Roberto Tagliabue (58) está imputado de trata de personas con fines de explotación laboral. Le explicó al juez Santiago Inchausti que ayuda "desde la fe" a jóvenes con problemas con adicción a las drogas.
El pastor evangelista Roberto Tagliabue declaró ante el juez Santiago Inchausti, aseguró ser inocente de la acusación de trata de personas en relación a las personas a las que cobijaba en un hogar y seguirá detenido mientras el magistrado resuelve su situación procesal.
Tagliabue está imputado por “trata de personas con fines de explotación laboral” y se encuentra detenido desde el miércoles en la dependencia de la dependencia de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), aunque en las próximas horas lo podrían trasladar a un penal Federal.
El juez Inchausti cuenta con 10 días para resolver la situación procesal del pastor. En ese plazo podrá procesarlo con prisión preventiva, sin prisión preventiva o dictar la falta de mérito. Por su parte, el abogado defensor Mauricio Varela solicitará la libertad de Tagliabue, ya que es un hombre de 58 años con problemas de diabetes o que, al menos, lo dejen en la órbita de Mar del Plata.
“¿Qué estoy haciendo yo acá, juez?”, dijo Tagliabue al empezar su declaración y enseguida agregó: “Ayudo desde la fe”.
El pastor del templo evangelista El Shaddai en su declaración ante el juez Inchausti aseguró ser inocente. Explicó que realiza un trabajo social, de “ayuda al prójimo” ya que a su templo acuden familias que tienen hijos con problemas de consumo, adicciones y en condiciones de vulnerabilidad.
Ante esta situación, el pastor dijo que realizó un curso de “rehabilitación a través de la fe” y que incluso también acoge a personas con tobillera electrónica que son derivadas por diferentes juzgados.
Tagliabue contó que el hogar, que funciona frente a su casa arriba de una forrajería, posee jerarquías entre las personas que ingresan y se van recuperando. Al ingresar, las personas están 45 días incomunicadas, sin poder tener celular ni manejar plata.
En el hogar, a la mañana hacen las oraciones, “reciben la palabra de Dios” y se reparten tareas de limpieza y para mantener el lugar. Luego, Tagliabue explicó que les inculca “el hábito del trabajo”, por lo que les da “changas” como la venta ambulante.
Este es el punto que los acusadores entienden como Trata de personas, ya que el pastor le retiene el dinero a los jóvenes que se encuentran con problemas con adicciones. Según el imputado, se los cuida para dárselos después, para el Ministerio Público Fiscal y el juez Inchausti, se los retiene porque los explota y somete.
No hay trata laboral, es inocente. Hay mucha gente que me llama, padres de chicos que se recuperaron gracias al pastor que quieren hablar. Dicen que esto desalienta a la gente que intenta ayudar a personas con problemas gravísimos.
“No hay trata laboral, es inocente“, consideró el abogado Varela y agregó: “Hay mucha gente que me llama, padres de chicos que se recuperaron gracias al pastor que quieren hablar. Dicen que esto desalienta a la gente que intenta ayudar a personas con problemas gravísimos de adicciones”.