dos años de mandato que le queda como concejal.
Pero el gobierno de Arroyo no es sólo Cano. Arroyo sigue un derrotero inédito en la política comunal de la ciudad. Es el primer caso de una gestión que se arma por partes y, al mismo tiempo, no para desarmarse. Como si cada día (o noche) una suerte de Penélope maléfica destejiera lo que se teje. No hay unidad de criterios, ni conceptos compartidos entre los componentes de Cambiemos. Mientras la gobernadora hace saber por todo canal que se pueda que quiere ayudar a la gestión aunque no le cae bien Arroyo, es el propio intendente el que siembra precipicios de recelo con palabras altisonantes y desafíos de arrabal.
Al mismo tiempo, mientras el Pro trata de esmerarse en la emergencia e intenta diferentes formas de rescate con coordinadores, interventores, Arroyito les ladra en todos los tonos a aliados, opositores y vecinos.
El radicalismo mira el paisaje con la misma avidez que el zorro a la uva, sin darse cuenta quizá que es parte de una desventura que ha invertido la lógica de cualquier proceso de gestión. En lugar de estar el gobierno resolviendo los desafíos de la ciudad, está toda la ciudad pendiente de los problemas del gobierno.
Así las cosas, Mar del Plata parece estar empezando a contar los días para atrás, como los presos. La política lo sabe. Por eso nadie descansa?..
El FR en carrera
Hay gente del Frente Renovador convencida que los tiempos venideros le serán muy propicios y, sin admitirlo -tal vez para “no avivar giles”, como dice el tango-, está trabajando en diversos planos para ganar espacios ante los vecinos marplatenses y la opinión pública. Uno quiere imaginarse que en la planificación podría estar influyendo la joven encuestadora y analista política, Eva Ayala, incorporada al Frente Renovador y a los equipos que lidera Lucas Fiorini. Se advierte que ha existido, el oficialismo se enredaba en el rastrero entramado que dictaban las ansias persecutorias de José Cano y las trenzas de Vilma Baragiola con Emiliano Giri para rodear al intendente copándole el gobierno, interés por el ciudadano.
En las primeras semanas del gobierno municipal en las que se hablaba de despidos de trabajadores municipales, reducción de fondos para la salud, la educación, la recreación, etc., los concejales del FR iban a la necesidad de atender primero las cuestiones básicas y apuntaban a las contradicciones flagrantes que nacían de un gobierno que se inició con altisonantes declaraciones que no se atenían a una realidad que mostraba improvisaciones graves. Así se apuntó que no había recolección de la basura, que no se cobraba el “Estacionamiento Medido” perdiendo millones de pesos, se salió al cruce de la desopilante intención de cobrar ingreso a los centros deportivos barriales construidos por la gestión de Gustavo Pulti.
En otro plano, con rapidez, se pronunció la gente de Fiorini para aventar dudas en la recordación y rechazo al golpe militar y todo lo que significó la dictadura cívico militar y se reclamó enérgicamente la intervención municipal y de la Justicia en la violencia provocada por los grupos neonazis. También fueron rápidos en reclamar la debida autonomía municipal cuando la ineficiencia de Arroyo y de su inexistente equipo comenzó a ser mencionada como eventual tentación a la intervención por parte del gobierno provincial. Pero como en los casos anteriores el Frente Renovador se distanció de cualquier intento contemporizador ante los desatinos del intendente, de su secretario de Hacienda y de otros funcionarios. Por el contrario se reclamó, en casos precisos como en el de la secretaria de Educación Ana María Croveto y de la subsecretaria Susana Felipa Rivero, directamente su cese. Tomaron con extrema seriedad el drama de miles de familias de marplatenses por el tarifazo en las facturas de los servicios, especialmente del gas. Y en los últimos días tanto Fiorini como Carrancio, directamente, expresaron dudas públicas de la capacidad de Arroyo para conducir el gobierno de Mar del Plata.
Militancia para la gente
Mostrando a quien quiera entender lo que es la militancia juvenil por amor al prójimo, lejos del mentado clientelismo la agrupación kirchnerista “La Hora de los Pueblos”, que se inició hace tres años con la “Peña Política de los miércoles” en Catamarca al 3300 sin declinar la actividad partidaria, milita en los barrios. En los próximos días su accionar se ubicará en el centro frente a la Catedral donde sus integrantes estarán recolectando donaciones para las víctimas de las inundaciones en el Litoral. Pero a la vez seguirán colaborando con diversos comedores escolares y con otras necesidades de sectores barriales de Faro Norte, General Pueyrredon, Juramento, Las Dalias, Los Acantilados, etc.
La idea inicial de los jóvenes Rodrigo Bogdanich, Luis Stufano y otros que se fueron agregando como el casinero Jerónimo Pagani, Franco Della Vella y el dirigente de Residentes Peruanos Claudio Medina va creciendo en sus tareas. Todo se logra a través de aportes particulares, rifas, festivales, encuentros sociales, es decir un mérito doble o triple: militancia, trabajo concreto para conseguir lo indispensable y llevarlo para esos centros vecinales.
Acción Marplatense de pie
El “partido de la ciudad” no para, dicen sus dirigentes “porque no está en su esencia”. Más de 3 mil personas participan en sus cursos, una iniciativa que ya lleva 11 años de vigencia. Sus concejales caminan los barrios de los que provienen y un importante ciclo de conferencia está a punto de iniciarse. Reconocen con nobleza que no todas son de color de rosa y hay un signo de pregunta que por ahora no tiene respuesta clara y menos una definitiva: ¿”Se fue Ciano?” Es evidente que adentro algunos mascullan cierta bronca, principalmente por el rol jugado por una de las espaldas principales en la que se confiaba. Pero siempre que se perdió hubo de lamentarse alguna de estas situaciones. Pero nada más se recoge en las cercanías de AM, aunque el final del escueto diálogo, surge una conclusión saludable: “Pero el Cholo es buena gente y sabe que ésta es su casa”.