Si supera a Colombia, avanzará al Hexagonal Final del Sudamericano Sub 20.
La Selección Argentina superó 1-0 a Perú y, por la ayuda de Brasil, llega a la última fecha de la fase inicial dependiendo de sí mismo en el Sudamericano Sub 20 de Colombia. El viernes, desde las 21.30, se jugará ante el local la clasificación al Hexagonal que repartirá cuatro lugares para el Mundial (del 20 de mayo al 11 de junio) y tres para los Panamericanos de Santiago (20 de octubre al 5 de noviembre).
El equipo dirigido por Javier Mascherano cumplió con su parte en primer turno y después se vio resultado por el resultado del choque entre Brasil 1 y Colombia 1.
En la última jornada necesita un triunfo para meterse entre los tres primeros de la Zona A. Con un empate o derrota, quedará eliminado de la competencia.
Infantino y Aguirre fueron los únicos dos futbolistas que Mascherano conservó en la formación titular respecto de la pasada derrota con Brasil. El DT pateó el tablero para el decisivo encuentro con Perú y la apuesta lo expuso hasta el gol argentino por la falta de funcionamiento de un equipo apurado en la búsqueda del resultado.
Las salidas del arquero Federico Gomes Gerth, del defensor Valentín Gómez y del mediocampista Máximo Perrone sorprendieron por tratarse de jugadores parte de la columna vertebral junto al lesionado Agustín Giay.
En la primera media hora se vio un equipo nervioso, más propenso a la jugada individual que a la asociación, arengado por un enérgico entrenador que no lucía conforme con lo transmitido desde la cancha.
Argentina dominó territorialmente pero sin poder inquietar sobre el arco peruano, al que recién pudo vulnerar a los 40′ cuando Gino Infantino capitalizó un rebote dentro del área.
Por primera vez en el torneo, la Selección Sub 20 pasó a estar en ventaja en un partido y Mascherano, sin especulación, quiso ampliarla con un cambio en ofensiva para el segundo tiempo: adentro Julián Fernández, afuera Vallejo.
El equipo se mostró más tranquilo con la diferencia a favor pero siempre confuso en la construcción del juego. El peso de la obligación de ganar generó una postura más conservadoras en los minutos finales, que el equipo atravesó con algún susto, producto de su falta de fiabilidad defensiva.
El pitazo final del venezolano Yender Herrera dio paso al desahogo: Argentina hizo su parte y tuvo que esperar de una ayuda que recibió.