El diputado nacional marplatense Facundo Moyano apuesta a impulsar leyes para reducir la siniestralidad vial. Las primeras medidas del Gobierno, las diferencias en el Frente y el rol del sindicalismo. "Este proceso de reconstrucción depende mucho del diálogo", sostuvo.
La problemática de la seguridad en el transporte y el alto índice de siniestralidad vial son para Facundo Moyano dos temas centrales en el inicio de un nuevo período como diputado nacional.
El marplatense repite casi obsesivamente que “en 2018 murieron más de 7 mil personas por siniestros viales”, asegura que hay que avanzar hacía una ley de alcohol cero para conducir y que es necesario aplicar tecnología en función de la prevención.
Apuesta a que los proyectos presentados en la Legislatura puedan avanzar porque considera que el estado tiene un rol central. “Argentina está en una situación de emergencia vial y el Estado no puede pasar por alto esto”, afirma distendido en una entrevista con LA CAPITAL en la que repasa el inicio de la gestión del gobierno, el rol del sindicalismo y la convivencia dentro del Frente de Todos.
“Estoy enfocado en el tema de la seguridad en el transporte. La Argentina tiene un gran problema de siniestros viales, es la principal causa de muerte joven en nuestro país y sería una falta de respeto que el estado no tome cartas en el asunto”, dijo el referente del Sindicato de Peajes (Sutpa) y agregó: “no sólo hay que legislar sino que el Ejecutivo tiene que admitir esto no sólo como un problema sino como una emergencia”.
¿Por qué no se puedo avanzar en los últimos años en la Legislatura?
Tuvimos mucha dificultad para tratar los diferentes temas. No solo el “alcohol cero” que es la discusión emblema para esta situación sino medidas de seguridad para todo el transporte. Que tiene que ver con incorporar tecnología como sensores de distancia o de sueño. Y aplicar educación vial obligatoria en las secundarias. El alcohol cero no significa que esté solucionada la cuestión pero sí pone en la agenda pública este debate que es más que importante.
¿Cómo evaluás las primeras medidas del Gobierno?
El gobierno nacional ha tomado medidas acertadas que tienen que ver con ordenar el desorden que había dejado la administración anterior, poniendo prioridades para dar respuesta a las necesidades que tienen los sectores más humildes que han sido golpeados duramente estos años. Con las prioridades ordenadas, el Gobierno ha dado una señal importante para empezar a resolver estos problemas. Más allá del poco tiempo la señales han sido claras. Hay contemplación de un panorama de beneficiar al conjunto de los argentinos.
¿Qué rol va a jugar el sindicalismo?
Tiene un rol muy importante. El mundo del trabajo viene con cambios importantes que implican la adaptación de las organizaciones a esta nuevas modalidades. Y que también se entrecruzan con un período en el que la mayoría de los trabajadores perdieron derechos, salario, condiciones de trabajo, y creo que el sindicalismo va a ser una parte fundamental para la recuperación de todo eso. Es importante que el Gobierno tenga una política de integrar y fomentar el dialogo con las organizaciones sindicales porque sabemos que es un período difícil y que la Argentina se está recuperando de a poco.
¿Habrá paciencia si la reactivación demora más de lo previsto?
Todo depende de la política salarial que lleve adelante el gobierno. Este proceso de reconstrucción depende mucho del diálogo y de la comunicación que exista. En el caso de que no lleguen todas las respuestas que se esperan, tiene que haber un ámbito donde se pueda hablar y explicar el por qué.
¿Cómo ves la convivencia dentro de un Frente en el que hay diversidad?
Bien, porque la prioridad es empezar a solucionar los problemas que tiene la Argentina. Por supuesto que no se puede, negar que hay matices y diferencias que se tienen que evaluar como un factor positivo. Las diferencias siempre y cuando la conducción integre a las partes, no son malas. Tenemos la prioridad de empezar a resolver los problemas de los sectores más postergados y mientras prime esa cuestión esas diferencias no van a resultar un problema.
¿Crees que el presidente podrá timonear esas disputas?
Tengo confianza de que sí. Una de las cosas que más valoro del Frente de Todos es que la conformación de la formula presidencial encierra una autocrítica profunda de ambas partes. De la vicepresidenta de acordar con alguien que fue muy crítico y de Alberto que intentó crear otras alternativas y se dio cuenta que tenia que confluir con el kirchnerismo. Me veo identificado con la situación de Alberto porque tuve muchas críticas al último período del gobierno de Cristina y sin embargo entendí que teníamos que dejar las diferencias de lado, ponernos de acuerdo y consolidar las coincidencias para trabajar juntos. Cuando el peronismo se dividió lamentablemente vino un gobierno que no tuvo como prioridad el trabajo, la producción y los resultados están a la vista. La política se mide por resultados.
¿En tu paso por el Frente Renovador, veías en Alberto Fernández un posible líder?
Tenía muchas coincidencias. Pero muchas diferencias se han resuelto y muchos de los errores que se cometieron no se van a volver a cometer porque sino seríamos irresponsables. Si de algo sirve la evaluación del pasado es para no volver a cometer los errores. Alberto fue muy claro y me representa en el discurso. Por eso no tuve duda en sumarme a esta nueva etapa del peronismo.
Se hizo mucho hincapié en cerrar la grieta. ¿Crees que hay mayor conciencia en la sociedad?
Estamos trabajando muy fuerte. Uno de los principales objetivos que Alberto se propuso en la campaña es terminar con la grieta y ha tenido acciones para eso.