El trabajo interdisciplinario incluye la situación de las familias recuperadoras informales de residuos, el trabajo infantil y el uso de animales.
Se concretó ayer en el Concejo Deliberante una Jornada de Trabajo con el fin de elaborar acciones de coordinación entre las distintas áreas comprometidas en la problemática de la tracción a sangre.
Participaron representantes del Departamento Ejecutivo, concejales, defensores del Pueblo, decano y otras autoridades de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Mar del Plata y entidades proteccionistas.
Entre otros, estuvieron los concejales Mario Rodríguez (UCR, autor de la convocatoria), Patricia Leniz y Patricia Serventich (AA), la directora de Promoción y Protección de los Derechos Humanos, Sonia Rawicki; el decano de la Facultad de Arquitectura de la UNMdP, Guillermo Eciolaza, e invitados especiales.
En primer término, Rodríguez expresó manifestó el compromiso de “establecer un diálogo respetuoso para abordar el análisis de un tema que está en formato de proyecto dentro de las comisiones internas del Concejo Deliberante”. En ese sentido valoró el avance sobre los objetivos a legislar: erradicar paulatinamente la tracción a sangre en el distrito de General Pueyrredon en el aspecto humano.
Al respecto apuntó que “hay problemas de empleo claros. No vienen de hace poco, no son nuevos. Y como estrategia de familia, muchas personas realizan esta tarea loable, pero en condiciones de indignidad, para llevar el sustento a sus casas, usando el propio cuerpo. Por eso se está haciendo un censo para saber la cantidad de personas, que trasladan bolsas. El otro aspecto, el uso de animales y el trabajo infantil. Estamos trabajando en estas cuestiones, que nos preocupan y nos ocupan”.
Luego, Eciolaza acotó: “Se trata de entender la problemática social y ambiental, trabajando a favor de construir una igualdad de derechos. Hay que entender, también, la complejidad de la resolución de este tema, generando un beneficio para toda la comunidad”.
Esta jornada se concretó en el marco del Proyecto de Ordenanza Nº 1262/15, que propone en su articulado un Programa de Transición hacia la Erradicación de la Tracción a Sangre dentro del Partido de General Pueyrredon.
El mencionado Proyecto propone un Programa consistente, en etapas, que conduzcan a la gradual Erradicación de la Tracción a Sangre, tanto animal como humana dentro del Partido de General Pueyrredon.
Según la fundamentación, la actividad no consiste en una elección de estos recolectores urbanos informales sino, en muchos casos, una solución que encuentran para contener las necesidades básicas de su grupo familiar.
Por ello se procura “reconocer en primer lugar la relevancia de la tarea que realizan, pues lejos de ser vista como una actividad marginal y estigmatizante, debe ser comprendida desde su necesaria colaboración en la recolección de residuos en las ciudades de Mar del Plata y Batán.
En cuanto a la tracción a sangre humana, resulta manifiesto e indiscutible el daño producido en la persona que traslada con su fuerza el carro, en su integridad física, psíquica y en su condición social”.
En tanto la tracción a sangre animal, la Declaración Universal de los Derechos de los Animales avalada por la Unesco, enuncia los derechos de los animales a ser protegidos, cuidados, respetados en su integridad física, en su hábitat, el derecho al reposo, la alimentación, y prohíbe los malos tratos o actos crueles hacia los mismos.
La Ley Nacional14.346 condena a prisión de quince días a un año, al que inflingiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales.
Tanto entidades proteccionistas como particulares al conocer estas normativas, procuran su aplicación, reclamando primero a las autoridades, y cuando no reciben ningún tipo de respuesta o solución, intentan encontrarla por sus propios medios, generando así situaciones de riesgo para ambas partes.
Se refleja el menoscabo de este flagelo en la condición social del recolector urbano informal también en la interacción generalmente hostil con aquellos vecinos que consideran que la tracción a sangre animal implica un acto de malos tratos o crueldad en sí misma, surgiendo entre ambas partes una relación antagónica que muchas veces conduce a la violencia o a diferentes clases de conflictos entre vecinos.
La Ordenanza Nº 4049 prohíbe el tránsito de vehículos a tracción animal en determinados sectores de la ciudad.
Se entiende que es una obligación ineludible del Estado, en pos de la evolución de la sociedad, promover acciones tendientes a erradicar, en forma paulatina pero sostenida en el tiempo, la “tracción a sangre”.
Debe ser destacada la tarea que, en este sentido, vienen desarrollando algunas entidades proteccionistas locales, tal el caso de la ONG “Reino Animal Caballos”, que luchan en contra de los actos de mal trato y crueldad hacia los animales.
El abordaje de esta cuestión tiene su costado más sensible desde lo social, ya que dicha actividad se sostiene fundamentalmente por la necesidad que algunos ciudadanos tienen, castigados por la pobreza, de trabajar por el mantenimiento propio y de su familia.
Dicha actividad trae aparejada, en el marco de estrategias de subsistencia familiar, la utilización del trabajo infantil.
Es obligación del Estado presentar iniciativas y proponer alternativas que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos, sin afectar su fuente laboral.