Desde 2017, la Justicia tiene pendiente al detención del líder de una banda narco VIP. Luego de escapar en el momento en que iban a allanar su domicilio, al dealer no se lo vio nunca mas.
Gustavo “Pelado” Arce (44), el prófugo más misterioso para la Justicia de Mar del Plata, continúa con paradero desconocido y ante eso el Ministerio de Seguridad aumentó la recompensa por información a 4.000.000 de pesos.
Arce permanece en la clandestinidad desde el año 2016 cuando escapó de la Prefectura Naval Argentina (PNA) que se disponía a detenerlo. Se lo consideraba el líder de una banda narco VIP que operaba con clientela de la alta sociedad.
El 4 de febrero de 2016, a las 14.36, distintos grupos policiales y de otras fuerzas de seguridad se disponían a allanar domicilios para debaratar la organización liderada por Arce. El principal objetivo era un edificio de 25 de Mayo e Yrigoyen, donde Arce residía con su novia. Al operativo se lo llamó “Operativo Elmer”, por el parecido de Arce con el dibujo animado, y se lo seguía en tiempo real porque los investigadores tenían su teléfono intervenido.
En momentos en que el personal de la PNA lo intentó interceptar, Arce escapó con una camioneta utilitaria luego de chocar contra dos móviles no identificables de esa fuerza.
Tras tomar por la avenida Colón, Arce dobló en Viamonte y continuó con la camioneta hasta abandonarla en Quinta e Independencia. Esa fue la última referencia que se tuvo de Arce, ya que desde entonces desapareció del radar de los investigadores.
Gastón Arce, el prófugo.
Se lo buscó en Bahía Blanca, hubo datos provenientes del Conurbano y se descartó alguna posibilidad de salida del país. También el uso de aviones, medio de transporte que Arce rechazaba por miedo. Nunca más se tuvo pistas de él.
El Ministerio de Seguridad, que el año pasado había fijado en 1.000.000 de pesos la recompensa por cualquier tipo de información, ahora la elevó a 4.000.000. Quien desee comunicarse debe hacerlo a la dependencia policial más cercana a su domicilio.
Una historia singular
Más allá del genuino interés por su detención durante mucho tiempo existió la suspicacia de una protección policial. De hecho, una de las personas detenidas en el marco de los operativos de febrero de 2017 fue un efectivo policial de Drogas Ilícitas, quien se reunía con frecuencia con Arce en una cervecería y cobraba por mantenerlo al tanto de las investigaciones.
Ese policía fue detenido al igual que la novia de Arce y otros integrantes de la célula. También un joven que llegó a un acuerdo con la Justicia para brindar información y fue a través de su relato que se pudieron confirmar muchas de las pruebas que la investigación había proporcionado para realizar el operativo.
En el allanamiento en la casa de la novia de Arce, la policía secuestró casi medio millón de pesos dentro de una caja fuerte y se supone que era una parte de lo que podía recaudar por mes la organización.
Para la Justicia, al menos entre el 19 de agosto de 2016 y el día de los allanamientos Arce lideró a un grupo de personas dedicadas a vender cocaína a pedido en distintos puntos de la ciudad.
J.F., C.P., C.B., R.P.F.y el policía A.O. fueron detenidos como miembros con distintos roles de la banda y desde entonces quedaron con prisión preventiva excepto el primero. J.F., conocido como “El Pibe”, se ofreció como colaborador y fue excarcelado.
La banda operaba por medio de la recepción de llamadas telefónicas o mensajes, en los que se pactaba el encuentro entre vendedor y consumidor.
Arce, según la investigación, solo se involucraba con personas de confianza si debía hacer una transacción, pero era el encargado de proveer a los demás miembros.
C.P., por ejemplo, trabajaba en la morgue del HIGA y vendía drogas, muchas veces, allí, o en las cercanías del nosocomio ubicado sobre la avenida Juan B. Justo.
A.O. en su carácter de funcionario policial y valiéndose de su cargo de sub oficial dentro de la área de Dirección de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Delitos Complejos “brindaba cobertura policial” a Arce para que la organización funcionara sin fisuras.
Finalmente A.A., por su parte, era un miembro externo ocasional, porque pertenecía como empleado a una cervecería donde se estableció que se llevaban a cabo los encuentros entre A.O y Arce donde se “acordaban los términos y condiciones de la protección”.