La Confederación Argentina anunció el Proyecto Nacional Formativo 2028, que apuntará a reclutar y desarrollar a las 100 chicas más interesantes del país, enfocado en la edad (13 a 17 años) y la altura (70 tendrán más de 1,80 metros)
“Esto no lo voy a ver yo, pero es lo más importante que podemos hacer por el básquet femenino argentino. Es un proyecto que me entusiasma mucho porque sentimos que estas cosas son las que pueden cambiar la historia”. Gregorio Martínez lleva apenas cinco meses en el cargo como head coach de los seleccionados femeninos, pero su visión va mucho más allá de la competencia.
“Estamos en un momento bisagra, en el que debemos ir por un básquet femenino grande, con una competencia interna que mejore y, sobre todo, con más chicas jugando nuestro deporte, la gran asignatura pendiente”, considera quien pensó en una idea ambiciosa que ayude a agrandar la base de pirámide, permita desarrollar talentos y así insertarlos en el alto rendimiento a una temprana edad. Tras un par de meses de trabajo y debate, la Confederación Argentina aprobó el Proyecto Nacional Formativo (PNF 2028), que se iniciará a principios de este mes de enero, reclutando, siguiendo y desarrollando a 100 jugadoras entre 13 a 17 años, con una particularidad: que aproximadamente 70 tengan al menos una estatura de 1,80 metros.
Este es el nuevo eslabón de una cadena que busca potenciar la rama femenina en el país. Todo comenzó con la decisión de destinar la totalidad (46 en 19 provincias) de las Escuelas Deportivas Argentinas (EDA) a la rama, luego siguió con el fichaje de Martínez -coach de gran éxito en el femenino y hasta en la Liga Nacional masculina- y su cuerpo técnico, continuó con la decisión de destinar todos los recursos para que, durante 73 días, la preselección U18 se entrenara de forma segura durante la pandemia -el Premundial comienza el 3 de febrero en Colombia-, avanzó con el 3×3 -se aprobó que un equipo femenino competirá en los torneos top de la disciplina en Europa, igual que otro masculino- y seguirá con este plan, con la firme voluntad de que cada vez más mujeres ocupen puestos profesionales en la estructura femenina. Las metas son ambiciosas, a mediano y largo plazo: que la Mayor se clasifique por primera vez a los Juegos Olímpicos 2024, mejorar el ránking FIBA de 3×3 y que de las EDA y este nuevo programa surjan varias de las chicas que integren las selecciones menores, por ejemplo en los próximos Juegos de la Juventud.
La búsqueda del nuevo proyecto apunta a formar y desarrollar a temprana edad. “La idea es que las chicas se conviertan en atletas a partir de los 14 años, no a los 20, que sepan cuáles son los hábitos que se necesitan para ese objetivo, que se sientan motivadas y acompañadas durante ese camino, y darles las herramientas necesarias para eso”, explica Martínez, quien apunta a hacerlo con las chicas más altas que haya en nuestro país. “Es nuestra gran falencia en el femenino. Para dar una idea: de las 30 convocadas a la primera preselección U18, sólo ocho medían más de 1,80 metros. Necesitamos muchas más y aspiramos a hacerlo con este plan”, agregó.
Martínez informó que, además de las 70 de mayor estatura, las otras 30 que completarán el cupo de 100 serán las que mejor jueguen de esa edad, sin importar su talla. “Siempre nos va interesar tener a las mejores, a las más talentosas, pero queremos enfatizar en la altura”, reafirmó.
Está claro que el básquet femenino ha crecido en materia de jugadoras y en su roce internacional, pero se apunta a más. “El mundo está reconociendo el talento argentino. Este es el año con mayor cantidad de jugadoras en el exterior, con más de 50 y varias en las mejores ligas. Pero, a la vez, apuntamos a la masificación del deporte. No tengo dudas del salto de calidad que podemos dar y así crecer en los rankings FIBA, ya que hoy estamos en el puesto 27° en adultas y 16° en formativas. Debemos intentar estar entre las 10/15 mejores selecciones”, precisó Karina Rodríguez, Directora Nacional del Femenino.
La idea pasará entonces por potenciar el trabajo de base, arrancando con las EDA -de 11 a 13 años- y siguiendo con este plan que abarcará entre los 13 y los 17. “Es momento de iniciar un trabajo a largo plazo para captar a más cantidad de jugadoras. Tanto las escuelas EDA como este plan pueden servir para agrandar la base y promocionar nuestro deporte. Como también el 3×3, una disciplina que crece a nivel mundial y es más fácil de jugar”, opina Martínez, el coach campeón con Unión Florida que quiere trascender no sólo por los resultados en la cancha.