Arte y Espectáculos

Ariel, el sobrino de Mariano Mores: “La música de mi tío me sigue marcando”

A los 3 años, las maestras le pusieron Abba para que calmara su inquietud. Fue remisero, plomo de la orquesta de su tío, asistente personal y luego músico. Llega con un homenaje musical y multimedia a Mariano Mores. Se presenta este lunes en el Teatro Colón.

 

De noche era remisero para poder bancar los estudios del Conservatorio de Música. Cuando su tío, el gran Mariano Mores, se enteró, le ofreció trabajar con él. “Le parecía peligroso que trabajara de noche”, recordó Ariel Mores, 46 años, sobrino de la leyenda del tango argentino y hoy también músico -es pianista- y cantante.

En una entrevista con LA CAPITAL, el artista contó parte de su historia con la música y con su linaje tanguero, antes de presentarse en el Teatro Colón local, hecho que sucederá este lunes 15 con el espectáculo “Mores x Mores”.

Ariel se desempeñó, primero, como plomo de la orquesta de Mores y más tarde se convirtió en su asistente personal: llegó a ser el chofer del auto de su tío cuando se organizaban giras cercanas a la ciudad de Buenos Aires. “Eran viajes que hacíamos en auto, él se sentía cómodo con que yo manejara su auto, íbamos escuchabdo música y hablando de música”, repasó. “Creo que de música es de lo que más hablé y lo que más disfrutábamos”.


Ariel y Mariano Mores.


Luego, se incorporó a su orquesta y pasó la última década de vida de Mariano como músico estable, hasta llegó a presenciar su despedida a los 93 años. La principal sugerencia del creador de “Taquito militar” era “que aprendiéramos música”. Hoy Ariel reconoció: “Creo que fue el mejor de los consejos, no creía que el ser cantante nos terminara de formar como artistas y tenía razón”.

“No hay muchos cantantes de tango que se acompañen con el piano y que puedan dirigir una orquesta. Eso para mi fue y es una gran ayuda en la versatilidad para los trabajos: a mi me convocan como cantante, pianista o como músico cantante”, siguió.

Con esa ductilidad ya pulida, Ariel se presentará este lunes en Mar del Plata. “Es un show que pasa por la vida musical de mi tío, mediante la tecnología volveremos a compartir un escenario”, adelantó, al tiempo que dijo que participarán los bailarines Irene Martens y Rodrigo Barraza y los

artistas marplatenses Valentín Navarro en bandoneón y Anastasia Romanova en la voz.

-¿De qué manera te marcó la música de Mariano?

-A los tres años mis papás decidieron que empiece el jardín. El problema fue que yo me aburría y no le hacía las cosas fáciles a las maestras. Me terminaron echando de tres jardines, debe ser un récord. En el cuarto jardín a las profes se les ocurrió ponerme música. Probaron distintos estilos hasta que me pusieron Abba y santo remedio. Le comentaron a mi mamá y ella compró todos lo cassettes de Abba que tenía la tienda. Así de importante es la música en mi vida. Ahora la música de mi tío me marcó y me sigue marcando. Me asombra cada vez más, porque a medida que voy creciendo y aprendiendo como artista y músico me voy dando cuenta de lo enormemente grande que fue él como músico y como compositor. No puedo decirte que me marcó, me sigue marcando todos los días.

-Integraste la orquesta de tu tío, ¿cómo era Mariano como director?

-Compartí los escenarios los últimos diez años de su carrera. Qué puedo decir: he visto la misma orquesta con los mismos músicos dirigida por otros y después dirigida por él, parecía que no eran los mismos músicos. Con él dirigiendo se magníficaba y te hacía poner la piel de gallina. No lo digo como sobrino, sino como músico.

-¿Cómo es tu música, qué originalidad plantea?

-Mi música todavía está en proceso, estoy por entrar a grabar mi primer disco en noviembre. Vivo como algo especial este show, que tiene mi impronta y arreglos con la música y obra de mi tío. Desde la pantalla y con la tecnología haremos posible que vuelva a tocar con mi tío en un escenario.

-Imagino que Mar del Plata es un lugar muy especial para vos, ¿veraneabas en la casa de tu tío?

-Mar del Plata fue muy especial para toda mi familia y más para mi tío. El amaba su casa de Gascón y Alem (hoy convertida en Espacio Tango), recuerdo de chico pasar veranos enteros con mis primos y festejar cada 18 de febrero el cumpleaños de mi tío como un rito. También ya de grande pude ver caminar a mi hija Grisel en la misma casa donde yo jugaba. Es muy lindo.

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...