Igualó 2-2 en su segunda presentación en el Mundial femenino.
Argentina tuvo una notable reacción y, después de ir 0-2 con Sudáfrica, rescató un 2-2 que la dejó con otras sensaciones en el Mundial de fútbol femenino. Ahora deberá superar el miércoles a la poderosa Suecia para aspirar a clasificar entre los dos mejores del Grupo G.
Desde el principio se vio la estrategia de una y otra. Argentina buscó seguridad con los pases cortos, mientras que Sudáfrica impuso su estilo más veloz y directo.
El seleccionado dirigido por Portanova estuvo impreciso, inconexo y, encima, otorgó muchas ventajas defensivas. El conjunto africano encontró mucho espacio detrás de la última línea rival, hacia donde filtró por arriba y por abajo continuamente. Mayorga salió tarde y habilitó a Kgatlana, quien le cedió el gol a Motlhalo (convalidado a instancias del VAR).
Argentina tuvo una chance, algo fortuita. Porque el centro de Gramaglia superó a la arquera y casi se mete por atrás: la pelota dio en el palo y salió.
En el segundo tiempo, Argentina salió con otra actitud, sobre todo a partir del ingreso de Yamila Rodríguez. Pero en defensa mantuvo su fragilidad. Al minuto, ya Kgatlana se perdió increíblemente el gol, pero la “11” sudafricana no perdonó a los 21′.
Argentina tuvo una gran virtud: no se rindió. A los 29′ Sophie Braun sacó de la galera un derechazo notable para convertir un gran gol. El seleccionado albiceleste fue con todo por la heroica y logró el empate cinco minutos después con un centro de Rodríguez y un cabezazo letal desde el punto penal de Romina Núñez.
La reacción fue tardía, aunque suficiente para sumar un punto. La clasificación está difícil, pero no imposible.