Los empresarios de Playa Grande aguardan una definición sobre un aspecto central del protocolo. También esperan la autorización del Concejo Deliberante.
Los empresarios de la nocturnidad de Playa Grande esperan una definición del gobierno provincial y una autorización del Concejo Deliberante para poder confirmar una fecha de apertura de la actividad.
Si bien la temporada turística comienza oficialmente mañana, los responsables de los boliches que este verano funcionarán al aire libre por la pandemia aguardan una definición sobre uno de los aspectos del protocolo que se aprobó.
El punto está en que no hay certeza sobre la movilidad que podrán tener los clientes en las mesas en las que ubicará cada “burbuja”. Ya está confirmado que no podrán funcionar ni la pista de baile ni la barra de tragos, pero el protocolo establecido no especifica qué capacidad de movimiento podrán tener los integrantes de la burbuja. Ese punto, considerado “un gris” por parte de los empresarios, significa una traba para comenzar con la actividad.
“No hay ninguna legislación de la gente en las burbujas. Si uno se para y se pone a bailar al costado de la mesa. ¿Qué hacemos?. Lo llamamos baile espontáneo. Es imposible controlar eso, no podés hacer de profe de educación física todo el tiempo diciéndole a la gente que se tiene que sentar. Llega un momento en el que la gente se para y entendemos que estar parad sería algo prohibido. Pero no está claro”, explicó el responsable de Santa y Bruto, Federido Goransky.
Por otra parte, para confirmar la apertura de la actividad los empresarios esperan la autorización que debe llegar del Concejo Deliberante sobre el uso del espacio público en el paseo costero. Si bien la temporada comienza el 1 de diciembre, los empresarios esperan que se aceleren los pasos para la apertura.
“Tenemos que abrir, necesitamos mostrar que estamos abiertos”, marcó Goransky y de cara a la temporada señaló que las expectativas son buenas, “siempre y cuando permiten que la gente se pueda mover”.
Las medidas
El protocolo aprobado para actividad nocturna implica la utilización de mesas especiales integradas por 8 o 10 personas en los espacios abiertos, atención a cargo de mozos, kit sanitizante en cada una de las mesas, ni uso de la pista de baile ni barra para evitar las aglomeraciones.
Las medidas integran el protocolo de seguridad e higiene presentado ante el gobierno municipal y las autoridades provinciales por parte de los bares y boliches establecidos en la zona de Playa Grande para su funcionamiento durante el próximo verano.