Se presenta como candidato de su partido, la Agrupación Atlántica.
El intendente Carlos Arroyo empezará desde hoy a poner a prueba su gestión. Después de romper con Cambiemos, se presenta en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) con la boleta corta de su partido, la Agrupación Atlántica, y la intención de quedar bien posicionado para ir en busca de la reelección en octubre.
El jefe comunal llega a estas elecciones tras quedar afuera de la interna de Juntos por el Cambio y de intercambiar cuestionamientos con María Eugenia Vidal. En plena campaña, la gobernadora lamentó que Arroyo “no acompañara”, mientas que el intendente le reprochó no haberlo visitado más veces en la Municipalidad.
La mandataria provincial ya le había bajado el pulgar en el cierre de alianzas, cuando no aceptó la inclusión de Agrupación Atlántica en Juntos por el Cambio, lo que imposibilitó a Arroyo a participar de la interna de ese espacio político. El intendente incluso reveló que le pidieron que apoyara a Guillermo Montenegro, pero no aceptó y, aunque las encuestas no lo dan entre los favoritos, mantuvo su idea de ir por la reelección.
La comunicación de la lista presentada en la Junta Electoral fue desprolija. Recién diez días después del cierre del plazo para la inscripción se conoció que la nómina de concejales no la encabezaría su hijo, Guillermo Arroyo –como el partido había hecho trascender originalmente–, sino el director de Protocolo del municipio, Hernán Tillous. En el segundo lugar aparece la concejal Patricia Serventich, que en octubre buscará renovar su banca, y en el tercero Marcelo Carrara, otro edil que intentará renovar su período legislativo.
En campaña, Arroyo procuró mostrar los logros que considera que tuvo su gestión, como el “superávit” del municipio, las obras de pavimentación y las campañas de vacunación.