Policiales

Asociación ilícita mixta: solo un imputado apeló la prisión preventiva

Tras vencerse el plazo para la apelación, solo uno de los imputados lo hizo. El resto aspira a arrestos domiciliarios o alguna excarcelación para salir de la cárcel hasta que se lleve a cabo el juicio.

El expolicía Christian Holtkamp fue el único que apeló la prisión preventiva entre los imputados de la causa por la asociación ilícita mixta, que tiene como principal detenido al exjefe departamental José Luis Segovia,

A diferencia de Segovia, Gastón Moraña, Javier González y Jorge Toletti, Holtkamp presentó por medio de sus defensores un pedido de revisión ante la Cámara de Apelaciones y Garantías, aunque en términos prácticos no tenga ningún efecto ya que se encuentra detenido en el marco de otro expediente.

La prisión preventiva había sido dictada por el juez de garantías Daniel De Marco, quien al mismo tiempo ordenó la excarcelación de Nicolás Rivademar y el abogado Lautaro Resúa. Para De Marco, estos dos últimos solo quedaron con mérito en delitos excarcelables. Esto fue apelado por la fiscalía general a través de Marcos Pagella.

En esta instancia del proceso penal, para la Justicia existió en Mar del Plata una asociación ilícita mixta que recaudaba dinero de los “arbolitos” para permitir la venta ilegal de moneda extranjera y desviaba investigaciones con el propósito de perjudicar a algunos sospechosos o brindar cobertura a los verdaderos autores de hechos graves como asaltos en viviendas particulares.

En esa matriz hipotética, se le atribuye a Segovia un rol central, a tal punto que se lo define como el jefe de dicha organización. A Moraña y a González se los acusa de ser los “recaudadores”; a Toletti y Holtkamp ser los intermediarios con el mundo del cambio de dinero. Para el juez De Marco, tanto en el caso de Resúa como en el de Rivademar no hay prueba meritoria que los incrimine como párticipes, pero sí en otros delitos.

La causa es sumamente compleja debido a que se entrecruza con otras tres investigaciones, una a cargo del fiscal Fernando Berlingeri, otra de Mariano Moyano y otra de Florencia Salas.

Todo comenzó con el robo a una pareja de ancianos en el séptimo piso del edificio Cabo Corrientes en diciembre de 2020. Allí dos hombres y una mujer se introdujeron en el departamento y se apoderaron de más de 220 mil dólares, 400 mil pesos y otros objetos de valor.

Esa causa tuvo como primer investigado a Mauricio Di Norcia, un hombre ligado al mundo del delito pero que, no tenía nada que ver con el caso. A pesar de eso le allanaron sus domicilios y su abogado, Resúa, presentó una eximición de prisión.

Según cree la fiscalía, Segovia y otros policías sabiendo que Di Norcia no estaba vinculado al asalto, lo colocaron como sospechoso igual y hasta confundieron así al fiscal Moyano.

Un par de meses después -febrero de 2021-, cuatro hombres “secuestraron” a Alejandro Juárez en un hotel de Punta Mogotes. La intención era pedirle 50 mil dólares para correrlo de la investigación del asalto, porque ya tenían la información de que él era uno de los autores. Esos cuatro hombres estaban en lo cierto y tenían información clasificada: uno era Holtkamp, otro Toletti, otro supuestamente el cuñado de éste último, Ulises Arbizu, y el policía de la DDI, Javier Collova. A Juárez lo liberaron en otro sector de la ciudad y desde allí llamó al 911.

Como el pago nunca se realizó, Holtkamp y Toletti se presentaron “espontáneamente” ante Moyano y dieron todos los datos incriminatorios.

Con esas declaraciones se destrabó la investigción y se pudo saber además que Julieta Palermo, novia de Juárez, era otra de las asaltantes. Luego esa causa derivaría hasta en la detención de un joyero turco de Buenos Aires por ser parte de la planificación del robo. El abogado del joyero turco también fue Resúa.

Mientras esto sucedía, se producían asaltos a departamentos, similares al de Cabo Corrientes. Esos hechos fueron investigados por el fiscal Berlingeri y la banda que los cometió fue detenida. Se la conoció como “La Banda del Millón” porque el botín acumulado superaba el millón de dólares. Uno de los integrantes de esa banda resultó ser Di Norcia.

A esa altura de los acontecimientos se desconocía el secuestro de Juárez, pero cruces telefónicos y el insólito llamado al 911 permitieron conocerlo. La investigación del secuestro fue asignada a la fiscal Salas quien ordenó detener a Holtkamp, Toletti, Collova y Arbizu, aunque éste nunca fue localizado.

Tras las declaraciones, los teléfonos secuestrados y los elementos hallados en los distintos allanamientos se conoció la subtrama de la asociación ilícita. Es que Toletti era vendedor de divisas, Holtkamp expolicía y nexo con la fuerza y Collova, policía en funciones. Surgió entonces que había recaudadores que supuestamente respondían a Segovia.

Por el momento la causa no tiene nuevos imputados, pero no se descarta que estoy pueda ocurrir.

En tanto, la Justicia tiene pendiente por resolver pedidos de arresto domiciliario de Moraña y González, la excarcelación extraordinaria de Segovia, y la apelación de la prisión preventiva de Holtkamp. Desde el ámbito judicial estiman que todo será rechazado y que en los meses siguientes la fiscalía reforzará la prueba para hacer el pedido de elevación a juicio.

 

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