Opinión

Arranca la Fase II-Económica

Por José Luis Stella, Licenciado en Economía.

Barack Obama le dijo al ex Presidente Macri que aprovechara los primeros cien días de su mandato para tomar todas las medidas necesarias para llevar adelante su gobierno.  Se consiguen mejores resultados, luego, la ciudadanía lentamente deja de apoyar, se termina la luna de miel. El Presidente Milei con su estilo, criticando a periodistas, economistas, de la peor forma, mantiene la llama encendida de sus votantes pero no escapa a la “regla de oro” sugerida por Obama. Asimismo, en los primeros meses el gobierno podía echarle la culpa al gobierno anterior, ahora que pasaron siete meses de gestión la sociedad le empieza a pasar factura de lo que no se resuelve. Las encuestas empiezan a dar síntomas claros de cansancio de la población.

Las primeras decisiones dieron un muy buen resultado macroeconómico. Un resumen de la herencia recibida la brindó Luis Caputo, en la conferencia de prensa del viernes 28 de junio; dijo el Ministro que se recibió un paciente en terapia intensiva con  5 puntos de déficit del tesoro y 10 de déficit cuasifiscal, 11.200 millones de dólares de reservas negativas, con importantes vencimientos en enero, deuda con los importadores e inflación por encima del 200% anual.  Además de la bomba de pesos provocadas por las Lebacs/Leliqs/Pases, la merma en la recaudación por la eliminación de la cuarta categoría en ganancias que generó conflicto entre Nación y Provincias ya que se trata de un impuesto coparticipable, Caputo indicó que no hubo crisis, no se violaron contratos, no hubo plan bonex como un mérito adicional.

Estábamos en el noveno subsuelo y hoy estamos en el tercero.  “Seguimos bajo el agua”. La macroeconomía está mejor que en noviembre del 2023.  Aunque todavía está muy mal y no le llega a la gente. 

Ocurre que los conflictos de objetivos y los problemas desbordan, son muy grosos.  El presidente Javier Milei dio por concluida con éxito la primera fase de su desafío y decidió avanzar a la siguiente con una nueva estrategia, bajo la conducción del “Messi de las finanzas” como, alguna vez, bautizó Macri al actual ministro de Economía, Luis Caputo.

La señal se comenzó a dar en una entrevista con Antonio Laje en LN+ donde Milei menciona que arrancó la segunda fase del programa. El deseo presidencial de exterminar al Banco Central y la dolarización fue guardado en el fondo de algún cajón. La decisión es sanear a la autoridad monetaria para transformar al “banco central en un Banco NORMAL”. 

Un tema puntual que tiene varias aristas es que el FMI le pide a las autoridades económicas que la tasa de interés sea positiva, es decir más alta que la inflación. El BCRA no la sube porque tiene mucho stock de pasivos remunerados y autogenera la emisión de pesos (endógena) aumentando más su deuda. La idea es pasarle la deuda al tesoro y así el BCRA tendrá libertad para subir la tasa de interés. Por su parte, el Tesoro rescatará sus bonos en manos del BCRA contra las nuevas LeFi (Letras fiscales de liquidez)  y desde el 22 de julio (Día D) tendrá separados los pesos para respaldar los bonos y su capitalización a tasa monetaria. Para el común de la gente y para muchos periodistas especializados en economía es un pasamano, la  deuda sigue en el sector público. En términos contables la deuda no desaparece, sino que cambia de titular. 

La diferencia teórica es que el tesoro la pagaría con más recaudación o menos gasto, pero no con emisión monetaria como  hace habitualmente el central y así se cerrará una canilla de emisión por el pago de intereses.  Había tres canillas abiertas para la emisión de dinero: 1) el déficit fiscal, 2) los intereses de los pasivos del BCRA, y 3) la compra de dólares. 

En la primera etapa se cerró la primera canilla y ahora vendrá el cierre a la segunda canilla.

En Junio hubo números negativos a pesar de la aprobación de la ley bases.  No entraron dólares al BCRA que perdió u$s 85 millones, tanto por una mayor demanda de importadores como por una débil oferta de los exportadores. “Hay indicios de que el esquema de acumulación de reservas con cepo empezó a agotarse”. Santiago Bausili Presidente del BCRA argumentó que en invierno suelen caer las reservas y el resultado negativo se explica por más importación de gas por las bajas temperaturas. El riesgo país subió como contrapartida de la baja de los bonos. Cayó la cotización del merval y subió el dólar. 

La conferencia de Caputo y Bausili decepcionó a los que esperaban anuncios cambiarios, y se sorprendieron con anuncios de política monetaria: Continúa el CEPO, el control de cambios, no se modifica el crawling peg del 2% y tampoco el dólar blend para exportadores de 80/20.  Por ahora al gobierno no le preocupa que suba de los dólares, SI le preocupa que se le desboque.  

Para afrontar la montaña de pasivos remunerados que deja el BCRA en el Tesoro, se apelará primero a una letra de regulación monetaria que se intentará (porque será voluntaria) colocar a los bancos y cuyo cupón flotante (de donde saldrá la tasa de política monetaria) pagará con los ingresos tributarios extras que espera obtener a partir de la puesta en marcha del paquete fiscal o, de ser necesario, un mayor ajuste al gasto.  Orlando Ferreres criticó la medida diciendo que “es un plan bonex para los bancos” y Fausto Spotorno (integrante de la consultora de Ferreres) fue expulsado del cuerpo de asesores económicos de Milei, en actitud similar a la que hubiera tomado Néstor Kirchner.

Caputo y Bausili, no comunicaron nada nuevo. Ratificaron lo actuado y “el rumbo” que continuará sin ceder a las presiones.

La deuda externa e interna Argentina es monstruosa, los vencimientos son incumplibles, tarde o temprano entraríamos en default si no se consigue financiamiento (roll over) para renovar vencimientos y patear la pelota para más adelante. La situación actual tiene el riesgo de la posible pérdida de reservas internacionales. El nueve de julio se pagaron 1.600 millones de dólares, cupones y amortización de Bonos Globales y Bonares reestructurados por Guzmán, y en la semana siguiente vencieron otros 640 de deuda al FMI, antes de fin de mes comienza con 167 millones de dólares el pago de los BOPREAL,  Bausili precisó que en el programa con el Fondo se anotó que en el tercer trimestre iban a bajar u$s 3000 millones y que se iban a recuperar a fin de año ¿se recuperarán?, la importación energética ante las bajas temperaturas, dificulta cada vez más la salida del CEPO, que no tiene  fecha cierta. 

Los indicadores sociales empeoraron: se agravó la brecha de la distribución del ingreso y la pobreza habría saltado al primer semestre al 55,1% según proyecciones privadas, con caída del PBI, salarios, consumo, industria, construcción y las principales ramas de actividad, salvo las primarias. Subió casi un punto el desempleo.

El Gobierno tiene las herramientas que pedía, con reforma laboral, blanqueo y régimen de grandes inversiones, facultades delegadas entre otros puntos con la firma del pacto junto a 18 gobernadores.  El mercado le dice a Javier Milei: “Ya tenés la Ley Bases, ahora quiero ver resultados. Nos gusta su discurso, pero más que palabras queremos hechos”. Hay que empezar a trabajar en las reglamentaciones. Esa tarea recae en Federico Sturzenegger, que coordinará la visión y los detalles técnicos con cada ministro o responsable de área y que comenzó en la desregulación de los cielos para el área de transporte.

La psicología y ansiedad de los “mercados” pide la tercera etapa antes que la segunda. 

La expectativa está puesta en el frente cambiario. El modelo que nos legó Sergio Massa estimulaba a juntar todos los pesos posibles para comprar la mayor cantidad de dólares baratos al banco central para luego venderlos en el mercado informal.  Ese modelo perverso debe cambiarse, sin embargo no sabemos por cual, ¿adoptaremos un modelo a la ecuatoriana, o a la peruana?, ¿tendremos en el  futuro tipo de cambio flotante, o tipo de cambio fijo?, no responder estas preguntas genera incertidumbre, que el Tándem económico no aclara.  

El gobierno intentará no devaluar y ganar competitividad haciendo más eficiente el sistema económico. También esto genera inquietud y el país se vuelve vulnerable a un “ataque especulativo que se alimenta a sí mismo”.  Tratando de despejar la incertidumbre aunque sin lograrlo, Javier Milei aseguró que la baja del impuesto PAÍS llegará en agosto, cuando esté reglamentando el paquete fiscal. El tributo representa el 1,1% del PBI. Hay mucho trabajo para crear las condiciones para que haya inversión, y es esencial el tiempo y la forma en la que el Poder Ejecutivo reglamente el RIGI, el régimen de incentivos fiscales que ya tiene su una lista de potenciales candidatos (grandes empresas) con nombre y apellido y un posible mini rigi para Pymes.

La política de recomposición tarifaria quedó disuelta a manos de dos variables: la inflación y el saldo fiscal. Cuando los precios vienen bien, ajustan tarifas y bajan subsidios. Cuando el objetivo es profundizar la desaceleración, levantan el pie del acelerador, como sucederá en julio. “Lo vemos mes a mes”, dijo Caputo. 

Mientras el dólar se atrasa, las reservas caen, las tasas de interés no contienen a los ahorristas y el Presidente se obsesiona por mejorar el balance del banco central, la economía está estancada desde 2011, no crece y hay pocas posibilidades de reactivación en “V”. Tampoco se ve una posibilidad rápida de convergencia en el triple dos, la inflación, el crawling peg y la tasa de interés todavía corren a distinta velocidad. La brecha que bajó en el primer trimestre del 2024 ahora vuelve a subir.  Como dijo en la crisis del treinta John Maynard Keynes “tenemos problemas con el alternador”, para indicar que el motor económico no arrancaría por su propia cuenta y que necesitaba un empujón por parte del gobierno. Ni el tesoro, ni el BCRA tienen dólares para dar el empujón.

“El Presidente voló al calor de las tierras del dólar para tratar de atraer los billetes verdes al país, donde si bien la ola polar está causando estragos en la Patagonia, la temperatura en el mercado sube al compás de la fiebre cambiaria.” dice Walter Brown Jefe de Redacción del Cronista.

La economía es fluida, la vida continúa, el mercado y el gobierno se trenzan en otra pulseada. Aunque no está en su filosofía y no quiere hacerlo, el BCRA salió a intervenir en el “contado con liquidación” para congelar la base monetaria en los niveles actuales y los dólares que compre el BCRA en el mercado oficial se venderán en el CCL. También envió señales a los bonistas, para calmar sus temores por una menor acumulación de reservas: deposita en Nueva York los u$s 1500 millones para cubrir los próximos vencimientos. Las próximas semanas serán interesantes para saber, utilizando la frase de Paul R. Krugman si se recupera “el juego de la confianza” y el círculo virtuoso de liquidación de los exportadores por baja de expectativas de devaluación. Con estos interrogantes el 22 de julio entraremos en la Fase 2. Nadie dijo que sería fácil.

 

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