Leandro Maza (31) murió tras recibir una puñalada en el pecho el jueves a la noche mientras estaba de viaje en California junto a su padre y su novia, a quien le había pedido matrimonio en Las Vegas hace tres semanas. Su familia solicita que las autoridades nacionales ofrezcan alguna respuesta para repatriar sus restos.
El marplatense Leandro Maza (31) fue asesinado el jueves pasado a la noche en California, Estados Unidos, donde estaba de vacaciones junto a su padre y su novia y su familia pide colaboración a las autoridades argentinas para poder repatriar su cuerpo.
Leandro Maza había viajado a Las Vegas en febrero junto a su padre, Héctor y su pareja, a quien le propuso casamiento en la “ciudad del pecado”.
En Estados Unidos los agarró la pandemia por el coronavirus y si bien tenían pasajes para volver a Argentina el 23 de mayo, intentaron regresar antes, pero no pudieron sumarse a los vueltos de repatriados.
El asesinato de Leandro Maza se produjo el pasado jueves 2 de abril a la noche, en Long Beach Californa. Según informaron medios locales de California (como KTLA), el marplatense y su pareja se encontraban en una casa en la avenida Linden al 2000, cuando un joven, que violó una orden de acercamiento, fue hasta el lugar para buscar a su expareja.
En ese contexto, el hermano de la joven salió a enfrentar al hombre que violaba la orden de restricción de acercamiento y Leandro, que los conocía, también fue hasta la vereda.
El padre del marplatense, Héctor, explicó a LA CAPITAL que su hijo “nunca estuvo armado con fierro ni participó en la pelea”, sino que simplemente estaba ahí afuera para ver la situación.
Según explicó el padre del marplatense, el hombre logró escaparse del hermano de la expareja que lo tenía sometido contra el suelo y al huir chocó contra Leandro Maza a quien apuñaló directamente en el pecho, a la altura del corazón.
Maza cayó al suelo y cuando el agresor estaba por volver a apuñalarlo recibió un golpe fuerte en la nuca por parte de su exyerno, que lo obligó a huir del lugar.
El hombre intentó ayudar a Maza y al ver la herida que tenía se sacó la remera e intentó evitar la hemorragia, mientras gritaba pidiendo ayuda.
La ambulancia llegó a los pocos minutos y trasladó al marplatense al hospital. Según su padre, Leandro Maza ingresó a terapia intensiva a las 21.35 y, luego de haber sido atendido por médico, falleció a las 23.40.
El joven acusado de haber asesinado al Leandro Maza fue identificado como Eduardo Rufino, de 19 años, y fue detenido por la policía a pocas cuadras del lugar del crimen.
El pedido de la familia
La familia de Leandro Maza se encuentra desesperada. En Mar del Plata, en plena pandemia, se enteraron del asesinato del joven y al inmenso dolor se le suma la impotencia de no poder hacer, de no poder despedirlo.
El padre de la víctima y la pareja se sienten solos en un país extranjero y si bien entienden el contexto actual, les parece una “locura” tener que esperar más de un mes, con el cuerpo de Leandro Maza en una morgue de California, hasta poder volver a Argentina.
“Necesitamos ayuda, mi padre necesita ayuda para traer el cuerpo de mi hermano lo antes posible. Encima cuando venga tendrá que hacer la cuarentena obligatoria, así que tendría que pasar mucho tiempo para poder velarlo”, lamenta desde Mar del Plata Vanina, la hermana de Leandro.
“Hay muchos gastos que hay que afrontar ahora para repatriar el cuerpo. De la embajada argentina en Estados Unidos no atienden, no tiene ninguna respuesta y necesitamos que alguien los ayude”, explica y agrega: “No se puede quedar mi padre un mes allá con el cuerpo en una morgue, entendemos la pandemia, pero no puede ser esto”.
“Fierrero” y mecánico de picadas
Leandro Maza era mecánico, trabajaba en un taller y era reconocido en el ambiente de las picadas legales del Autódromo por preparar autos para las carreras.
A sus 31 años, esperaba que este 2020 fuera un año fundamental: estaba por terminar de construir su casa y planeaba contraer matrimonio con Dana, su novia a quien le había pedido matrimonio hacía tan solo tres semanas en Las Vegas, Estados Unidos.
“Leandro era una excelente persona. Era un pibe buenísimo, todo el mundo lo quería y no jodía a nadie. El quería formar su familia y terminó así, asesinado de una puñalada en otro país. Es muy injusto todo esto porque era una persona muy buena”, lamenta su hermana, Vanina.