El intendente lo reveló después de no depositarles los haberes a los máximos dirigentes. El secretario general reclamó explicaciones.
El intendente Carlos Arroyo reveló que su administración está analizando las tareas que desempeñan en el municipio los miembros de la comisión directiva del Sindicato de Trabajadores Municipales (STM). Lo dijo luego de que, el miércoles, el municipio depositara los haberes de octubre de todo el personal excepto los de la cúpula sindical.
Sin dar demasiados detalles, el jefe comunal deslizó que se está efectuando un relevamiento para luego presentar un informe. Sus palabras llegaron justo después de que otros funcionarios municipales dijeran por lo bajo que los dirigentes del STM no asisten a sus puestos laborales.
El secretario general del STM, Antonio Gilardi, fue ayer a la mañana al municipio con el objetivo de pedirle explicaciones al jefe comunal. Mientras esperaba en el hall, dijo indignado que “de este Ejecutivo se puede esperar cualquier cosa”. Y horas después, el intendente comentó que no se reunió con nadie.
La controversia por los salarios se inscribe en una nueva semana de máxima tensión entre el gobierno de Arroyo y el sindicato. El disparador fue el paro realizado el martes, quinto día hábil del mes, por la demora en la acreditación de los sueldos del personal.
Las autoridades comunales consideraron que no había ninguna razón para llevar adelante una medida de fuerza semejante. Es más: prometieron pagar ese mismo día a las 23.59. El objetivo era dejar en evidencia que el paro había sido una decisión apresurada porque el municipio pagaba un minuto antes de que terminase el quinto día hábil.
Pero al gobierno no le salió la jugada: pese a que hizo el depósito correspondiente, el trámite bancario se retrasó y el personal terminó cobrando el miércoles al mediodía, 12 horas después de lo prometido, ya en el sexto día hábil.
En el medio hubo otra jornada más de paro, convocada por el gremio esa misma mañana, luego de percatarse de que no estaba la plata en los cajeros.
El municipio decidió descontar sólo la jornada no trabajada del martes. Quiere decir que a la medida de fuerza del miércoles la reconoció como válida porque se concretó después de que expirara el plazo establecido por ley para el cobro de salarios.
Al margen de los hechos, el fuego cruzado entre el gobierno y el STM también recalentó el conflicto. El intendente; el secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, y el de Salud, Gustavo Blanco, dispararon contra el sindicato. El más duro fue Blanco, que habló de “una extorsión de una mafia”.
Por su parte, el secretario de Prensa del STM, Luis María Muñoz, acusó al Ejecutivo de “mentiroso” por el retraso en el pago al personal y dijo que el diálogo “está cortado” porque a las autoridades comunales “no les interesa” conversar con el sindicato.