La Ciudad

Axel Kicillof: “Hay matices pero el Frente de Todos está muy firme con su proyecto de país”

El gobernador dijo que la unidad en el oficialismo no está en riesgo, defendió su gestión y le apuntó a la oposición. "Es un espanto lo que proponen", sostuvo. Las candidaturas, Cristina y el rol de Massa en un mano a mano con LA CAPITAL.

 

Por Hernán Kloosterman

En los últimos días de un enero exitoso en materia turística y con el inicio de la discusión electoral que tuvo a Mar del Plata como epicentro de la política, Axel Kicillof no le escapa al debate sobre la campaña que se viene.

En la residencia presidencial de Chapadmalal, el gobernador bonaerense recibe a LA CAPITAL. Está distendido y, fiel a su estilo, se explaya en las respuestas y las rodea de un contexto.

De esa manera, y poco antes de que recrudezca una nueva interna pública en el gobierno nacional ( la entrevista fue realizada antes de los cruces entre el ministro Eduardo De Pedro y funcionarios de Alberto Fernández), Kicillof afirmó que la unidad del Frente de Todos “no está en riesgo”. Si bien no confirmó su candidatura a la reelección, habló en clave electoral: defendió su gestión, celebró que se “empiecen a valorar más” los avances y no dejó pasar la oportunidad de criticar a la oposición. “Es un espanto lo que proponen”, dijo y volvió sobre las diferencias en el gobierno: “Lo que se gesta en la oposición asegura nuestra unidad: es el tren fantasma”, disparó.

Las encuestas, las candidaturas, Cristina, el rol de Sergio Massa, la temporada y el impacto que puede tener el fallo sobre la coparticipación fueron algunos de los temas que abordó el gobernador.

-Enero termina con muy buenos números en materia turística. ¿Era lo que esperaban?

-Apuntábamos a tener una buena temporada, sabiendo que la vara era muy alta, ya que la pasada, por diversos factores, fue récord histórico. Era todo una meta riesgosa tratar de alcanzar los números de la temporada anterior. Y desde diciembre, hasta la semana pasada tuvimos 6.900.000 turistas. Es récord absoluto y superó a la temporada pasada. Yo se lo atribuyo a que se toman medidas de promoción y acompañamiento muy importante.

-¿El éxito de la temporada refleja la recuperación de algunos aspectos de la economía?

-Sin duda. Este año va a terminar con un crecimiento muy significativo. Obviamente, como dificultad está el poder adquisitivo de los salarios de determinados sectores. Hubo mucha heterogeneidad en lo salarial que es algo que preocupa porque hubo sectores que no le ganaron a la inflación. Los empleados de la provincia le ganaron por cinco puntos y eso representa una recuperación del poder adquisitivo que todavía no llega a los niveles pre Macri. El lío fue cómo le agujereó el bolsillo al empleado el gobierno de Macri. Con todas las cosas que pasaron (pandemia, guerra y sequía), los salarios se vienen recuperando en el sector público.

Si no se revierte el fallo de la Corte sobre la coparticipación, ¿se pone en riesgo el avance de obras para la provincia?

-Sí. Si este fallo termina firme, son recursos muy importantes que pierde la provincia y todas las provincias. Es muy injusto, muy centralista, unitario y además muy relevante en términos de la historia que la ciudad de Buenos Aires se quede con los recursos de todas las provincias. Inauguramos 130 escuelas nuevas en la provincia. Vidal en cuatro años hizo 65 y habiéndose endeudado. Es un tema de recursos, prioridades y visión. Nosotros queremos seguir con este ritmo porque hay que expandir el sistema educativo. Todo eso son recursos, aunque con los recursos no alcanza porque Vidal tuvo toda la plata del mundo y la usó para otra cosa. Es un proyecto muy distinto al de nosotros.

-¿Cree que eso va a influir en la campaña electoral?

-Veo que en la oposición se multiplican los candidatos pero no se les cae una idea. Cada candidato lo que hace es mentir y descalificar. Ninguna idea. Aparte, ¿para qué se presentan tantos? Como cada uno lo que viene es a agredir, prefieren tener 40 candidatos que todo el día digan lo mismo. No pueden defender lo que hicieron en cuatro años en la provincia y no pueden hablar del futuro porque Macri ya marcó la cancha: el futuro es lo mismo y más profundo. Cerraron 37 escuelas rurales cuando gobernaron, ahora pensarán cerrar 70.

-¿Cómo cree que va a llegar el Frente de Todos a las elecciones?

-Estamos en una situación donde políticamente la oposición parece tener un programa de ultraderecha. O está dispuesta a abrazar un programa de ultraderecha que es lo que Macri viene diciendo. Larreta surfea, por así decirlo. Pero finalmente, desde el punto de vista del proyecto de país, es un espanto lo que proponen. En cuanto a nosotros, está muy firme el Frente de Todos con su proyecto de país. Es un proyecto de garantizar derechos, de desarrollo de industrialización, de producción, de trabajo, y eso le garantiza rentabilidad a la empresa privada. No es un proyecto estatizador. En ese terreno, el Frente de todos tiene muy claro cuál es el proyecto. En la provincia, es más fácil porque la unidad del Frente de Todos es inquebrantable y se ha visto en estos tres años. La unidad en la provincia no está en riesgo. A nivel nacional, todos entendemos que tenemos que ir con unidad pero en el peronismo siempre la determinación de las candidaturas implica negociaciones y discusiones. Y está bien porque hay que buscar la mejor candidatura.

– ¿Las diferencias en el Frente de Todos a nivel nacional, que son públicas, no ponen en riesgo la unidad?

-No. No la veo en riesgo. Son discusiones que tiene que haber porque hay matices pero cuando uno observa lo que está gestándose en la oposición, es un factor muy fuerte que asegura la unidad. Porque es el tren fantasma. Tenemos que garantizarle a los sectores de la producción el trabajo y a las clases medias que, con las correcciones que hagan falta, vamos a seguir un modelo de país que no sea el del ajuste, el de la pérdida de oportunidades y entrega de los recursos naturales. Ya lo vimos.

-¿Cree que Cristina tiene que ser candidata?

-En Clarín apareció una encuesta y es la dirigente con más intención de voto del país. Yo no sé si tiene que ser o no. A mí me gustaría, pero esto no es una cuestión de gustos. Sacaron un fallo judicial que le prohíbe ser candidata de por vida y ahí hay un núcleo de discusión política donde la democracia está comprometida. Hay un sector de la oposición nuestra que ha celebrado esa sentencia putrefacta porque les conviene prohibirla a Cristina. Eso ya pasó en la Argentina. Si no arreglamos el problema que hay con que una parte del poder judicial juegue a la política, es muy difícil gobernar este país. Lo digo también por lo de la coparticipación.

-Las encuestas lo dan a Juntos por el Cambio arriba a nivel nacional y al revés en provincia. ¿Cree que es muy prematuro?

-A esta altura del año, si vamos al 2019, todas las encuestas la daban ganadora a Vidal por quince puntos. Creo que a un triunfo hay que construirlo y la sociedad hoy no tiene decidido el voto. Las encuestas son muy relativas. Sí sé que hay una diferencia muy grande con 2019 y es que en ese entonces ellos acababan de gobernar. Y también con 2015 porque Vidal y Macri no habían gobernado, entonces vendían espejitos de colores. Decían: ‘No vamos a devaluar’, ‘pobreza cero’, ‘van a subir las jubilaciones’, ‘no van a perder ningún derecho’, ‘vamos a sacar el impuesto a las ganancias’. Pero gobernaron y demostraron que todo lo que dicen no lo cumplen. Entonces, vamos a una campaña que me preocupa. Por ejemplo, Santilli, apoyando a Larreta para sacarle recursos a la provincia y dárselos a la ciudad. Larreta manoteando recursos de todo el país para su campaña. Y con la experiencia que tuvimos con el macrismo. Porque con diferentes envoltorios es el macrismo. Ya quedó clarísimo que el jefe de todo eso es Macri. A Cumelén van en procesión a pedirle permiso, perdón o una foto. Pero en términos de proyecto y programa ya explicaron lo que vienen a hacer. No puede haber distraídos. Por más que haya dificultades y un mundo muy complejo, hay un gobierno que contra viento y marea intenta sostener niveles salariales y de empleo. Incluso con las diferencias que hemos tenido hacia el interior de la coalición. Del otro lado, los objetivos son los contrarios. Es una elección donde finalmente se va a terminar discutiendo eso.

-El hecho de que los sondeos en provincia lo den con buenos números, ¿lo alientan a ir por la reelección?

-Lo que observo es que se empieza a valorar más y a conocer, porque también tenemos una dificultad en que se conozcan las políticas del gobierno provincial. Dijimos que no vinimos a ocultar lo que falta hacer y estamos en todas las discusiones: salud, seguridad, infraestructura. Tenemos planes, proyectos y perspectivas de transformaciones. Abrimos 130 escuelas, terminamos 5 mil obras, ampliamos las horas en muchas escuelas. Tenemos para mostrar y me parece que se está empezando a ver y a apreciar. Lo que mido es el progreso en términos de poder instalar cuál es nuestro proyecto, hacia dónde vamos, cuál es el rumbo. Eso quiero que se discuta de cara a las elecciones, más allá de las candidaturas. Y eso me trae satisfacción, porque se empieza a valorar. Nos cuesta mostrar lo que hacemos porque los medios nacionales no son nacionales, son porteños. Ocultan lo que se hace en la provincia y muestran lo que está mal. Falta mucho por hacer pero estamos dispuestos a discutir.

“Lo que se gesta en la oposición asegura nuestra unidad: es el tren fantasma”.

-Y en términos personales, ¿eso lo impulsa a ir por otro mandato?

-En lo personal, sí. Pero en el armado de la propuesta electoral no tengo certezas hoy. Me considero parte de un partido (el peronismo) y un frente. Esto no depende un capricho personal, pero a mí me llena de ganas lo que estamos haciendo. Sé que son proyectos más allá de las personas pero en lo personal, me encanta lo que hago.

-El hecho de ser uno de los dirigentes que mejor mide en el kirchnerismo lo ubica en una eventual discusión presidencial. ¿Lo seduce?

-Estoy muy enfocado en la provincia. No me alcanzan las 24 horas del día. Después, hay un momento y un lugar en el que cuando uno ve eso, lo llenan de orgullo y satisfacción. Pero después veremos cuál es el armado electoral del frente. En la provincia hemos conformado un gabinete y un grupo de trabajo espectacular y está funcionando muy bien.

-¿Cómo evalúa el rol de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía?

-Valoro muchísimo el esfuerzo que está haciendo. Estamos en un mundo inflacionario, con problemas financieros, energéticos, alimentarios y una guerra. Entonces, valoro mucho lo que hace Sergio y contribuyo todo lo que puedo. Todo es relativo, pero si uno lee los diarios de julio y repasa las manifestaciones irresponsables de la oposición, era: ‘Se viene una hiperinflación y no termina el gobierno”. Y la verdad es que los números de inflación son muy altos pero no pasó esa catástrofe. Es un punto a considerar. Obviamente, hay que terminar de estabilizar las variables macroeconómicas. Sobre todo el poder adquisitivo de los salarios. La inflación puede ser de cualquier número pero para el laburante y el empresario lo que importa es si sus ingresos le ganan o no. Macri terminó con 54 puntos pero le comió tres meses de salario a las grandes mayorías.

-¿Cómo fue el armado del Frente de Todos en Mar del Plata?

-El Frente de Todos en Mar del Plata está muy sólido. Habitualmente, se me ve en las fotos cuando me esperan y me reciben, pero trabajo siempre con ellos. Charlamos el proyecto de ciudad y cómo eso pega con el proyecto de provincia que tenemos. Porque nadie se salva solo.

-Ya la Justicia despejó las dudas que había sobre la explotación petrolera. ¿Cree que puede cambiar la realidad de la región?

-El gobierno provincial, desde lo ambiental, administrativo y judicial, estuvo dando una batalla enorme para algo tan sencillo como que se pueda saber si hay petróleo o no. El riesgo aparecería en la explotación y parar la exploración, es desquiciado. Y a uno le llama la atención que el intendente y sectores de la oposición hayan promovido esta demora. Si logramos que se haga la perforación exploratoria, con las perspectivas que hay, puede cambiar la historia de la región, de la provincia y del país. Es cambiar la matriz productiva y el futuro. Equinor tiene 6 mil perforaciones y ningún derrame. Pero si hubiera un derrame, sería en la plataforma con corrientes para otro lado, así que no llegaría hasta acá.

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