La inmigración es el tema del que más miente. Los datos surgen del diario Washington Post sobre la base de su Fact Checker's Database.
El presidente estadounidense, Donald Trump, superó el umbral de las 10.000 mentiras, según reveló el diario Washington Post sobre la base de su Fact Checker’s Database, un organismo académico que reúne datos difundidos por varias universidades.
El presidente había llegado a 5.000 tras los primeros 601 días, con un promedio de ocho declaraciones falsas o deformadas por día.
Pero 226 días después, superó las 10.000, con un promedio de casi 23 mentiras por día en los últimos siete meses, añade el reporte, reproducido por la agencia de noticias Ansa.
La meta parecía improbable, subrayó el Washington Post, cuando se lanzó el proyecto de verificar las afirmaciones de Trump: en los primeros 100 días, el presidente tenía un promedio de menos de cinco mentiras al día, un número que proyectaba un máximo de unas 7.000 falsedades en los cuatro años de mandato, que finaliza en enero de 2021.
La inmigración es el tema del que más miente Trump, según el análisis. “De hecho, su afirmación más repetida, 160 veces, es que su muro fronterizo se está construyendo. El Congreso se mostró reacio a financiar el muro que imaginó”, por lo que ha intentado lanzar toda clase de amenazas y afirmaciones sobre supuestas barreras existentes o avances en “un muro”.
“Estamos construyendo el muro, por cierto, vamos a tener más de 400 millas de muro construido para fines del próximo año”, es la frase más repetida de Trump, señala el Post. La primera vez que lo dijo fue el 20 de septiembre de 2018 y la última el 27 de abril pasado.
El Post también hizo un recuento, según The Fact Checker, de las exageraciones, imprecisiones o mentiras del Presidente. Dijo que no tenía “nada que ocultar” sobre la investigación de la tama rusa, pero en realidad se negó a declarar bajo juramento.
También, por ejemplo, hizo una serie de afirmaciones falsas sobre la inmigración, como que “las fronteras abiertas traen un crimen tremendo”, pero el Post recalca que no siempre hay vínculos directos entre la inmigración ilegal y el crimen.