Un hombre de 26 años fue detenido y acusado de participar de al menos tres asaltos contra repartidores de encomiendas de una firma postal. Lo habían detenido después del último hecho y había recuperado la libertad.
En el mes de enero tres repartidores de una empresa postal sufrieron en Mar del Plata violentos asaltos a manos de dos delincuentes que, para asegurarse el éxito de sus robos, los mantuvieron privados de su libertad algunos minutos. Solo uno de ellos tuvo relativa fortuna, el último, porque la policía vio la maniobra y logró rescatarlo, además de detener a ambos delincuentes. Sin embargo uno de los asaltantes fue liberado poco después. Ahora, tras confirmarse que había participado en todos los hechos, la policía volvió a detenerlo y en su casa encontró hasta una ametralladora usada alguna vez por Gendarmería Nacional.
El caso que provocó la investigación ocurrió el 29 de enero pasado y tuvo su inicio en el Bosque Alegre, donde un trabajador de la firma Andreani se disponía a salir de su casa. En ese momento fue interceptado por dos delincuentes que lo obligaron a subir a la camioneta Renault Kangoo y lo llevaron hasta el barrio Las Canteras para liberarlo. Pero fue entonces que apareció un patrullero y detuvo a ambos delincuentes, además de rescatar sin problemas al transportista.
Matías Rivera (25) y Gustavo Franco (26) quedaron aprehendidos, aunque en su poder solo se halló una pistola de utilería. El fiscal de Flagrancia, Facundo De la Canale, imputó a ambos del delito de robo agravado por el empleo de arma de utilería y por tratarse de mercadería en tránsito, cuya pena mínima es de 3 años de prisión.
El juzgado de Garantías 2, unos días más tarde, resolvió excarcelar a Franco porque no tenía antecedentes y porque podría caberle una pena de cumplimiento condicional. Por el contrario Rivera quedó preso ya que al momento del asalto gozaba del beneficio de la libertad condicional por una condena previa de 6 años y 8 meses.
Pero lo singular es que esa causa avanzó hasta confirmarse su elevación a juicio y ahora solo espera agenda en el Tribunal Oral 4.
Mientras estos incidentes jurídicos se producían, el fiscal Leandro Arévalo comenzó una investigación para saber si estos dos asaltantes eran los mismos que habían intervenido en dos hechos similares ocurridos el 4 y 6 de enero. El primero de los asaltos tuvo como víctima a un chofer de 24 años que también fue abordado en su vehículo, privado de su libertad y abandonado en Las Canteras. Dos días más tarde, un conductor de 31 años sufrió la misma situación. En ambos casos los ladrones se hicieron valiosa mercadería.
Arévalo profundizó la pesquisa con los recursos de la DDI local, ahora a cargo del Comisario Inspector José Miguel Ojeda, y confirmó que ambos ladrones del tercer hecho habían cometido los dos anteriores.
El allanamiento
Personal de la DDI, con la orden del juez de garantías Gabriel Bombini, allanó distintas viviendas de los barrios El Martillo y Las Canteras de esta ciudad.
En uno de los domicilios localizó y detuvo a Franco, quien además se le secuestró un rezago de la mercadería robada (artículo de perfumería e higiene) y una ametralladora calibre 11.25. Se trata de un antiguo arma utilizada por Gendarmería Nacional conocida como subfusil Halcón, con alto poder de fuego.
Franco quedó imputado del delito de robo agravado y privación ilegal de la libertad, tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil condicional exclusivo de las instituciones armadas, encubrimiento y tenencia de estupefacientes. Este último cargo obedece a que la policía encontró en los fondos de su casa tres plantas de cannabis sativa de inminente cosecha.