Ramiro Agüero (16) falleció el pasado 4 de junio en el barrio Jorge Newbery. La causa pasó recientemente a manos de la fiscal Andrea Gómez y Carlos Flores (68) quedó detenido en la Unidad Penal de Batán, imputado por "homicidio simple".
Ramiro Agüero (16) murió el pasado 4 de junio, tras ser atropellado en el barrio Jorge Newbery, por un hombre que tras el siniestro huyó del lugar. Junto al adolescente iba Franco Robles (23), quien sufrió serias lesiones, estuvo en coma y tuvieron que amputarle la pierna.
A más de cuatro meses de la tragedia, la causa tomó un giro que la familia de la víctima reclamaba desde el primer día: la calificación cambió a homicidio simple, pasó a la órbita de la fiscal Andrea Gómez y el responsable, Carlos Flores (68) quedó detenido en la Unidad Penal de Batán, imputado por “homicidio simple” y “homicidio en grado de tentativa“.
Al momento de que la fiscal imputó a Flores por homicidio simple -delito que contempla una pena de hasta 25 años-, el hombre de 68 años ya se encontraba detenido en la cárcel de Batán, por haber participado en agosto de unos violentos robos en viviendas en una investigación que manejaba el fiscal Mariano Moyano.
“Entendí que con la prueba recolectada hasta el momento, no solamente testigos presenciales, sino con las pruebas accidentológicas se demostraba un incremento de la velocidad y el haber arrastrado a la moto y los ocupantes manifiesta una intencionalidad de quien manejaba la camioneta que pasa a ser de un vehículo de transporte a convertirse en un arma”, explicó la fiscal Andrea Gómez, quien recibió la causa de la Fiscalía de Delitos Culposos, a cargo de Pablo Cistoldi.
La fiscal explicó que esa demora en cambiar la carátula del siniestro vial, en parte también se debió a que las pericias accidentológicas fueron “bastante accidentadas” en su realización, ya que la gente “al ocurrir un hecho tan penoso y horrible, obviamente intentó salvarles la vida a las dos personas que habían quedado debajo de la camioneta“.
Los investigadores tienen probado que Flores era quien manejaba la camioneta que atropelló y mató a Agüero. Además, las pericias indican que iba a una velocidad de 51,5 kilómetros por hora y, según los especialistas en siniestralidad que trabajan en la causa, con esa velocidad un conductor puede realizar maniobras evasivas para esquivar a una moto. Algo que Flores no hizo ni intentó hacer.
La fiscal Gómez no tiene dudas de que Flores “tiene total responsabilidad con la prueba recolectada hasta el momento“. La clave, para la fiscal, está en esa “intencionalidad” de Flores al chocar a Agüero y a Robles y arrastrarlos hasta impactar contra el paredón del predio de empleados de comercio, en Alberti y Portugal.
Con el cambio de calificación, Flores ya fue llevado a Tribunales para declarar ante la fiscal Gómez, pero se negó a hablar del hecho.
Si bien la investigación aún no avanzó en los motivos por los cuales Flores pudo haber querido chocar y matar a Agüero y Robles, una de las hipótesis basadas en los “rumores” del barrio Jorge Newbery se basa en un conflicto de vieja data Flores y Robles.
Al respecto, aún no hay testimonios oficiales incorporados en la causa, ya que las personas del barrio Jorge Newbery prefieren “no meterse”, por miedo a posibles represalias.
Una familia signada por la tragedia
La fiscal Andrea Gómez es la segunda vez que se encuentra con la familia Agüero y una investigación por asesinato. El 13 de febrero de 2013 el padre de Ramiro Agüero, Marcelo (41) fue asesinado luego de protagonizar un choque en Alberti y 188, a unas 10 cuadras de donde atropellaron y mataron a su hijo.
Marcelo Agüero trabajaba como remisero sin tener licencia, era prácticamente el “chofer del barrio“. Ese 13 de febrero, tras un viaje, chocó a un adolescente que circulaba en moto, lo que despertó el enojo de un grupo de personas que lo obligaron a salir del auto y lo golpearon. Luego, un hombre se acercó por detrás con un cuchillo en la mano y lo degolló. Antes de huir, los agresores le prendieron fuego el vehículo, un Peugeot 505.
El asesinato del padre de Ramiro Agüero fue investigado por la fiscal Andrea Gómez, que en una causa compleja logró que el principal sospechoso fuera condenado.
“No puedo decir que estoy sonriendo, pero sí sentí alivio”
La familia de Ramiro Agüero, al enterarse de la detención de Flores, del cambio calificación -de homicidio culposo a homicidio simple- y del cambio de fiscalía se mostró muy satisfecha. “De tanto luchar estos 4 meses nos sentimos muy satisfactorios de la pelea que dimos. Siempre dijimos que no era un accidente, que era un homicidio”, expresan los familiares del adolescente.
El pasado miércoles, la familia de la víctima estuvo reunida con la fiscal Gómez, quien explicó los cambios y avances en la causa. “Lo que hizo en un día y medio, Cistoldi no lo pudo hacer en cuatro meses“, dice Alberto Alderete, pareja de la madre de Ramiro, padre del adolescente.
“Esa es la bronca que tenemos, que con todas las pruebas, con todas las pericias que indicaban que no era un accidente de tránsito no hizo nada”, dice Alderete y agrega: “Flores fue a matar a Robles, quien manejaba la moto en la que iba mi hijo. Una moto que no tenía dominio, robada, sin seguro, ni registro”.
La familia de la víctima sostiene la hipótesis de un conflicto entre Robles y Flores, conflicto en el que Ramiro “tenía boleto de ida pero no de vuelta en esa moto y se llevó la peor parte”.
“Tenemos de confianza en la fiscal Andrea Gómez, que está muy comprometida con la causa y nos dio esperanza”, expresó el padre de Ramiro y agregó: “El dolor lo vamos a llevar de por vida, pero sí vamos a sentir una tranquilidad de decir que toda la lucha que hicimos en la calle, todo el esfuerzo que hicimos, no fue en vano. A nosotros nos importaba que agarraran al responsable, y lo agarraron. Ahora que pague como tiene que pagar”.