Policiales

Asociación ilícita mixta: Segovia pasó la noche en la cárcel junto a otros imputados

El exjefe de la Jefatura Departamental fue alojado en el pabellón C de la Unidad Penal 44 de Batán, donde también están el policía Gastón Moraña y el expolicía Javier González. La defensa había pedido que se dejara sin efecto el traslado, por la "complejidad" que significa que esté detenido en la cárcel.

El exjefe de la Jefatura Departamental, José Luis Segovia, pasó la noche del lunes en la Unidad Penal 44 de Batán, donde permanecerá detenido -de no suceder nada extraordinario- al menos hasta que la causa por corrupción en el corazón de la Policía Bonaerense en Mar del Plata sea elevada a juicio.

Segovia, acusado por el fiscal general Marcos Pagella de ser el líder de una asociación ilícita mixta, fue trasladado el lunes pasado el mediodía a la cárcel, para que cumpla allí con su detención bajo prisión preventiva.

Para la Fiscalía General, era inconveniente que Segovia tuviera “beneficios” en su detención: primero en la Estación Comunal de Policía de Balcarce, donde hubo mucha laxitud en sus condiciones de encierro, al punto que se formó una causa penal por haber recibido la visita del exsubcomisario Juan Pablo Velázquez cuando aún regía la incomunicación librada por la Justicia.

Tras ese incidente, el exjefe de la Departamental fue trasladado a la sede de la Policía Federal -ubicada en Sarmiento y Gascón- donde, para los investigadores, no era un lugar acorde para que esté por sus buenas relaciones con los integrantes de esa fuerza de seguridad.

Tras estos antecedentes, el juez de Garantías Daniel De Marco ordenó que Segovia fuera trasladado el lunes a la Unidad Penal 44 de Batán, medida que fue cuestionada por la defensa del imputado, a cargo del abogado Martín Bernat.

Bernat, quien también había solicitado en su momento recusar a toda la Fiscalía General de Mar del Plata en la investigación, había pedido que se dejara sin efecto el traslado de Segovia por “la complejidad” que significa alojar al exjefe de la policía en la Alcaidía Penal Batán 44.

Además, el abogado defensor remarcó que “no existe” una cuestión de urgencia para trasladarlo. “No se nos ha corrido el traslado respectivo a los fines de expedirnos en relación al lugar de alojamiento”, remarcó Bernat y agregó: “Pido se deje sin efecto el traslado inmediato, manteniendo el actual alojamiento hasta resolver la cuestión en forma definitiva”.

A pesar del planteo de la defensa, desde el lunes a la tarde Segovia se encuentra en la Unidad Penal 44 de Batán, donde permanecerá detenido -salvo que ocurra alguna medida excepcional, como una excarcelación extraordinaria- al menos hasta que el fiscal Pagella eleve la causa a juicio, lo que podría ocurrir a fin de año.

José Luis Segovia.


El reencuentro con otros dos imputados


Segovia, al ingresar a la Unidad Penal 44 de Batán, se reencontró en el pabellón C con otros dos imputados en la causa: el policía Gastón Moraña y el expolicía Javier González, quienes están acusados de haber sido sus “recaudadores” en la asociación ilícita mixta.

Precisamente el pabellón C, donde Segovia, Moraña y González están detenidos, es el lugar destinado en la cárcel para los integrantes de las fuerzas de seguridad, para evitar mezclarlos con “presos comunes”.

Uno de los primeros que recibió a Segovia en la cárcel fue González, su hombre de confianza, con quien se lo pudo ver charlar en los pasillos del pabellón C de la Unidad Penal 44 de Batán.

Por otra parte, Christian Holtkamp, si bien es un expolicía, se encuentra detenido en el pabellón D, de mediana seguridad, por lo que no se cruzara con el resto de los imputados en la causa de corrupción.


El avance de una causa compleja


Con los principales imputados detenidos con prisión preventiva en la Unidad Penal 44 de Batán, la investigación del fiscal general Marcos Pagella avanza con la recolección de prueba hacia lo que será la elevación a juicio, que podría solicitarle a la Justicia de Garantías a fin de año.

No se descarta que a raíz de nuevas pruebas y testimonios hayan nuevas derivaciones con las que se formen otras causas penales, tal como sucedió la semana pasada cuando salió a la luz que altas autoridades de la fuerza pudieron haber “cajoneado” un sumario iniciado en en contra de Segovia en 2023, para luego exigirle dinero para dejarlo en ese estado con miras a un próximo ascenso.

Es que el 31 julio de 2023 se le había iniciado al excomisario mayor un sumario por supuesto mal funcionamiento en el patrullaje de las calles de la ciudad. Sin embargo, la documentación no fue hallada en el legajo del sospechoso cuando el escándalo de corrupción salió a la luz en mayo último, y se presume que habría desaparecido en abril.

Para los integrantes del CATI, dependiente de la Fiscalía General y a cargo de Marcos Pagella y Javier Pettigiani, que llevan adelante la pesquisa inicial, altos mandos de la Policía Bonaerense habrían ocultado el sumario administrativo con el objeto de mantenerlo en esa situación ante un futuro ascenso. ¿Cuál era el propósito? Algo que es vox pópuli: quien está en condiciones de lograr un ascenso necesita una foja de servicios limpia y para ello, debe pagar. Lo que la Justicia dice es que durante un reunión que se habría llevado a cabo en Puente 12, entre el 5 y 6 de abril se “acordó” el futuro ascenso de Segovia a comisario general. Ese episodio, además, coincidiría en línea temporal con los movimientos de extracción que se habrían realizado en la caja de seguridad perteneciente a Segovia y a su familia.

 

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