El equipo marplatense superó como local a Belgrano de Santa Rosa, al que dejó sin punta y sin invicto. Y aprovechó la caída de Agropecuario ante Rivadavia en Carlos Casares para trepar a lo más alto de la tabla.
por Víctor Molinero
Fue un sábado a pedir de Alvarado. El equipo marplatense no sólo le ganó como local a Belgrano de Santa Rosa, al que despojó de la punta y el invicto, sino que además aprovechó la sorpresiva caída de Argentino Agropecuario (el otro que llegaba arriba y sin derrotas) ante Rivadavia para quedar como único puntero en la Zona 2 del Torneo Federal A de fúbol.
El equipo de Duilio Botella no brilló esta vez como ante Rivadavia (4-0) pero fue un justo ganador frente a duro rival pampeano. Fue 1-0 para los marplatenses con gol de Wilson Albarracín, un importante delantero que poco a poco va dejando atrás lesiones.
De hecho para este partido Botella lo mandó a la cancha de entrada, para formar la dupla ofensiva con Joaquín Susvielles, retrocediendo Patricio Escott a jugar suelto por detrás para cubrir la baja de Ezequiel Ceballos.
En efecto, Alvarado salió con un planteo ambicioso, con mucha gente dispuesta en ataque si se tiene en cuenta que los volantes externos fueron Gabriel Compagnucci y Francisco Molina.
Pareció de entrada que Damián Luengo podía llegar a “sufrir” esa ambición. Porque Belgrano apostó claramente a esperar en su campo e intentar meter la contra rápida.
Así los pampeanos amagaron en los primeros 20′ con estar capacitados para darle algún dolor de cabeza al local.
No es que Belgrano dispusiera de muchas opciones de gol pero sí tuvo la primera, clarísima, a los 26′, cuando Damián Pacco manejó el contragolpe, asistió a Franco Flores y éste eludió el cruce de Sebastián Corti para luego definir picando el balón ante la salida de Mauro Beltramella. La pelota se fue apenas por encima del travesaño y los hinchas locales respiraron aliviados.
Fundamentalmente porque Belgrano ya no volvió a llegar con tanta facilidad. Alvarado se acomodó mejor y comenzó a lastimar en ataque. Compagnucci volvió a ser aquel jugador arrollador por derecha del torneo anterior.
Alvarado tenía la pelota y ya no sufría atrás aunque le seguía faltando profundidad.
Durante los primeros 45′ llegó poco. Lo hizo con un derechazo de Compagnucci desde afuera del área que se fue junto a la base del poste izquierdo de Agustín Vistarop. Y con un par de situaciones en las que Albarracín no pudo hacer un buen control de balón dentro del área a la hora de la definición.
En el complemento Alvarado creció en el manejo de la pelota y comenzó a arrinconar a Belgrano. Siempre con Compagnucci haciendo un surco por la derecha, con Susvielles aguantando arriba y con Albarracín esperando una nueva oportunidad.
El gol -merecido a esa altura- llegó a los 19′. Corti recuperó en el medio, abrió para Compagnucci y éste atropelló por su sector y envió un centro perfecto que Albarracín usufructuó metiéndole el frentazo dentro del área chica para poner el 1 a 0.
Belgrano se adelantó unos metros en busca del empate pero le costó generar peligro. Y Alvarado, con algunos espacios más, tuvo mayores facilidades para pisar con peligro al arco rival. La visita tuvo una sóla chance para igualar, cuando promediando el complemento Mauro Beltramella se lució ante un fuerte remate de Jonatan Guerra. De todas maneras, el que pareció estar más cerca del gol fue Alvarado.
A falta de 15′, Botella mandó a la cancha a Juan Gáspari por Albarracín para plantarse con dos líneas de cuatro y cerrar el partido. Esa apuesta también salió bien. Belgrano no reaccionó y Alvarado se terminó quedando con un triunfo ajustado pero merecido, en una tarde redonda. Es que al triunfo propio se sumó la derrota de Agropecuario para llegar a la punta en soledad. Un gran momento para el equipo marplatense, que la semana próxima tendrá dos partidos más en el Minella como para intentar consolidarse en la cima.