Las máximas autoridades sanitarias de Mar del Plata analizaron el actual escenario epidemiológico. Advierten que la capacidad de atención está al límite y “no hay soluciones mágicas”. Piden ser “extremadamente respetuosos por el otro” e intensificar la responsabilidad individual y colectiva.
Un llamado de atención. Un reto sutil. Un grito de ayuda. Un pedido reiterado -a la vista necesario- que surge de la preocupación genuina frente al actual y delicado escenario epidemiológico de Mar del Plata, cabecera de la Zona Sanitaria VIII. Las máximas autoridades sanitarias del distrito se unieron en un mensaje no alarmista que apela fundamentalmente a la conciencia y la solidaridad de la gente: “En este momento es cuando más debemos cuidarnos”.
#QuedateEnCasa fue el lema de la primera etapa del aislamiento, allá por marzo y abril. Las calles vacías, las pymes cerradas, los primeros contagios, el aplauso sostenido de las 21 en los balcones, el debut del tapabocas, el miedo, la incertidumbre, el acompañamiento a las medidas que pidió expresamente el Gobierno nacional para cuidar a la población argentina y potenciar la capacidad de respuesta del sistema de salud.
Los meses transcurrieron y el Covid-19 demostró en el país y en la ciudad su gran capacidad de contagio. La situación económica de miles comenzó a urgir y los contagios pasaron a ser diarios, permanentes, sin distinguir ciudad, barrio, edad ni condición social o ideología política. Pasó el otoño, en invierno la circulación se volvió comunitaria y septiembre comenzó con los peores indicadores: Mar del Plata es hoy una de las ciudades más castigadas del país por la pandemia. El sistema está al límite.
Mientras a raíz del hastío, la angustia y la crítica situación económica miles de personas piden “abrir todo”, las autoridades sanitarias reflexionaron a partir de una pregunta: ¿Por qué es necesario permanecer en casa?
El interrogante, lejos de ser retórico, se lo plantearon en voz alta primero y a través de un comunicado después, los máximos responsables no de las decisiones políticas, sino del cuidado de la salud de los marplatenses y bonaerenses de distritos vecinos, los jefes y directivos de quienes ni un solo día dejaron de ponerle el cuerpo al Covid, a cada paciente, a cada terapia, sin desatender lo demás.
Autoridades del HIGA, el Materno Infantil, PAMI, IOMA, Zona Sanitaria VIII y el INE.
Hugo Carasa, director del Hospital Materno Infantil -creció significativamente el número de pacientes covid pediátricos– el director de PAMI, Fernando Mogni -el 93% de los fallecidos son adultos mayores-, el responsable de IOMA, Santiago González, el director ejecutivo y los asociados del HIGA, Gustavo Galván, Verónica Martín y Eduardo Tropiano -el nosocomio atraviesa una crítica situación a raíz del aumento de la ocupación de camas y la falta de recurso humano-, el titular de Zona Sanitaria VIII, Gastón Vargas, e Irene Pagano, la directora del INE -a cargo del análisis de los miles de test realizados- concluyeron en un documento conjunto en la importancia de resignificar el concepto de #QuedateEnCasa en el mes más crítico de la pandemia de coronavirus.
En primer lugar, plantearon que desde el inicio de la pandemia “se ha vuelto casi cotidiano” hablar del sistema de salud y sus respuestas, pero también “se han puesto en discusión las responsabilidades individuales y colectivas”, principalmente a medida que pasaron los meses y la situación epidemiológica “se fue modificando e hizo que nos tocara más de cerca en nuestra ciudad con un número creciente de casos”.
Para adentrarse en el análisis que hicieron, consideraron indispensable abordar “una descripción histórica y didáctica” sobre el sistema de atención de salud de la región y su ciudad cabecera, Mar del Plata. Para ello, apelaron a una comparación con la Región Sanitaria XI y su ciudad cabecera, La Plata, en razón de ser “demográficamente similares”.
La Región Sanitaria XI cuenta aproximadamente con una población de 1.180.119 habitantes (Censo 2010) en 18 municipios, siendo su ciudad cabecera La Plata, con 787.000 habitantes. Para esa población la ciudad cuenta con 8 hospitales interzonales, 5 hospitales zonales y 3 hospitales sub zonales. Sumado a esto, las instituciones privadas.
La Región Sanitaria VIII, con sus 16 municipios, tiene una población estimada de 1.150.300 habitantes. Su ciudad cabecera, Mar del Plata, aproximadamente cuenta con 700.000 habitantes y 2 hospitales interzonales para la atención en salud de su población y un hospital modular recientemente construido a efectos de la pandemia. Sumado a esto el sistema privado que “ya ha manifestado situación de posible colapso”.
En términos de pandemia, hoy La Plata lleva 11.750 casos de Covid-19 confirmados, las personas recuperadas llegan a 9.092 y las fallecidas son hasta la fecha 259 personas. La tasa de letalidad es de 2,20 y el total de testeados llega 32.560.
General Pueyrredon tiene hasta la fecha 7.327 casos confirmados, 4.664 recuperados, 117 fallecidos y una tasa de letalidad 1.60. Fueron testeadas 19.070 personas.
Entre sus tantas particularidades, Mar del Plata alberga a la mayor cantidad de adultos mayores del país. Solo contando a los afiliados al PAMI, en la región hay 260.000 y puntualmente en General Pueyrredon 147000, mientras que en La Plata hay 130000.
Las diferencias entre la capacidad de atención de una y otra zona, como así también las particularidades de la composición demográfica, exponen y permiten comprender mejor cuál es la condición y a su vez la responsabilidad del sistema sanitario de Mar del Plata.
Al hacer este planteo, las autoridades decidieron no entrar en detalles de la tasa de camas operativas por habitante ni en “la comparación más que obvia” de la cantidad de efectores públicos y privados.
La conclusión frente al actual escenario, simple aunque a la vez profunda, fue la siguiente: “No quedan dudas que es en este momento cuando más debemos cuidarnos”.
Las autoridades pidieron mantener el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, el distanciamiento social, el uso del tapabocas y sobre destacaron la necesidad de que la gente piense en “el estrés del sistema sanitario local”, con “todos los equipos agotados por la tarea titánica” que vienen realizando desde el inicio de esta pandemia.
“Lo anterior hace centrar la discusión entre realidades demográficas similares, recursos institucionales en atención en salud y falencias históricas para enfrentar crisis coyunturales”, aclararon.
Enseguida y por último, advirtieron: “No podemos hoy generar mágicas respuestas. El recurso humano es el que históricamente hubo, y ante una patología nueva sin tratamiento específico ni vacuna, debemos ser extremadamente respetuosos por el otro e intensificar la responsabilidad individual sumándola a la colectiva. ¡Quédate en casa, nosotros no podemos!”.