La Ciudad

Como el país, Mar del Plata votó por un cambio profundo

El candidato de La Libertad Avanza le sacó 13 puntos al de Unión por la Patria, algo más que el promedio nacional. Milei gobernará con Kicillof en la provincia y con Montenegro en la ciudad.

Por Ramiro Melucci

El león rugió en Mar del Plata con más fuerza que nunca. El candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, se impuso en la ciudad por una diferencia de más 13 puntos, algo mayor al promedio nacional.

El libertario obtuvo en General Pueyrredon el 56,70% de los votos, mientras que el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, logró 43,29%. El triunfo se festejó como una final de fútbol: excedió el búnker de Belgrano y Mitre para trasladarse al monumento al General San Martín.

Desde la primera vuelta del 22 de octubre, en las que se impuso, Massa sumó en Mar del Plata nueve puntos. Milei duplicó con creces sus cerca de 28 puntos: prácticamente consiguió todos los que había logrado Patricia Bullrich (29,88%).

Desde el 10 de diciembre, Milei gobernará con Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires y Guillermo Montenegro en Mar del Plata, ambos reelectos el 22 de octubre. “Felicitaciones al nuevo presidente Javier Milei por el triunfo. Es momento de trabajar y construir juntos un futuro mejor para Mar del Plata y Argentina”, posteó el jefe comunal.

En medio de la algarabía del búnker de Belgrano y Mitre, el excandidato a intendente de La Libertad Avanza, Rolando Demaio, planteó que “General Pueyrredon ha apostado por un modelo de libertad”.

Destacó la fiscalización del PRO local, dijo que LLA tiene un proyecto definido para Mar del Plata y, cuando lo consultaron sobre la relación que tendrán los dos concejales libertarios con el gobierno municipal, criticó a Montenegro. No lo corrió por derecha, sino por izquierda. “Hay cuestiones indelegables de las que el Estado no se tiene que desentender y en estos cuatro años se ha desentendido”, lanzó, y mencionó la seguridad, la salud y la educación.

El resultado fue un ramalazo de decepción para los referentes de Unión por la Patria en Mar del Plata. Los que en octubre habían padecido la derrota frente a Montenegro y celebrado el triunfo de Kicillof en la Provincia. Fernanda Raverta, Gustavo Pulti y Juan Manuel Cheppi. También para Rodolfo “Manino” Iriart, impulsor de la mesa “Massa presidente”.

En cambio, es un pleno para el concejal y diputado provincial electo Alejandro Carrancio, armador de La Libertad Avanza en General Pueyrredon y la quinta sección electoral.

Tras el balotaje, las necesidades y demandas de Mar del Plata no cambian. Los fondos coparticipables y los no coparticipables. Las partidas para obras públicas. El reparto equitativo de los subsidios al transporte. La infraestructura para ampliar el Parque Industrial y la radicación de empresas. El turismo de 12 meses y la actividad comercial.

El país acaba de dar un giro brusco y Mar del Plata empezará a acomodarse a la nueva realidad. Será la primera vez en la historia que Nación, Provincia y Municipio estarán en manos de tres fuerzas políticas distintas. La Nación en las de La Libertad Avanza, la Provincia en las del peronismo y la ciudad en las de Juntos por el Cambio. Como nunca se vio tal cosa, es imposible pronosticar cómo saldrá el experimento.

Montenegro, que fue neutral en el balotaje, tiene amigos y viejos conocidos cerca del nuevo oficialismo, como Cristian Ritondo, Patricia Bullrich y Mauricio Macri. Pero también un socio político –el senador electo Maximiliano Abad– cuyo partido, la Unión Cívica Radical, quedará parado en la vereda de la oposición.

Al ir a votar, casi al cierre de los comicios, el intendente dijo que acompañará las decisiones del Gobierno nacional que “ayuden a los vecinos de la ciudad”.

La gran expectativa por el balotaje pasó. Ahora se abre otra, tan o más grande, por el futuro político y económico del país. No hay misterio: a Mar del Plata sólo le irá bien si a la Argentina le va bien.

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